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El nuevo almacén tiene quince pisos de altura y capacidad para albergar 15.000 toneladas de papel. Lobo Altuna

Papel Aralar apuntala su crecimiento con un nuevo almacén para 15.000 bobinas

La compañía de Amezketa pondrá en marcha a finales de año una maquina para incidir en el mercado de toallitas húmedas desechables

Fernando Segura

San Sebastián

Lunes, 10 de agosto 2020, 05:50

Papel Aralar se encuentra en fase de crecimiento, aunque ralentizado por la crisis. La compañía de Amezketa ha invertido 11 millones en un ... nuevo almacén y otros 31 en una máquina de última generación. Estas instalaciones requerirán la contratación de 27 trabajadores, que se sumarán a una plantilla de 200. En total, 42 millones de inversión que Senén Amunarriz, director general de la firma da por bien empleados, porque asegura que la «crisis actual es pasajera y la economía se reactivará».

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Papel Aralar ha logrado el éxito a base de invertir en I+D entre el 5 y el 10% de su facturación. Se ha convertido en un referente en nuevos productos, como Araflush, que ha revolucionado el sector de las toallitas porque, al ser biodegradables, no atasca la redes de saneamiento, una auténtica pesadilla para los gestores de estas infraestructuras.

El constante incremento de la producción, 100.000 toneladas anuales, a las que se sumarán otras 20.000 cuando esté operativa la nueva máquina, ha hecho necesaria la inversión en un almacén automatizado, diseñado por Ulma.

La instalación cuenta con quince pisos de altura y capacidad para albergar 15.000 bobinas de papel, es decir, unas 15.000 toneladas. Su construcción ha requerido el desmonte y vaciado de 96.000 metros de excavación en roca. Amunarriz agradece la colaboración del Ayuntamiento de Amezketa para la ejecución de semejante 'obrón'.

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Etiquetas fabricadas en la papelera (abajo) y uno de los trabajadores en el nuevo almacén. Lobo Altuna

Además, dispone de un depósito de emergencias subterráneo para recoger posibles vertidos de la depuradora y evitar que lleguen al río, con capacidad para 1.200 metros cúbicos, el equivalente a doce horas de fuga.

Incidir en el mercado

Si este pabellón resulta indispensable para acometer el incremento de la producción, la joya de la corona será la nueva máquina que ahora está construyendo Voith, la empresa líder del sector en este tipo de equipos, para la firma de Amezketa. Esta apuesta tiene como objetivo incidir en el mercado de las toallitas húmedas biodegradables.

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«Después del éxito de Araflush, que prácticamente todas las marcas han adoptado -señala el director general- sigue pendiente la sustitución de otros productos, como las toallistas de bebé, que hoy por hoy son 100% de plástico, algo que la gente desconoce, y que provocan los famosos atascos». Además, subraya Amunarriz, en la mayoría de los parlamentos europeos se discutirá este año la normativa Single Use Plastic, «en la que confiamos para poner límites a estos productos».

Los datos

  • 42 millones ha invertido, Papel Aralr, 11 en el almacén y 31 en la máquina fabricada por Voith.

  • 100.000 toneladas es la producción anual, que sumará otras 20.000 con la nueva máquina

  • 15% se reducirá la facturación este año. El 70% de la producción se exporta.

El director general señala que esta evolución del mercado y de las normativas son el resultado de una mayor concienciación social. Papel Aralar vio claro que el futuro iba por ahí y decidió apostar por una nueva línea de fabricación y, en consecuencia, comprar la máquina. Amunarriz explica que las papeleras «han pasado de ser el demonio, las responsables de cortar los árboles, a ser casi los salvadores. La gente se ha dado cuenta de que para hacer papel hay que talar árboles, pero también plantarlos. Por eso queremos ofrecer una alternativa al plástico con un producto 100% celulósico, renovable y que no se atasca».

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En esta misma línea, el director general explica que la firma está desarrollando un proyecto con una empresa francesa que, «si sale bien, sería fantástico. Se trata de filtros para cigarrillos. Ahora son un drama, con todas las playas llenas de este residuo, porque se fabrican con un derivado plástico difícil de eliminar. Nosotros estamos intentando sustituirlo por un producto biodegradable».

Grandes marcas

Amunarriz señala que por Papel Aralar «pasan todas las grandes marcas buscando la piedra filosofal, un papel que lleve elementos naturales al dorso y que sirvan de barrera ante la humedad, la grasa y que sea termosoldable. En definitiva, que se comporte como un plástico. Ya hay productos de este tipo, como los envoltorios de las barritas Mars que se están elaborando con papel en Inglaterra».

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Amunarriz subraya que «estamos viviendo un movimiento imparable», en referencia a los nuevos hábitos de consumo. «En realidad, esto ya existía antes, los polos de los chavales iban dentro de bolsas de papel, no de plástico. Ahora bien, subirse a este tren requiere una gran inversión en I+D. Nosotros contamos con quince personas realizando pruebas constantemente».

Papel Aralar va bien, pero no ha sido inmune al Covid, de hecho, la facturación caerá un 15%. Amunarriz explica que hay mercados con una evolución al alza, mientras que otros han pinchado. Entre los primeros se encuentran la industria médica (bolsas para la esterilización de quirófanos, sobres de medicamentos o confección de ropa para sanitarios), así como el sector de la alimentación, que incluye etiquetas de cervezas y otras bebidas.

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Sin embargo, las ventas se están comportando «francamente mal» en líneas como sobrecitos de azúcar y en los envoltorios para sandwich y hamburguesas, es decir, en los productos afectados por el desplome del consumo por el confinamiento.

En esta situación se encuentra McDonalds, uno de los mejores clientes de Papel Aralar. La firma de Amezketa es uno de sus mayores proveedores en Europa y tenía en perspectiva ampliar el suministro a Estados Unidos, pero esta posibilidad por ahora se ha desvanecido.

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Tampoco el alto grado de internacionalización -exporta el 70% de su producción- sirve de colchón. Amunarriz señala que en otras crisis Estados Unidos podía compensar la bajada de ventas en Europa o viceversa. «Ahora el impacto es mundial. No hay dónde refugiarse. Es terrible». El primer cliente de la compañía de Amezketa es Estados Unidos, seguido de centroeuropa, Australia e India, en tanto que las ventas a China han bajado considerablemente.

Amunarriz muestra un moderado optimismo. «No me arrepiento de la inversión. La crisis es un bache puntual, aunque hacer pronósticos es complicadísimo por los rebrotes. De hecho -concluye el director general de Papel Aralar- nadie sabe si en otoño estaremos todos de juerga o en el hospital».

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El sector supone el 1,5% del PIB vascoy emplea a más de 2.000 personas

El sector del papel está siendo fuente de noticias. La semana pasada se dio a conocer que el grupo inversor alemán Quantum había comprado Papresa. La papelera de Errenteria era propiedad del fondo de inversión norteamericano KKR. Sus nuevos propietarios tienen como objetivo enfocarla hacia el embalaje.

Este sector ha pasado por mejores épocas, pero su peso sigue siendo significativo. El Clúster del Papel de Euskadi, formado por 34 socios, representa el 8% del PIB de la industria manufacturera vasca y el 1,5% del PIB de la CAV. Registró una facturación de 1.182 millones de euros en 2018 -últimos datos dados a conocer- un 5,9% más que el año anterior. Este alza se debió al buen comportamiento de las exportaciones, que proporcionaron 612 millones tras crecer un 1,6%. Las empresas del sector invirtieron 41 millones y emplearon de forma directa a 2.338 personas, un 8,4% más. En cambio, como dato negativo, la producción de pasta y papel, que fue de 1,3 millones de toneladas, sufrió una reducción del 2,6% debido a un contexto de mercado que fue empeorando a lo largo del año anterior.

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