Kutxabank, Gobierno Vasco, diputaciones y Mondragon financiarán a Talgo con la Sepi
Le prestarán 75 millones a través de Ekarpen, una entidad fundada por el banco vasco y Lakua para participar en compañías
Talgo ha dado esta semana un paso de gigante para allanar la toma de control de la empresa por parte del consorcio liderado por el ... industrial José Antonio Jainaga. Ha sido gracias al acuerdo entre los gobiernos central y vasco para encauzar la «participación definitiva» de la Sepi en el préstamo que necesita el fabricante de trenes para cerrar su refinanciación. Son 150 millones que se repartirán en dos partes iguales el holding del Ministerio de Hacienda por un lado y, por otra parte, un vehículo financiero sobre el que diseñó la operación «tiempo récord» el Gobierno vasco.
Según ha confirmado este medio de fuentes conocedoras de las negociaciones, esa herramienta es Ekarpen, un fondo de financiación y participaciones empresariales creado en 2008 por el Ejecutivo autonómico y las antiguas cajas de ahorro vascas. Entre las entidades que lo componen, y que han dado la luz verde al préstamo participativo convertible, el protagonismo reside en Kutxabank, que tiene un 44,44% de la entidad. Le sigue el Gobierno vasco, con un 34,81% y las diputaciones de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava –con un 7%, 4,3% y 2%, respectivamente–. Las acciones de Ekarpen se completan el 7,4% de Mondragon Inversiones, una de las herramientas financieras del grupo cooperativo vasco.
Hasta el mes pasado las negociaciones se desarrollaban sobre la concesión del préstamo de 150 millones de forma íntegra por parte de la Sepi. Es la cantidad que requerían los bancos para sostener la deuda de Talgo, que supera los 400 millones y está agravada por la multa de 116 de Renfe. La solución financiera es un requisito imprescindible que ha fijado Jainaga para hacerse con el control del fabricante de trenes adquiriendo el 29,7% de sus acciones con Gobierno Vasco y las fundaciones BBK y Vital.
Los 150 millones que requiere la empresa se prestan entre el holding del Estado y el fondo semipúblico vasco
El crédito participativo convertible en cuestión establece unos tipos de interés ligados a la evolución del negocio de la empresa y cuenta a su vez con la opción de devolverse con acciones de la propia compañía. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) advirtió problemas si asumía el préstamo en solitario, por si pudiera considerarse una ayuda de Estado. Por eso, pidió al Gobierno vasco que buscará la financiación de la mitad, esos 75 millones.
Ekarpen fue la solución que encontraron entre el departamento de Industria del Ejecutivo autonómico y el equipo financiero de Jainaga y sobre la que cerraron a todo correr el planteamiento, dada la urgencia que comienza a requerir la situación de Talgo. Pero el fuerte peso público e institucional de los accionistas de Ekarpen tampoco gustó a la Sepi, que rechazó esa vía el martes de la semana pasada, lo que provocó la acusación del grupo del PNV en el Congreso de los Diputados a Moncloa de «obstaculizar» la operación.
Al final, tras la reunión entre el presidente Pedro Sánchez y el lehedakari Imanol Pradales de este martes, se ha «encauzado definitivamente» la entrada de la Sepi con esta fórmula. Solventada la financiación, que todavía requiere tramitarse y ser aprobada por una junta de accionistas de Talgo pendiente de convocatoria, puede culminarse el preacuerdo para la adquisición de la compañía. Pasa por la compra del 29,7% de las acciones que tiene el fondo Trilantic y que adquirirán por 155 millones, ampliables a 182, el presidente de Sidenor, el Gobierno vasco y la fundación BBK –ponen cada uno 45 millones– junto a la Vital, que aportará 20 millones. Estos cuatro miembros del consorcio vasco aportarán también parte del crédito de Ekarpen, que completa con la Sepi la financiación de Talgo.
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