El frenazo en la vivienda libre impide que la construcción recupere el pulso en Gipuzkoa
El sector crece un 1,6%, por debajo de la media del territorio, y mejora en licitación pública, pero sigue sin recuperar el nivel previo a la pandemia
La caída sostenida de la vivienda libre en Gipuzkoa está condicionando la recuperación del sector de la construcción, que en 2024 creció un 1,6%, ... por debajo de la media del territorio y lejos aún de los niveles previos a la pandemia. Así lo recoge el informe anual elaborado por Ascongi, la Asociación de empresas de la construcción de Gipuzkoa, integrada en Adegi, que alerta de que el subsector residencial apenas levanta cabeza, mientras la actividad pública amortigua el impacto. En el conjunto del ejercicio apenas se iniciaron 973 viviendas libres en Gipuzkoa, la cifra más baja en 30 años. Las promociones terminadas se redujeron a 658, y el número de transacciones descendió un 14,5%. En 37 municipios no se registró ni una sola compraventa de vivienda nueva y en otros 22 hubo menos de seis, lo que ilustra la contracción del mercado residencial de obra nueva.
Esta escasez está tensando el acceso a la vivienda, según el análisis de Ascongi. El stock de vivienda nueva cayó hasta las 1.420 unidades, apenas 195 por cada 100.000 habitantes, una de las ratios más bajas del Estado. Con una demanda creciente y una oferta limitada, los precios siguen subiendo: la vivienda libre se encareció más de un 3% en 2024, con un alza del 7% en el segmento de obra nueva y del 2,7% en el de segunda mano. Frente al estancamiento de la vivienda libre, el informe destaca un repunte de la vivienda protegida. En 2024 se calificaron 658 nuevas unidades, más del doble que el año anterior y la mayor cifra desde 2014. Las transacciones también crecieron un 31,8%, con Donostia, Zarautz, Pasaia y Hernani como principales focos de actividad.
El sector no solo muestra signos de debilidad en la edificación residencial. La afiliación en la construcción cayó un 1,5%, lo que supone 280 personas ocupadas menos que en 2023. Es el segundo año consecutivo de descenso. Aun así, el paro registrado marcó un mínimo histórico, con una media anual de 1.287 personas desempleadas. En paralelo, el tejido empresarial sigue reconfigurándose. Gipuzkoa cerró el año con 6.159 empresas y 6.414 establecimientos dedicados a la construcción, un descenso respecto al año anterior que afecta sobre todo a pequeñas firmas. Sin embargo, el tamaño medio de las empresas ha crecido: de 2,17 empleos por establecimiento en 2017 se ha pasado a 2,7 en 2024.
En 37 municipios de Gipuzkoa no se registró ni una sola compraventa de vivienda nueva y en otros 22 hubo menos de seis
Uno de los elementos que ha sostenido la actividad ha sido la obra pública. La licitación creció un 23% y alcanzó los 749 millones de euros, la cuarta cifra más alta en los últimos 14 años. Gipuzkoa aumentó su peso relativo en la licitación estatal, del 2% al 2,5%, y el volumen adjudicado alcanzó los 533 millones. La mitad del importe licitado correspondió a edificación, con un incremento del 52% respecto a 2023.
Precios de aprovisionamiento
Aun con este impulso, los costes siguen lastrando la rentabilidad. Los precios de aprovisionamiento se estabilizaron en 2024, pero aún son entre un 20% y un 30% superiores a los de 2019. La rebaja media de las adjudicaciones, en cambio, fue del 10,1%, la segunda más baja en los últimos 14 años. Con todo, el sector muestra síntomas de transformación. El gasto en I+D creció un 28,5% en 2023 y se situó en el 0,41% del valor añadido bruto. También avanzan los procesos de digitalización, tanto en equipamientos como en gestión, alcanzando niveles equiparables a la media del tejido económico vasco.
En el plano salarial, Euskadi mantiene los sueldos medios más elevados del sector de la construcción en el conjunto del Estado. Según la última Encuesta de Estructura Salarial, el salario bruto medio anual en la construcción vasca es de 31.226 euros, un 24% por encima de la media nacional. Esa cifra incluye todo tipo de jornada y contempla sueldos ordinarios, complementos y retribuciones extraordinarias.
El informe también surbaya que el coste laboral total del sector en Euskadi —que suma salarios, cotizaciones, indemnizaciones y otros conceptos— ha crecido un 16% desde 2008 y alcanzó los 41.667 euros anuales por trabajador en 2023. Este incremento, junto con los elevados precios de los aprovisionamientos, limita los márgenes empresariales pese a que la actividad se mantenga relativamente estable en algunas ramas como la obra civil o la rehabilitación.
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