Hiru, la tecnología guipuzcoana que permite controlar el mundo con la mirada
La 'start up' donostiarra Irisbond y el centro tecnológico Tekniker lanzan al mercado un dispositivo de seguimiento ocular para comunicarse con el entorno sin necesidad de contacto físico
La tecnología revolucionará el mundo, decían los clásicos del siglo pasado. Y así ha sido y está siendo. En tiempos del Covid, cuando el ... contacto físico ha pasado a ser una práctica ciertamente peligrosa, gana enteros el término denominado 'eye tracking', la tecnología de seguimiento ocular que permite controlar el mundo y mover objetos tan solo con la mirada. En el imperio de los sentidos que es la vida, tocar pierde fuerza. ¿Y qué gana? Mirar. Sólo mirar. ¿Es posible realizar tareas tan cotidianas como seleccionar una opción en pantalla, llamar al ascensor o sacar dinero de un cajero mediante un simple gesto ocular? Pues sí, lo es. Los avances digitales no tienen límites y la forma de interactuar con diferentes dispositivos cambia con rapidez. Prueba de ello son los sistemas 'eye tracker' como Hiru, un dispositivo tecnológico multiplataforma con label guipuzcoano que puede convertirse en el gran aliado, no solo de personas con movilidad reducida que padecen enfermedades como la ELA, por ejemplo; sino de cualquier persona, ya que hoy en día tocar una superficie que ha estado en contacto con el Covid-19, por ejemplo, puede ser una fuente de infección.
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Asimismo, de cara a futuro, esta tecnología se contempla como una posible herramienta de apoyo para dar un paso más en el camino hacia al transporte autónomo y su automatización, entre otras aplicaciones. El dispositivo ha sido lanzado al mercado en enero de 2021 por la start-up donostiarra Irisbond y ha contado con el soporte especializado del centro tecnológico Tekniker, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), para el desarrollo de la electrónica y mecánica completa del producto, que se conecta con otros dispositivos como tablets o PC vía USB.
Para ello, Tekniker, que cuenta con amplia experiencia en el desarrollo de producto electrónico, en sus procesos de certificación, además de instrumentación de ensayo propio, ha desarrollado el diseño electrónico del dispositivo (hardware, drivers de bajo nivel, software base para el desarrollo del sistema operativo propio), así como el diseño mecánico y la estética del producto.
El dispositivo atesora un diseño «resistente, moderno, compacto y vistoso» que cumpla todos los requisitos impuestos desde el punto de dispositivo electrónico
«Para lanzar el primer dispositivo de 'eye-tracking' multiplataforma al mercado, necesitábamos la colaboración de especialistas en lumínica, óptica y electrónica. Hemos encontrado en Tekniker el partner perfecto para complementar el conocimiento de Irisbond y desarrollar conjuntamente un proyecto muy avanzado, que, por primera vez en el mundo, va a permitir interactuar con dispositivos de cualquier sistema plataforma operativo con la mirada», explica Eduardo Jauregui, co-fundador y CEO de Irisbond.
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Se trata de un dispositivo electrónico que incorpora un micro de bajo consumo, una memoria DDR4, un sistema de iluminación LED infrarrojo y un sensor CMOS de última generación, lo que le permite realizar una rápida adquisición de imágenes y su procesado para el envío vía USB a un PC o tablet.
La integración también ha sido un factor clave en el desarrollo. En este sentido, ha sido necesario un gran esfuerzo por parte del departamento de diseño, fabricación y montaje de Tekniker para obtener un diseño resistente, moderno, compacto y vistoso que cumpla todos los requisitos impuestos desde el punto de dispositivo electrónico. «No hay que olvidar que uno de los potenciales usos del equipo es ubicarlo junto a una tablet, para poder controlarla. Como elemento portátil, el tamaño es especialmente crítico», precisan fuentes del centro tecnológico.
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El resultado del trabajo es un 'eye-tracker' de última generación, con procesamiento interno, gran resolución, un menor consumo y tamaño, un coste de fabricación más reducido y una alta velocidad de adquisición de imágenes. Además, tiene la ventaja competitiva de ser el único que se puede utilizar con las tres grandes plataformas de sistemas operativos en tablets y smartphones: Microsoft (Windows), Apple (iOS) y Android.
Proceso de certificación
Para su introducción en el mercado y su comercialización en Europa y Estados Unidos, el producto creado a raíz de la colaboración entre Tekniker e Irisbond ha superado un riguroso y complejo proceso de certificación, correspondiente al marcado CE y FCC. En menos de un año, se ha desarrollado, probado, certificado e industrializado un producto que puede venderse en todo el mundo.
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«Todo dispositivo que quiera comercializarse debe cumplir con los requisitos mínimos que establecen sus normativas aplicables. En el caso de dispositivos electrónicos como Hiru, es fundamental superar determinados ensayos de compatibilidad electromagnética (EMC), así como acreditar determinadas condiciones en cuanto a seguridad eléctrica y seguridad de uso», apuntan desde el centro tecnológico.
Se han planteado posibles aplicaciones en sectores como la automoción, el neuromarketing, la investigación, las 'smart homes', la robótica, la salud o la educación
La experiencia del centro tecnológico en este tipo de productos electrónicos, así como en sus procesos de certificación ha sido fundamental. Además, Tekniker cuenta con instrumentación de ensayo propia que le permite validar sus soluciones internamente.
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«En Tekniker integramos una metodología específica desde la fase de concepción de un dispositivo (hardware y software) que cumple unas normativas para poder acreditar e internacionalizar nuestros productos y, según el caso, lograr el Marcado CE, la certificación UL, la acreditación FDA o la certificación GL», añaden desde el centro tecnológico.
Gracias a esta solución, las empresas podrán desarrollar iniciativas que requieran de la libertad de controlar cualquier dispositivo con la mirada. De hecho, ya se han planteado posibles aplicaciones en sectores como la automoción, el neuromarketing, la investigación, las smart homes, la robótica, la salud o la educación. «Con este proyecto se ha abierto una vía para poder incluso desarrollar ámbitos mucho más profundos y desarrollar proyectos más ambiciosos», afirma Jauregui.
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