Hidrógeno: el elemento más abundante del universo
El hidrógeno verde es el vector energético de futuro con el que se pretende descarbonizar buena parte de la industria pesada
El hidrógeno es el primer elemento de la tabla periódica, con un peso atómico de 1, y el más abundante del universo. Y es también ... la palabra más repetida por gobiernos, empresas de muy distintos sectores, centros tecnológicos, financieros y expertos en transición energética. Y es que el famoso H2 en su versión 'verde' (existen hasta tres colores) se ha convertido –con todas las precauciones del mundo, pues hablamos de una apuesta complicada y aún nada barata– en la gran esperanza para descarbonizar procesos industriales que necesitan gran cantidad de calor.
¿Cuál es la verdadera importancia del hidrógeno en la transición energética?
Hablamos del hidrógeno como vector energético o, lo que es lo mismo, como una suerte de almacén de energía en teoría inacabable dada su presencia en el universo y cuyo uso como combustible de alta capacidad calorífica no genera emisiones de CO2 a la hora de generarlo, lo que supone la palanca perfecta para abordar la obligada transición energética.
¿Cómo se obtiene?
El método más habitual –aunque no es el único– para obtener hidrógeno es la llamada electrólisis. Es algo tan básico que se estudia en los colegios como reacción química y, en realidad, no es otra cosa que, mediante la aplicación de una corriente de energía eléctrica, lograr la descomposición del agua (H2O) en moléculas separadas de hidrógeno y de oxígeno. El agua ha de contener sales y minerales para conducir la electricidad. ¿Cuál es el quid de la cuestión? Pues que ese hidrógeno se puede quemar para generar energía, pero también transportar (con sumo cuidado, pues es altamente inflamable) y llevar allí donde sea necesario, bien por tuvo bien por carretera o tren. Incluso generar después con él nueva energía eléctrica.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de hidrógeno verde? ¿Lo hay de otros colores?
El 'verde' es un guiño a la protección del medio ambiente y hace referencia no tanto al propio hidrógeno que se pueda obter sino al origen de la electricidad necesaria para producir la citada electrólisis. Si es de origen renovable (por ejemplo, la generada en un parque eólico, en una instalación fotovoltaica o mediante la geotermia) y por tanto no encontramos emisiones contaminantes en su proceso de generación, se puede hablar de hidrógeno verde. ¿Hay más? Claro que sí, aunque en la carrera por la descarbonización no presentan hoy tanto atractivo. El obtenido a partir de gas natural u otros hidrocarburos ligeros se llama hidrógeno gris, que si en su elaboración se incorpora algún sistema para la captura de CO2 pasa a denominarse en ese momento azul.
¿Para qué sirve el hidrógeno verde? ¿Cuáles son sus usos principales?
El hidrógeno es aún un mundo casi por descubrir, pero el primer objetivo es aplicarlo como fuente alternativa para algunas industrias que hoy consumen gran cantidad de energía derivada del gas o los hidrocarburos y que necesitan en sus procesos mucho calor. Por ejemplo, las acerías, la industria papelera, la química o las refinerías. También se puede usar como materia prima industrial en las propias refinerías o en la elaboración de fertilizantes, además de su uso para la fabricación de combustibles limpios de nueva generación. Los usos del hidrógeno verde no se acaban ahí, pues se analiza también su aplicación al transporte pesado, tanto en la automoción como en los sectores naval, aeronáutico o ferroviario. Del mismo modo, también se contempa su eventual uso para calentar las casas.
¿Es algo novedoso?
Se empezó a investigar hace años, pero ahora ha cobrado una importancia clave, con Europa convencida de su importancia, al igual que Euskadi.
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