Sede principal de Sapa Placencia de Andoain, empresa especializada en sistema de transmisión de vehículos. LOBO ALTUNA

Sapa suministrará su tecnología al Ejército de EE UU con un acuerdo pionero por 5.000 millones

El grupo guipuzcoano desarrollará el sistema de transmisión de los nuevos blindados, su mayor programa hasta la fecha, e impulsará su facturación a los 800 millones de euros

Viernes, 10 de octubre 2025, 02:00

El grupo Sapa Placencia ha dado un salto histórico en su expansión industrial e internacional al sellar una alianza con la multinacional estadounidense General ... Dynamics para suministrar el sistema de transmisión de los vehículos blindados de nueva generación del Ejército de Estados Unidos. Según ha podido saber DV, el acuerdo, valorado en cerca de 5.000 millones de euros para Sapa, convierte a la firma andoaindarra en la primera tecnológica vasca y española que introduce ingeniería propia en un gran programa de suministro del ejército de la primera potencia del mundo. Este hito, fruto de una apuesta sostenida en I+D y tecnología propia, sitúa a la compañía de la familia Aperribay como una referencia global en movilidad y gestión eléctrica avanzada para vehículos blindados.

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SAPA PLACENCIA

  • Sede Sede principal en Andoain, oficinas en Madrid y planta en Michigan (EE UU).

  • Plantilla En España, unos 360 empleados, de los cuales un 30% dedica a I+D; en Michigan, alrededor de 60 empleados, con previsión de fuerte crecimiento.

  • Facturación Prevista de 110 millones de euros en 2026 en España; proyección de unos 800 millones en seis años gracias a acuerdos en EE UU y Europa.

El programa forma parte del proyecto Next Gen, el plan más ambicioso de renovación de blindados que impulsa el Pentágono, con una producción prevista de unas 7.000 unidades y un horizonte de ejecución de alrededor de quince años. La tecnológica guipuzcoana ya está entregando los sistemas y ha superado de forma satisfactoria la fase de validación, mientras que la fabricación en serie arrancará en 2028. Aunque Sapa estima que su participación puede alcanzar los 5.000 millones, esta cifra se enmarca dentro de un programa mucho mayor, que el Departamento de Defensa estadounidense despliega en fases y con diferentes contratistas y relaciones contractuales.

El salto al mercado norteamericano multiplicará también las cifras del grupo: Sapa, que cuenta con más de 300 proveedores locales, prevé aumentar su facturación de 110 millones de euros en 2026 a cerca de 800 millones en los próximos seis años, impulsada por los acuerdos en Estados Unidos y Europa. Con su sede central en Andoain y oficinas en Madrid, la compañía emplea a 360 personas en España, de las cuales un 30% se dedica a I+D. Su planta en Shelby, Michigan (EE UU), adquiere una relevancia estratégica, ya que la normativa estadounidense exige que la producción se realice dentro del país. La empresa planea un crecimiento significativo tanto en capacidad de producción como en plantilla al otro lado del Atlántico, aunque el impacto indirecto en Euskadi también podrá ser notable.

Referencia europea

Sapa es, desde hace años, una 'rara avis' en el ecosistema europeo de defensa: una empresa familiar que ha logrado situar tecnología propia y patentada en el corazón de los principales programas de la UE y la OTAN. Su gran avance ha sido el desarrollo de un sistema de transmisión que aprovecha el 90% de la potencia del motor, integrando inteligencia artificial capaz de analizar millones de datos en tiempo real. En esencia, la operación refuerza su posición como referente europeo en movilidad y potencia eléctrica embarcada, y consolida su presencia en los principales programas UE-OTAN, ámbito en el que suma ya 17 proyectos en veinte años.

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La transmisión no solo actúa como caja de cambios, frenos y dirección: es el cerebro del vehículo. Su tecnología puede reconocer la orografía del terreno, ajustar la respuesta energética y optimizar el rendimiento del motor y la movilidad, incluso aprendiendo del modo de conducción del operador. Este nivel de eficiencia y control supone una disrupción en el ámbito de los vehículos pesados, y convierte a Sapa en un actor singular en un sector dominado tradicionalmente por fabricantes estadounidenses y alemanes, como la propia Rheinmetall.

El acuerdo se inscribe en un contexto en el que Estados Unidos mantiene, con gran diferencia, el mayor gasto militar del mundo, muy por delante de China y Rusia, que ocupan la segunda y tercera posición. Esa magnitud explica el enorme atractivo que supone acceder al mercado estadounidense de defensa, un espacio prácticamente cerrado para tecnologías no norteamericanas y en el que Sapa ha conseguido abrir una brecha inédita para una firma europea.

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La alianza con General Dynamics llega, además, en pleno proceso de consolidación corporativa. La compañía prepara su salto al ámbito civil mediante un programa de tecnología dual, que trasladará sus avances en transmisiones eléctricas al transporte pesado y a la maquinaria industrial. En los últimos meses ha reforzado su equipo con dos fichajes estratégicos: Raül Blanco, expresidente de Renfe y exsecretario general de Industria, al frente de la Estrategia, y el general estadounidense Darren Werner, con experiencia directa en logística y programas del US Army.

Sapa mantiene también un papel destacado en el ecosistema industrial español, con una participación del 7,94% en Indra. Con su entrada en el mercado estadounidense, la guipuzcoana confirma su condición de principal exportadora de tecnología de defensa europea, y consolida su papel como una de las empresas con sistemas más avanzados en movilidad, energía embarcada y sistemas inteligentes de transmisión.

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