Eduardo Junkera: «Euskadi necesita políticas estratégicas de largo plazo para atraer talento y recuperar la industria»

–En un reciente informe, Adegi señalaba que las empresas de Gipuzkoa necesitarán cubrir 8.500 empleos este año, prácticamente la mitad, de nueva creación. Está en línea con las previsiones realizadas en febrero.

–Los últimos datos que tenemos sobre el empleo, que son más recientes de lo que dijimos en febrero, así lo indican. Por lo tanto, de momento mantenemos nuestras previsiones.

–El 80% de las empresas tiene dificultades para localizar los perfiles que necesitan, son cuatro puntos más que en 2022; es un problema acuciante. ¿Qué medidas habría que abordar?

–El tema está ahí; muchas empresas lo soslayan haciendo planes de formación interna. En el ámbito de la formación profesional, por ejemplo, está siendo posible gracias a la flexibilidad de ese tipo de formación y a que se están haciendo programas ad-hoc para las empresas; la formación dual es muy positiva. Se va paliando la situación, aunque efectivamente la falta, ya no de perfiles sino incluso de personas, es una auténtica realidad.

–¿Se podrán cubrir por lo tanto, esos 8.500 empleos?

–En estos momentos donde faltan, como digo, personas, lo que tenemos que tratar es de minimizar el despilfarro que se produce cuando nuestros jóvenes no aciertan con la carrera que eligen. Y en ese sentido, Adegi está tratando de acercar de la forma más temprana a las familias y a los jóvenes a la realidad de lo que es el mundo de la empresa, y particularmente el mundo de la industria, con el objeto de alinear las necesidades que tienen las empresas con la oferta académica.

–Hay déficit en perfiles muy variados. ¿Habría que profundizar en programas dirigidos a los inmigrantes?

–Demandamos que se establezcan planes de atracción de talento o incorporación de inmigrantes de países concertados, que vinieran con una formación alineada con nuestras necesidades. Habría que establecer convenios con esos países, pero sobre todo, hacer una política de largo plazo con una visión estratégica.

–Otro aspecto que preocupa a las empresas es la actitud y disposición de los aspirantes. Desde la Cámara de Gipuzkoa se ha señalado que no hay una cultura del esfuerzo. ¿Comparte esa reflexión?

– Asistimos a unos cambios de generaciones. Y eso lo tenemos que asumir. Las empresas tenemos que saber gestionar eso y hacer que, efectivamente, esas personas se motiven. Desde el mundo empresarial podemos cambiar las actitudes de las personas para con la empresa. Lo enmarcamos en este concepto de la nueva cultura de empresa, que va de eso, precisamente, de tratar de que, efectivamente, las personas hagan suyo el proyecto empresarial, que les motive y que terminen más implicados. Esa dinámica, va de personas y de empresa y, evidentemente, nos va el futuro en ello, de conseguirlo o no conseguirlo.

–El absentismo también está escalando posiciones. ¿Son realmente los datos tan alarmantes como dice la patronal vizcaína Cebek?

–Es un dato que está ahí, pero hay que analizarlo en profundidad. Absentismo es toda la ausencia del trabajo. Pero claro, hay absentismo en empresas, en la administración, en diferentes estamentos.

–¿Si nos centramos en el absentismo por bajas laborales, que es el real, cuál es la situación?

– No tenemos datos concretos, porque cuando preguntamos a las empresas, aún no tienen establecidos unos sistemas homogéneos como para que realmente los datos que se manejan nos puedan llevar a análisis concretos. El único dato que tenemos es el global y evidentemente como sociedad sí nos debería preocupar, pero lo que también tenemos contrastado y aún no lo podemos expresar con cifras, es que precisamente las empresas u organizaciones que tienen este concepto de la nueva cultura incorporado, tienen un menor absentismo. Es un tema que nos preocupa, lo hemos tratado en los últimos consejos rectores. Adegi tiene entre sus deberes para el futuro el analizar más en concreto ese fenómeno.

–Se está analizando desde hace más de un año en la Mesa de Diálogo Social y no se llega a un diagnóstico compartido. ¿Demuestra la complejidad del problema?

–Sí, sí, por eso. Es complejo. Hay un saco en el que se meten muchas cosas. Hemos hecho un intento de encuesta, pero los datos que nos han dado son totalmente heterogéneos y no podemos sacar conclusiones.

–Reclaman que se aborde de forma conjunta. ¿A qué se refieren?

–Como nosotros somos dialogantes, cualquier foro donde realmente se aborden los problemas de una forma clara y con talante constructivo. Lo interesante sería que todas las fuerzas sindicales también se sumasen al debate y al análisis.

–Otro factor que ha encendido las alarmas es el descenso de las inversiones productivas. ¿Es un tema coyuntural por la ralentización económica o podría ser algo más estructural?

–Yo espero que sea un tema totalmente coyuntural y que esté estrechamente relacionado con el intento del BCE de enfriar la economía, con las subidas de tipos de interés.

–La Cámara de Gipuzkoa señala que hay una crisis del modelo industrial en el viejo continente y se reclaman pactos de país para que Gipuzkoa no pierda el tren de la competitividad.

–Si sacamos una fotografía instantánea, no tenemos una mala situación. Euskadi tiene incluso un peso de la industria en su economía relativamente importante, y eso es bueno porque una economía basada en la industria siempre es más competitiva. Pero si miramos a la última década, vemos que la industria va perdiendo peso tanto en nuestro país como en todo el continente europeo. Eso sí es preocupante y exige un análisis para ver si somos capaces de establecer políticas o planes estratégicos de largo recorrido. Y los países asiáticos emergentes van ganando peso en la industria.

–Está ocurriendo claramente con el vehículo eléctrico. China ya empieza a tener plantas en España.

–Biden ha anunciado una subida de aranceles a los productos asiáticos. Son medidas proteccionistas que en Europa también es lógico que se den, porque evidentemente los productos que fabrica China pueden estar fabricados en un contexto no solo subvencionado, sino que no atienden a las exigencias medioambientales que se imponen en Europa. Pero también eso lo van a soslayar con un poco de tiempo, porque China va a fabricar aquí los coches que pretende vendernos.

–CCOO indicaba esta semana que la productividad real ha crecido en España entre 2018 y 2023 un 13% y los salarios reales solo lo han hecho un 4%.

–Adegi no ha firmado ningún convenio en los últimos 25 años por debajo del IPC, incluso durante la pandemia. Además, hay unos cuantos pactos que se han actualizado, con lo que ello supone. Ahora se están recuperando los márgenes empresariales, pero han estado muy, muy dañados.