El Gobierno diseñará con las autonomías y los partidos el reparto del fondo no reembolsable de 16.000 millones

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha explicado que 10.000 millones del total irán a cargo de la caja de gasto sanitario y que se repartirá en dos tramos, uno primero, que se pagaría en el mes de julio, para a continuación sumarse otros 4.000 millones de euros que se abonarían a lo largo del segundo semestre. Otros 1.000 millones de euros se destinarán a cubrir el incremento del gasto social en la pandemia y para apoyar el sistema de residencias. Y los otros 5.000 millones de euros se dedicarán a cubrir la merma de ingresos tributarios que sufrirán las comunidades autónomas por la paralización de la actividad economica.

El Gobierno aún no ha establecido qué cantidad de todas éstas se destinará a cada comunidad autónoma. Pero Montero sí ha enumerado algunos de los criterios que se tomarán en cuenta para realizar el reparto territorial: el número de personas hospitalizadas durante la pandemia, los ingresos en cuidados intensivos, las pruebas de coronavirus, así como el volumen de población.

En principio, la propuesta del Gobierno pasaba por que, para el primer tramo de 6.000 millones, se tuvieran más en cuenta las variables que reflejan el impacto directo de la emergencia sanitaria. Mientras que en el segundo tramo, el volumen población ganaría peso, ya que se aplicará en una fase de estabilización, en el que la prioridad será que las autonomías preparen sus sistemas sanitarios para prevenir rebrotes en la pandemia.

Pero en la reunión que ha mantenido esta mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los presidentes de las comunidades autónomas, han surgido las primeras discrepancias respecto a cómo se repartirá el dinero. Así, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se ha mostrado crítico con los criterios propuestos. Y también ha sucedido eso mismo con el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, que pide que el reparto no se efectúe, por ejemplo, por número de hospitalizaciones, sino por su coste. Mientras que, desde Canarias, Ángel Víctor Torres ha apuntado que en el reparto se considere como parámetro el número de pruebas realizadas, y no sólo los positivos. Y también hay autonomías, las del noroeste, como Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León, que han pedido a Sánchez que los fondos tengan en cuenta el envejecimiento de la población.

En cuanto al reparto de los 5.000 millones para cubrir la reducción de ingresos, Montero se ha referido a que la fórmula de reparto tome como referencia al Consejo Superior para la dirección y Coordinación de la Gestión Tributaria, donde están representados tanto el Estado central como las autonomías.

Montero ha precisado que buscará la opinión y la negociación con las comunidades autónomas para realizar la división del fondo no reembolsable de 16.000 millones. Y, también, de los partidos políticos presentes en el Congreso de los Diputados, puesto que el fondo no reembolsable, para ejecutarse, ha de aprobarse un decreto ley.

El Gobierno central también ha hecho posible que las comunidades puedan disponer de la parte no ejecutada de los fondos Feder para hacer frente a gastos relacionados con la pandemia, como la compra de equipos de protección individual, pruebas de diagnóstico del coronavirus o el pago de nóminas del personal adicional contratado. Ello supone una inyección de 3.200 millones de euros adicionales.

Estas cifras se unen a la financiación récord de 115.887 millones de euros que recibirán las autonomías a cargo del sistema de financiación.