«La crisis energética durará todo lo que tarde la transición hacia un nuevo modelo»
El economista, que ofrece esta tarde una conferencia en el Foro Ekonomistak en Donostia, aboga por dirigir mejor las ayudas a las familias vulnerables para evitar un estallido social
El director de Coyuntura y Análisis Internacional del centro de análisis Funcas, Raymond Torres, ofrecerá esta tarde, a las 19.00 horas, una conferencia en ... el XX Foro Ekonomistak que organiza el Colegio Vasco de Economistas en el Kursaal, bajo el título de 'Crisis energética, tensiones geopolíticas, inflación: ¿tormenta perfecta o cambio de modelo?'.
– ¿Atendiendo al título de la conferencia, estamos ante una tormenta perfecta o un cambio de modelo?
– Estamos ante una tormenta perfecta porque tenemos tres perturbaciones o shock: la energética, que ha sido muy violenta, que conlleva un reguero de inflación, y que es muy similar a la que vivimos en la década de los 70; a eso se añade, una perturbación geopolítica, una especie de nueva guerra fría e incluso indicios de desglobalización; y finalmente, una monetaria producida por ambas cosas. Es como una era distinta de política monetaria más allá de las subidas de tipos de interés. Pero al mismo tiempo supone un cambio de modelo.
– Ve insuficientes las medidas anunciadas para hacer frente a la crisis energética. ¿Qué faltaría?
– Lo más importante es una acción centrada en los hogares más vulnerables y en las empresas más expuestas al choque energético para que no cierren. Esto requiere unas ayudas más cuantiosas. Y en lo que respecta a los hogares, hay una dilución de medidas, que habría que agrupar en un gran dispositivo que llegue mejor, porque de no hacerlo, generará más malestar social y se puede abrir un gran frente social, como está ocurriendo en Francia. También habría que introducir incentivos para cambiar el modelo energético.
–En Europa está costando acordar un tope al precio del gas y en extender la excepción Ibérica.
–Cada país tiene su propia estructura energética y sus intereses. Lo más importante es que ya no queremos depender de suministros de países que no son seguros. Esto nos lleva a pensar que tenemos que tener una cierta autonomía desde el punto de vista energético. La crisis durará todo lo que tarde la transición hacia un nuevo modelo energético y que Europa participe en este esfuerzo. La excepción Ibérica, aunque no sea la panacea, hay que extenderla. Y hay otras medidas, como la compra conjunta de gas, que puede ser útil si pesamos lo suficiente en los mercados. Pero será más fundamental una inversión más importante de Europa. Debería considerar un fondo como los Next, para concebir un modelo energético mucho más interconectado y ser más resilientes. Tiene que jugar un papel más importante en la superación de la crisis y en el cambio de modelo.
«La recuperación será más rápida en España porque no tenemos racionamiento energético, y la inflación se irá desescalando»
–El BCE aprobará previsiblemente hoy una nueva subida de tipos. El FMI advierte de que la carrera de los bancos centrales por subir los tipos puede provocar un daño financiero colateral. ¿Hablamos de carestía de hipotecas, bajada de consumo...?
–Una parte es esa. Otra parte es que si hay una sobreactuación de la política monetaria puede provocar una recesión, además del impacto que ya de por sí vamos a tener de pérdida de poder adquisitivo por la inflación y la crisis energética. Si provocara una recesión se generaría un bucle muy negativo de pérdida de empleo, impago de hipotecas y se nos abriría un frente financiero. Esto ya ocurrió en otras épocas, como en 2008. Después de dos años y pico de subidas de tipos que apenas generó una desaceleración, de repente cayó el PIB porque se generó ese bucle perverso de caída de empleo, subida de mora...
–(....)
–Además, hay otra cosa que no sabemos cómo nos puede afectar y es el impacto que va a tener la subida financiera en la sombra. Ha crecido todo un sector que no está regulado por los bancos centrales y que está muy apalancado. En este momento hay fondos de pensiones y otros actores financieros que han comprado valores sin disponer de una parte en liquidez. Si baja la remuneración de esos valores estos fondos tienen que cubrir esa parte de liquidez que se les exige. Si ocurre de forma generalizada buscan todos liquidez como locos y obliga a los bancos centrales a intervenir. Este es un gran interrogante en este momento. Esto podría complicar la labor de los bancos centrales en la subida de tipos.
–La AIReF apunta a que España puede entrar en recesión en el último trimestre de año.
–Nuestra estimación para el tercer trimestre es que todavía habrá un ligero crecimiento. Pero hay que esperar a los datos del INE que se darán a conocer mañana. Si se produjera una contracción en el tercer trimestre y también en el cuarto, que es más previsible, estaríamos hablando de recesión técnica.
–Se habla de recesión técnica, pero con una recuperación rápida del PIB. Estamos en otra situación diferente a la crisis financiera.
–Nosotros pensamos que en la medida en que los precios energéticos se estabilizan porque llega un momento en que la propia recesión mundial por sobrecostes –China está al borde de la recesión, aunque no lo cuente, y Alemania está ya; además hay más de 40 países que están en rescate por parte del FMI– tendrá una incidencia. El hecho de que España no haya un racionamiento de la energía ayudará a recuperarnos, y también la inflación se irá desescalando. La pérdida de poder adquisitivo será menor y con el empuje del turismo... la recuperación será más rápida.
«Se podría hacer por sectores, pero un acuerdo más amplio enviaría un mensaje de confianza a la economía»
–En este escenario el Gobierno central aboga por un pacto de rentas. La CEOE se resiste a volver a la negociación. ¿Cuál es su posición al respecto?
–Aquí el problema es que si solamente cede uno de los actores sociales, como los asalariados, que son mayormente los que más sufren, lo que puede pasar es que puede explotar el malestar social y esto puede llevar a una perturbación adicional que sería la social, y que se añadiría a las tres iniciales. Esto no interesaría tampoco al mundo empresarial. Por otra parte, si todo el ajuste lo soportara la empresa por la indexación del IPC, llevaría a una pérdida de competitividad de la economía española. Hay una vía intermedia que solamente se encuentra negociando. Se puede conseguir sector por sector. Es una solución, aunque algunos sectores tienen menor cobertura de negociación colectiva y siempre hay una competencia entre sectores. Sería mejor si hubiera un pacto de rentas más amplio, lo que enviaría un mensaje de confianza a la economía. Y otro aspecto positivo de la economía española es que todavía mantenemos un balance positivo de la balanza por cuenta corriente.
Pacto de pensiones
–El Gobierno tiene que aprobar antes de que finalice el año la segunda parte de la reforma de las pensiones que le exige Bruselas. La CEOE reclama ahora restaurar el factor de sostenibilidad, que conllevaba un recorte de las mismas, y cuya derogación apoyó.
–España tiene compromisos con Bruselas para la sostenibilidad del sistema de pensiones. El problema es que si al pacto de rentas se añade la indexación de las pensiones al IPC, con las pensiones más altas se podría contemplar repartirlo en varios años, como con los funcionarios. Si hay un pacto de rentas se podría extender también a las pensiones.
–Se pretende destopar las pensiones máximas, elevando la cotización pero también las prestaciones. El debate está en si tienen que ir acompasadas.
–Si se destopa, el beneficio es a corto plazo, para un gasto posterior, con lo que el beneficio es transitorio. Si la compensación en términos de pensión es menor que el destope hay un impacto neto positivo. Es lo que queda por dilucidar.
«Las prestaciones más altas pueden soportar cotizaciones más elevadas sin que se les compense del todo»
–¿Es usted partidario de esa equivalencia?
–Teniendo en cuenta los desequilibrios del sistema, si hay una reforma en su conjunto, con periodos de cotización más amplios, posiblemente el retraso de la edad de jubilación en un año, manteniendo las pensiones más bajas indexadas, se podría considerar algo así. Las pensiones más altas pueden soportar cotizaciones más altas sin que se les compense del todo.
–Habla de alargar la edad de jubilación otro año más.
–Es una de las opciones que se están manejando junto con la ampliación del periodo de cálculo. Es importante que un economista dé opciones, pero sin decantarnos por alguna, porque hay colectivos muy diversos. No es lo mismo un profesor universitario que el operario de una obra. Hay países que han tenido en cuenta esas diferencias para calibrarlo.
–Sin embargo en Francia todavía está en 62 y hay una fuerte contestación social ante el intento de elevarla.
–Está en 62 y con algunos colectivos pudiendo hacerlo antes. Macron ha intentado elevarlo a los 65 años y se ha encontrado con una fuerte contestación social.
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