La confianza de los vascos en la marcha de la economía mejora de forma «espectacular»
Laboral Kutxa resalta que el sentimiento de los hogares regresa a niveles de 2019 ante el avance de la vacunación y las menores restricciones
La vacunación, que avanza a ritmos que hace bien poco parecían imposibles, y el levantamiento de las restricciones más severas al desaparecer el estado de ... alarma han disparado la confianza de los hogares de Euskadi en la marcha de la economía en los próximos doce meses. Ese es el gran mensaje que revela el trabajo realizado por el Servicio de Estudios de Laboral Kutxa sobre el estado de ánimo económico de los vascos que, resalta el organismo, revela una mejora «espectacular«.
El resultado coincide, aunque en esta ocasión con algo más de 'euforia' con un estudio similar realizado hace un par de semanas por el mismo departamento pero sobre el sentir de las empresas vascas. Conclusión: la remontada, con sus matices, es innegable; al menos en el imaginario colectivo del país.
«En el segundo trimestre de 2021, la confianza de los hogares vascos muestra una mejoría francamente notoria (al avanzar 34 puntos), se instala en el optimismo (al prever por fin un ligero crecimiento) y se mueve en valores similares a los registrados entre el cuarto trimestre de 2018 y el segundo trimestre de 2019«, señala el informe de Laboral Kutxa..
«Así, las expectativas de los hogares vascos anticipan la recuperación de la normalidad y se alejan de los escenarios que preconizaban una crisis más profunda y dilatada», añade el departamento liderado por Joseba Madariaga.
El informe resalta que, de la misma manera que en la caída a plomo de lo peor de la pandemia los hogares vascos y españoles se mostraron mucho más pesimistas que, por ejemplo, los europeos, ahora, el péndulo cambia de lado y el optimismo por estos lares es mucho más intenso que en el resto de socios europeos. Dinamarca y Países Bajos sí tienen un comportamiento similar a Euskadi, que no se encuentra todavía en los hogares franceses o alemanes.
La mejoría, explica Laboral Kutxa, se debe al aumento de las personas que estiman que, en los próximos doce meses, la situación económica general será algo o mucho mejor (son ya cuatro personas de cada diez) y a la reducción de las que consideran que será algo o mucho peor (que han pasado de siete a tres de cada diez).
«Estas expectativas responden a los datos referidos a la recuperación de la actividad -crecimiento de la economía vasca (+0,2%, primer trimestre) o actividad industrial (+2,4%, mayo)- excepto en aquellos sectores más condicionados por la pandemia y que no han normalizado su actividad«, apunta el trabajo.
El empleo, a mejor
Las expectativas de los hogares vascos sobre la evolución del desempleo registran una remontada «sin precedentes«, añaden los analistas, »que con una ganancia de 58 puntos vuelven a valores positivos y son mejores que las que se registraron en el primer trimestre de 2020, justo antes de la pandemia«. Así, resaltan, siete de cada diez personas consideran que el desempleo disminuirá o se mantendrá sin cambios, mientras que sólo tres de cada diez estima que crecerá en los próximos doce meses.
Estas expectativas están en consonancia con los recientes resultados de afiliación a la Seguridad Social y de paro registrado en Euskadi (963.214 personas y 122.618 desempleados, respectivamente, en mayo), con un ritmo claro de recuperación con respecto de los peores datos de esta crisis (938.585 y 146.450 personas, en agosto de 2020) y se acercan a niveles prepandemia (973.152 y 117.239 personas, respectivamente, en febrero de2020).
También mejora las perspectivas de la situación de los propios hogares, aunque con un salto menos intenso que cuando se pregunta por la situación general. De hecho, la 'nota' final pasa de estar en los 16 puntos en negativo a los dos por debajo de cero, con lo que las familias ven con más optimismo lo que sucede más allá de sus ventanas que lo que pueda pasar de puertas para dentro. Aún así, el salto es notable y se acerca a los niveles de 2018 o 2019. En este apartado es determinante que dos tercios de los hogares consideren que seguirán igual o mejor, mientras que disminuye el grupo que cree que estará peor. Para la mayoría prevalece la estabilidad y las perspectivas cambian según la situación laboral, siendo más optimistas las personas con empleo o jubiladas.
Junto a esto, destaca Laboral Kutxa, llama la atención el que las expectativas sobre el ahorro de los hogares vascos para los próximos doce meses han sido las menos pesimistas, «muy alejadas del deterioro registrado en los restantes indicadores de la confianza de los consumidores». Algo más de la mitad de las familias señala que ahorrará con seguridad o probablemente lo hará, frente a menos de la otra mitad, que considera que probablemente o con seguridad no lo podrá hacer.
Subida de precios
Pero no todo el horizonte aparece despejado. Como empieza a ser ya una costumbre en las prospecciones que se realizan en casi todo el mundo, la amenaza de la inflación aparece con fuerza. De este modo, en el segundo trimestre de 2021 «empeora la valoración de los hogares sobre la evolución de los precios en los próximos doce meses, por lo que consolidan sus expectativas inflacionistas«, dice el trabajo.
«Los vascos alinean estas expectativas de repunte inflacionista con la evolución del IPC, que, en el acumulado del año (hasta abril), registra un incremento del 1,7% y 1,6%, en el Estado y la CAE, muy lejos del -1,2% y -1,1% que correspondió al mismo periodo de 2020«, apunta el informe.
Compras
En esa tesitura, añade el trabajo, «la recuperación de la confianza se traslada a la valoración del momento de compra, indicador que mejora sensiblemente y se sitúa en valores claramente positivos, que no se habían registrado ni en los años pre-pandemia«. En conjunto, sigue prevaleciendo la opinión de indiferencia con respecto de la valoración del momento de compra (56% de las respuestas), pero aumenta la proporción de hogares que consideran que es un buen momento (23%) y se reduce el grupo que lo consideran un mal momento (21%).
El 1,7% de los hogares vascos señala que comprará una vivienda en el próximo año, porcentaje que mejora los registros de los últimos cuatro trimestres. Factores como el ahorro acumulado, la baja rentabilidad de las figuras financieras tradicionales, las decisiones aplazadas o el coste de los alquileres estarían impulsando la compra total de viviendas que, en el primer trimestre de 2021, registran un incremento intertrimestral del 24% y 15%, en la CAE y el Estado, respectivamente.
«El porcentaje de hogares que comprará un vehículo se mantiene (5,3%) y no termina de mejorar. Se confirma la debilidad de la demanda debido a factores como las dudas sobre la elección de motorización (fiscalidad) o la expectativa de nuevas ayudas a la compra junto con la incidencia del envejecimiento de la población y el cambio de hábitos«, concluye el trabajo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión