Una de cada cuatro compañías industriales en Gipuzkoa, obligada a solicitar un ERTE

Los grandes números son conocidos y actualizados de manera regular, pero DV ha accedido a un informe elaborado por Adegi que baja a pie de pista esos datos macro y revela la letra pequeña de los ERTE del territorio. Un documento que ofrece dos grandes conclusiones. La primera, que tras iniciarse el aluvión de solicitudes (en su inmensa mayoría por razones de fuerza mayor o, lo que es lo mismo, por impacto directo del cierre decretado por el Gobierno), pasado el ecuador de marzo, el ritmo frenó a finales del mes.

Y la segunda, que, como en tantas otras cosas, el entorno influye. Y es que los dos grandes picos de solicitudes llegaron un día después de que Pedro Sánchez confesara que pediría al Congreso una prórroga del estado de alarma y 24 horas más tarde de que Iñigo Urkullu sacara el bazuka con 841 millones en ayudas y, por su parte, el ICO activara 20.000 millones en créditos para pymes y autónomos. Eso fue el 22 y el 25 de marzo, y el 23 y el 26 se pidieron en Gipuzkoa 1.339 y 1.170 ERTE, respectivamente.

Ese hilar fino del informe de la patronal (con datos entre el 5 de marzo y el 6 de abril) desvela que el territorio protagonizó el 34% de los expedientes de todo Euskadi, con 7.889 solicitudes (de los que 7.359 fueron por fuerza mayor), que afectaron a 50.641 trabajadores (45.020 de ellos en los casos de fuerza mayor), el 21,1% de los vascos inmersos en un ERTE.

En ese periodo, el departamento de Trabajo del Gobierno Vasco recibió la friolera de 23.178 expedientes para enviar al paro (temporalmente y sin que cuenten realmente en la estadística de desempleo) a 157.945 trabajadores. Los números asustan, y explican, por un lado, el llamamiento desesperado de las asesorías ante el cuello de botella producido y, por otro, el incremento en 110 del número de funcionarios vascos dedicados a este asunto abordado por Ejecutivo.

Tomando en cuenta el global de las empresas con cotizantes en Euskadi con trabajadores por cuenta ajena, los 23.178 ERTEs, para 157.945 personas, presentados en ese periodo significan que el 37,7% de las compañías vascas y el 22,1% de las plantillas están afectados por esta otra pandemia. En el caso guipuzcoano, ese porcentaje se eleva a casi cuatro de cada diez -en concreto, al 38,4% del tejido productivo (más que la media)- y al 21,8% de los empleados, un poco por debajo del promedio vasco.

¿Y los sectores? ¿Y el tamaño de las empresas involucradas en un ERTE? El documento de Adegi, que solo incluye expedientes registrados en Euskadi, no los de empresas con centros de trabajo también fuera de la comunidad y que en ocasiones han de presentarlos fuera, arroja otra certeza hiriente.

Y es que el 97,5% de los ERTE guipuzcoanos de este último mes (y el 66,8% de los trabajadores afectados por los mismos) se han dado en empresas pequeñas, de menos de 40 empleos. Las medianas solo suponen un 2,1% de los casos aunque un 16,2% de los damnificados, mientras que las grandes firmas suponen solo un 0,4% de los expedientes pero afectan a un 17% de los involucrados.

Cuando se acerca la lupa a los distintos sectores de actividad en Gipuzkoa, se aprecia que el grueso de este ajuste temporal de empleo -que los expertos advierten que podría transformarse despusé en otro definitivo en función del tiempo durante el que se prolongue la pandemia- se ha cebado con los servicios.

Lógico, si se tiene en cuenta que es el segmento de actividad que antes se vio afectado por el estado de alarma. Así, según los datos de Adegi, el 43,6% de las empresas de servicios se han visto afectadas, en mayor o menor medida, por un ERTE, frente al 24,4% de la industria, el 15,8% de la construcción o el 8,2% del agro. Cabe recordar que el promedio en Gipuzkoa era del 38,4%.

Como dato relevante, el informe destaca también que la afectación en cuanto al empleo por sectores deja en el 23,6% el índice de personas sometidas a un ERTE sobre el total de trabajadores en los servicios, mientras en la industria esa ratio se queda en el 18,8%, que cae al 11,4% en la construcción y al 11,2% en el sector primario. La media guipuzcoana en este caso es del 21,8%.

Los dos subsectores de actividad con mayor incidencia en cuanto a ERTEs son la hostelería (con un 28,8% de todos los expedientes del territorio y un 24,3% de los afectados), seguida del comercio, protagonista del 26,1% de los ajustes temporales de empleo y que ha visto como el 19% de su plantilla se veía involucrada en los ajustes.

Sumadas sus cifras vemos que bares, restaurantes y tiendas en general son los grandes protagonistas involuntarios de este tsunami de recortes temporales con el 54,9% de los ERTE presentados y el 43,3% de los damnificados, frente a las medias del 52% y el 40,7%, respectivamente, en Euskadi. Esto da fuerza a las reivindicaciones del sector en el territorio, que clama por ayudas urgentes al verse más afectado que en Bizkaia o Álava, dado también el evidente peso del turismo en la economía de Gipuzkoa.

La industria del Metal, en su más amplia acepción, protagoniza el 3,7% de los ERTEs, aunque supone casi el 15% de las personas afectadas en Gipuzkoa. El resto de la industria supone un 4,4% de los expedientes y un 6% de los trabajadores involucrados. De otra parte, uno de los sectores más afectados en este sentido es el que Adegi denomina como de servicios personales, que se lleva el 13,8% de las solicitudes y el 12,8% de los afectados.