El acero urge al Gobierno Vasco a llevar a Bruselas la defensa comercial ante China
La primera mesa sectorial convocada por Euskadi constata la vulnerabilidad de un sector que exporta a EE UU el 13% de sus ventas internacionales
La reunión de la mesa sectorial de la siderurgia, celebrada en la mañana de este lunes en la sede del Parque Tecnológico de Álava y ... presidida por el consejero de Industria, Mikel Jauregi, permitió al sector exponer de manera directa la inquietud que le genera la nueva coyuntura comercial. Gobierno Vasco y empresas compartieron un diagnóstico común sobre el fuerte impacto que suponen los aranceles del 50% aplicados por Estados Unidos, aunque fueron los representantes empresariales quienes pusieron el acento en la urgencia de que la cuestión se traslade también a Bruselas.
El sector, representado por las principales compañías y el clúster Siderex, insistió en que la coyuntura no se limita al golpe estadounidense, sino que se ve agravada por la amenaza de que China inunde Europa de su producto excedente y más barato por los aranceles de EE UU al gigante asiático. «Ha servido para contar de primera mano cómo está la situación, para poder realizar un diagnóstico compartido y, entre todos, trasladar tanto a Madrid como a Bruselas lo que necesitamos», explica a este periódico Asier San Millán, director de Siderex, presente en la reunión convocada por el Ejecutivo.
En su opinión, resulta esencial «trasladar la incertidumbre general y la urgencia para revisar las medidas de salvaguarda de Europa a las importaciones de acero chino, para reforzarlas» y cuya renovación y mejora considera imprescindible «para proteger nuestra industria y Europa».
Estas medidas de salvaguardia, acometidas por la Comisión Europea, establecen contingentes arancelarios que limitan las importaciones de determinadas categorías de acero. Es decir, se permite importar ciertos volúmenes con un arancel reducido o nulo, pero si se supera ese umbral, se aplica un arancel adicional del 25%. Recientemente, Bruselas ajustó estos contingentes ante la caída de la demanda europea y el exceso de capacidad mundial, y clasificó los productos según la presión de las importaciones, además de limitar el crecimiento automático de los volúmenes, con el objetivo de proteger la industria siderúrgica europea.
Colectivos más afectados
La reunión, en la que participaron compañías como Tubacex, Tubos Reunidos, Sidenor, Arcelor Mittal, Nervacero, Olarra, Grupo Arania y Ucín, permitió fijar un marco de trabajo conjunto. El Gobierno Vasco defendió que el escudo comercial de 2.162 millones de euros, activado en abril para reforzar la internacionalización, apoyar a las pymes y proteger el empleo, ya está operativo y que algunas empresas están recurriendo a estas ayudas. Sin embargo, de momento no se anunciaron nuevos instrumentos adicionales, lo que refuerza la sensación de que el margen de maniobra pasa también por la acción en Bruselas.
Los cálculos del Ejecutivo apuntan a que los aranceles estadounidenses supondrán un recorte de ventas de unos 700 millones de euros, equivalente al 0,33% del PIB vasco. La exposición es especialmente alta para la siderurgia, que destina a EE UU 261 millones de euros, un 13% de sus exportaciones. En la reunión se identificaron como colectivos más afectados los productores de tubería para el sector energético, los fabricantes de aceros especiales y las pymes de forja, estampación y mecanizado.
A ello se suma un impacto indirecto: la reorientación de exportaciones de países terceros hacia Europa podría saturar el mercado comunitario y aumentar la presión competitiva incluso sobre las empresas que no comercian directamente con Estados Unidos. El tono de la mesa fue de coincidencia en el análisis, aunque con matices: mientras el Ejecutivo defiende que las medidas de apoyo ya están en marcha y que permiten ganar tiempo, las empresas advierten de que la incertidumbre exige decisiones rápidas, sobre todo en el ámbito comunitario.
La de este lunes fue la primera de las tres mesas sectoriales convocadas por el Gobierno Vasco para responder a la crisis arancelaria. Las próximas, dedicadas a la automoción (22 de septiembre) y a la fabricación avanzada (29 de septiembre), completarán una ronda que pretende consolidar un frente institucional y empresarial en defensa de la industria vasca en un escenario internacional cada vez más incierto.
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