La recuperación económica se traslada a la recaudación de Gipuzkoa, que crece en dobles dígitos
La Hacienda foral ingresa hasta agosto 3.250 millones, un 17,8% más que en 2020 y un 5,3% respecto a 2019
Ha pasado lo peor. La pandemia aún no se ha terminado y uno de sus rasgos es su carácter imprevisible, por lo que conviene ser ... prudentes, pero la economía aporta pistas. Y son positivas. Uno de los termómetros más fiables es la recaudación por impuestos, que sirve para realizar una radiografía exacta de cómo están las cosas en las empresas y en la calle. Y los últimos datos disponibles, al menos, son halagüeños. Incluso sorprendentes. Y es que, según acaba de dar a conocer la Diputación de Gipuzkoa, los ingresos de la Hacienda foral han crecido hasta agosto un 17,8% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Un doble dígito siempre impresiona, aunque en este caso se compara con 2020, cuando el Covid impactó sobremanera en todo el mundo y derrumbó la actividad. Más llamativo es el alza del 5,3% respecto a los ocho primeros meses de 2019, porque la pandemia no existía entonces. Pero Gipuzkoa ha pisado el acelerador.
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En lo que respecta al conjunto de Euskadi, las cifras también son positivas. Las tres diputaciones han ingresado un total de 8.069 millones de euros en los ocho primeros meses del año. Una cifra que supone un 20,4% más que en el mismo periodo del pasado ejercicio, marcado a fuego por picos de alta intensidad de la pandemia y también de la crisis económica que desató el Covid. Lo cierto es que la recaudación hasta agosto siempre es un mes decisivo para la Administración pública. Y ello porque es la referencia sobre la que diputaciones y Lakua suelen fijar cada año sus estimaciones financieras. Tanto la previsión de cierre del año, lo que permite también modular el gasto y el endeudamiento en el último trimestre, como de cara a la elaboración de los presupuestos del ejercicio siguiente.
Volviendo a los datos de Gipuzkoa, el fisco ha recaudado hasta agosto 3.242,7 millones de euros, 490 millones más que en 2020. En síntesis, los ingresos íntegros han aumentado un 14,1% y las devoluciones, un 2,9%. Entrando en detalle, la recaudación líquida de los impuestos directos ha aumentado un 13,5%, la de los impuestos indirectos, un 21,4%, y la de los ajustes con el Estado, un 31,5%. «A la hora de hacer esta comparación, debemos tener en cuenta que el año pasado el impacto de la pandemia fue mucho mayor. Esto tuvo un doble efecto. Por un lado, perjudicó la actividad económica y lastró la recaudación de impuestos. Por otro lado, algunas medidas de ayuda que se tomaron desde Hacienda (aplazamientos, flexibilización de plazos…) también perjudicaron la recaudación», ha recordado la portavoz foral, Eider Mendoza.
El IRPF crece un 9,8%; Sociedades, un 30,2%, y el IVA, un 24,5%
Tal y como era de esperar, la evolución de los principales impuestos ha sido positiva y muestran crecimientos significativos. En el caso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), la recaudación de este tributo ha crecido un 9,8%, y las retenciones de rendimientos de trabajo también han aumentado en el mismo porcentaje, lo que indica la fortaleza del mercado de trabajo. En cuanto al Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), directamente relacionado con el consumo, la recaudación se ha incrementado en un 24,5%. Buenas noticias, por tanto, porque estos dos tributos son los más importantes en la recaudación de un territorio. Para hacerse a una idea, de los 3.200 millones ingresados hasta agosto, 2.000 proceden del IRPF y del IVA. Y otros 229 proceden de hidrocarburos, el impuesto que recauda el gasto en combustible y que evidencia la recuperación de la movilidad y de la actividad económica.
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El Impuesto sobre Sociedades, que grava los beneficios empresariales, también muestra un notable crecimiento, ya que ha crecido un 30,2% respecto al año pasado. Pero en este tributo hay que aclarar un matiz de cierto calado. Y es que el año pasado las microempresas, pequeñas y medianas empresas presentaron las declaraciones más tarde debido a un aplazamiento permitido por el fisco como medida de alivio. Ello ha provocado que los ingresos se hayan contabilizado este año en agosto, mientras que el año pasado fue en octubre. Con todo, el peso que este impuesto atesora en el global de la recaudación tampoco es muy elevado. Lo que sí ha subrayado Mendoza es que la Hacienda foral ha tenido este año una serie de ingresos extraordinarios, «que no tendremos el año que viene». Fuentes del fisco explican a este medio que esos ingresos extraordinarios se refieren a la «liquidación de una serie de expedientes voluminosos».
Vigor de las empresas
Según la institución foral, los datos de la recaudación indican que la economía guipuzcoana se está recuperando y va por buen camino. «Todavía hay algunos elementos que dificultan hacer comparaciones homogéneas, como la cuestión del Impuesto de Sociedades. Pero, en general, nuestra economía y nuestras empresas están trabajando duro y se muestran fuertes a la hora de hacer frente a la crisis», ha dicho Mendoza. «Desde nuestro punto de vista, el camino para seguir reforzando la recaudación fiscal es seguir trabajando por la actividad económica. Con esto conseguiremos los recursos necesarios para luchar contra la crisis y fortalecer nuestros servicios sociales, reforzando así la cohesión social», ha remarcado la portavoz foral. Partiendo de esta base, ha recordado que «el objetivo de fondo siempre ha sido luchar por la desigualdad y situarnos junto a los territorios de Europa mejor situados en este campo», ha concluido.
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