Ainara Otaño: «A las nuevas generaciones hay que transmitirles valores y escucharles»
Directora general de Petritegi ·
La directora de Petritegi concreta que «las innovaciones suponen un esfuerzo y una inversión, pero son necesarias para seguir siendo referentes»El caserío Petritegi se levantó en 1526 y desde sus inicios se dedicó al cultivo de la manzana y la elaboración de la sidra para ... su venta. «Nuestra familia lleva 6 generaciones manteniendo viva ambas actividades y adaptándolas a cada época», explica Ainara Otaño, la actual directora de la empresa de Astigarraga. Cogieron el testigo en 1890 y actualmente trabajan juntas miembros de la cuarta, quinta y sexta generación.
-¿Cómo se consigue la diferencia entre tantas sagardotegis?
-Hay varias razones. La primera es nuestra historia: son casi 500 años dedicados a la elaboración tradicional de sidra. También hay que subrayar el esfuerzo de nuestra familia por mantener viva esta herencia e irla adaptando a cada época. Otro rasgo distintivo pasa por una larga experiencia en el oficio sidrero, que supera ya los 100 años y que ha alcanzado ya la sexta generación de nuestra familia. Por último, nos define la apuesta por la calidad de nuestras instalaciones y productos, y por desarrollar la 'sagar-kultura'.
La empresa
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Año de fundación: 1526. La empresa de Astigarraga tiene en plantilla a 45 personas.
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La actividad: cultivo de manzana sidrera. Elaboración y venta de sidra y derivados de la manzana. Ocio cultural y gastronómico. Alojamiento rural.
-¿Qué les ha llevado a ir más allá y crear experiencias y planes para niños?
-Es una adaptación a los nuevos tiempos. Antiguamente la mayoría de los clientes de la sidrería eran hombres adultos, pero con el paso del tiempo las mujeres y las familias también comenzaron a frecuentar Petritegi. Así, elaboramos zumo de manzana artesano y hemos creado talleres dominicales para los más pequeños y actividades específicas para las familias. Creemos que la cultura de la manzana es una parte muy importante de la identidad guipuzcoana y que nuestros niños la deben conocer y disfrutar.
-¿Cómo buscan adaptarse a las nuevas tendencias?
-Petritegi lleva en su ADN el espíritu pionero de nuestra familia. Creemos que es importante conocer bien nuestro sector y las tendencias para tener una visión amplia y a largo plazo. Es la vía para dar los pasos correctos, ya que las innovaciones suponen un esfuerzo y una inversión económica a tener en cuenta, pero son necesarias para seguir siendo referentes.
-¿Qué retos tiene por delante Petritegi?
-Adaptar nuestra actividad, basada en el cultivo de la manzana y en la elaboración de sidra, a la época actual. Para ello, hemos establecido varias líneas de trabajo: la profesionalización de la gestión y del equipo; la diversificación de productos, los sellos de calidad y la internacionalización; la sostenibilidad de nuestra actividad; y desarrollar nuevas experiencias para atraer a los jóvenes a la cultura sidrera, entre otras iniciativas.
-¿Cuándo supo que quería seguir con el negocio familiar?
-He nacido en la sidrería y mi familia me ha transmitido desde pequeña la pasión por la manzana y la sidra. En 2007, mi padre Joaquín, quien llevaba la dirección de la empresa, y su hermano Juan Luis decidieron que se querían jubilar. Entonces el órgano familiar decidió que Jokin Otaño, mi hermano mayor, asumiera la dirección de Petritegi. Desgraciadamente murió en 2009, y entonces me eligieron a mí para el cargo. Yo no me había planteado nunca dirigir el negocio familiar.
«He trabajado para la profesionalización tanto de la familia como del equipo&rdquo
-¿Cómo ha afrontado este reto?
-He tenido que formarme mucho a lo largo de estos 10 años. Durante los últimos años, he llevado a cabo varias formaciones para desarrollar mis habilidades directivas, lo que considero clave para que el negocio vaya por el buen camino. Conozco muy bien todas las áreas de la empresa, la realidad de nuestro sector y las tendencias actuales. Hoy en día estoy preparada para llevar la dirección de Petritegi y en ningún momento me he planteado dejar la empresa.
-¿Cómo aportó su toque personal al negocio?
-Tengo muy claras la misión y la visión de Petritegi: mantener viva la herencia de la cultura de la manzana y de la sidra y adaptarla a los nuevos tiempos para dar continuidad al negocio familiar. Los ejes para ello serán el desarrollo de la Euskal Sagardoa, las actividades culturales, así como nuevos servicios de ocio gastronómico y cultural para llegar a las nuevas generaciones y a otros públicos.
-¿Qué ventajas tiene trabajar en una empresa familiar?
-Todos los miembros estamos implicados en el negocio y tenemos asumidos los valores de respeto, unión y dedicación que nos trasladó Joaquín Otaño.
-¿Inconvenientes?
-La dificultad de desconectar. Todos vivimos en Astigarraga y coincidimos muchas veces fuera del ámbito laboral y resulta complicado abstraerse. Nos llevamos la empresa a esos ámbitos poco comunes de trabajo.
-¿Cómo hay que educar a la sexta generación para cuando coja el testigo?
-Mis sobrinos, que ya están trabajando con nosotros, y el resto de miembros de la sexta generación han nacido en otra época, tienen otra formación y unas ideas diferentes a las nuestras. Por tanto, debemos de ser capaces de trasmitirles la misión de la empresa y los valores que hemos heredado y creemos indispensables para el éxito de Petritegi: el respeto, la unión y la dedicación. Y también es importante que sepamos hacer nuestras y dar cabida en la empresa a su propia visión del negocio, inquietudes y energía.
-¿Cuáles son las medidas que ha impulsado para ejercer un buen liderazgo?
-Desde que en 2010 entré en la dirección de Petritegi, he trabajado por crear una estructura eficaz y he impulsado la profesionalización de la familia y del equipo. Creo que lo más importante ha sido crear equipos de trabajo en los que sus miembros se sientan comprometidos y motivados. Y que tengan autonomía y flexibilidad. Establecer una buena coordinación y comunicación también es importante para que todo fluya correctamente.
-¿Qué ha aprendido al frente de Petritegi?
-A saber dirigir una empresa de este tamaño y de gran reconocimiento más allá de nuestro propio sector, así como a gestionar a un importante número de personas. También he logrado tener una visión mucho más amplia y elevada de la propia empresa y del sector. Y por último, ser aún más consciente de que lo más importante en Petritegi, antes y ahora, son las personas que lo formamos.
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