El lehendakari defiende en Madrid el «equilibrio fiscal» del modelo de Euskadi

En un auditorio con alumnos y rectores de Deusto con motivo de los actos por el centenario de Deusto Business Alumni-DBA, pero también con empresarios, entre ellos muchos vascos, intentó zanjar el debate sobre si es mejor el modelo de la Comunidad de Madrid, con menores impuestos y que el Gobierno Vasco considera un 'dumping fiscal' con bajos impuestos para atraer empresas. «No hay un modelo mejor que otro. Cada modelo se adecua a la realidad socioeconómica, idiosincrasia y cultura de su propia comunidad», señaló en linea con su negativa a seguir la senda de Ayuso de aflojar la presión tributaria a las empresas, como le afeó la presidenta popular en el polémico acto de Vitoria.

Urkullu, sin entrar en el cuerpo a cuerpo directo con su homóloga madrileña, desgranó que «en nuestro caso prima el valor del trabajo y el esfuerzo, la seriedad, la cooperación, la suficiencia financiera, la certidumbre y el equilibrio fiscal para impulsar la competitividad y mantener unos servicios públicos de calidad que garanticen la cohesión social», resumió.

En un discurso de ocho páginas, en el que intercaló el euskera y el castellano, el lehendakari puso en valor los logros de Euskadi su mandato y se pertrechó en informes y datos de distintas instituciones, incluidos artículos del Financial Times. Quizás para desmentir las conclusiones del foro de debate Zedarriak, formado por empresarios, muchos de ellos cercanos al PNV, que creen que Euskadi «ya no ocupa posiciones de liderazgo».

El jefe del Ejecutivo autonómico recordó toda la batería de medidas económicas frente a la pandemia y la crisis por la Guerra en Ucrania, con medidas para todos los sectores de actividad. Todo ello cimentado en tres pilares: «Estabilidad institucional y cultura política del acuerdo»; «colaboración entre las instituciones públicas y privadas y sociales», y un modelo de desarrollo humano sostenible, alineado con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, expuso. En definitiva, sostuvo que el País Vasco ha hecho los deberes para afrontar las crisis.

En clave más política, aprovechó también para pedir al presidente, Pedro Sánchez, que acelere el cumplimiento de las transferencias pendientes ya que cree que «no cumple los compromisos» con el Estatuto de Gernika.