El convenio del Metal marcará este año la negociación colectiva de Gipuzkoa
Afecta a más de 30.000 trabajadores y arrancará el jueves, en un 2023 en el que tocan también el de la Industria y Comercio de Alimentación y el de Artes Gráficas, entre otros
Viernes, 20 de enero 2023, 07:10
El convenio del Metal de Gipuzkoa, que afecta a más de 30.000 trabajadores, es un referente no solo para la negociación colectiva del territorio ... sino también para la del resto de Euskadi. Y este año toca renovarlo, junto a otros sectoriales también de gran peso como son el de la Industria y Comercio de la Alimentación y el de Artes Gráficas. Todo un reto para los agentes sociales, máxime en un momento en el que la inflación sigue siendo elevada y se va a convertir en el caballo de batalla a la hora de pactar las subidas salariales.
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El anterior convenio, firmado en 2020, fue calificado de «histórico tanto por la patronal Adegi como por los tres sindicatos que lo suscribieron: ELA, que propició el acuerdo, así como LAB y CC OO, que se adhirieron posteriormente». UGT se desmarcó del mismo. Y es que aquel pacto acababa con diez años de bloqueo en el sector entre Adegi y los sindicatos.
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40.097 trabajadores están afectados por los convenios sectoriales que toca negociar este año.
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9.720 empleados tienen las empresas de más de 100 trabajadores que tienen que renovar sus pactos.
Un calificativo que aludía no solo al contenido del mismo sino también al propio proceso de negociación que, a decir de Adegi, fue «modélico y sin conflicto, rápido, negociado desde una actitud positiva por ambas partes y que denotaba un ejercicio de confianza». La patronal guipuzcoana incidía entonces en que el acuerdo era consecuencia de «una negociación basada en el diálogo y la colaboración frente a la confrontación» y que se convertía en un referente para iniciar un nuevo tiempo en las relaciones entre los agentes sociales».
Mesa constituida
Los sindicatos hicieron hincapié en los contenidos logrados, que se convertían también en un «referente», según ELA, y que satisfacía a LAB y CC OO aunque consideraban que podría haber sido mejor. Y es que el acuerdo contemplaba incrementos salariales de un total del 9,6% desde 2012 hasta 2020, y en 2021 y 2022 IPC en tablas y reales para todas las empresas del sector. Además incluía ultraactividad indefinida –entonces no existía aunque ahora se ha recuperado en la legislación laboral–, subrogación para las personas subcontratadas y prioridad aplicativa del convenio de Gipuzkoa frente al estatal, entre otras cuestiones.
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Tras este hito toca volver a negociar. La mesa se constituyó el pasado 12 de enero, con ELA como sindicato mayoritario (47,79% de representación), LAB (35,75%) que quiere marcar perfil propio, CC OO (12,16%) y UGT (4,30%). El próximo jueves, día 26, tendrá lugar la primera reunión negociadora. LAB ya ha puesto las cartas sobre la mesa y ELA ha dado alguna pincelada, aunque habrá que esperar a las plataformas concretas para conocer los derroteros por los que discurrirá la negociación.
La central nacionalista ya ha adelantado que afronta esta negociación con el objetivo de que «el reparto de la riqueza sea acorde con la situación positiva que vive el sector y que sea compatible el trabajo y la vida». Asimismo, aboga por «trabajar la unidad con seriedad», ya que considera que «es mayor garantía para conseguir un convenio con contenidos positivos». Y es que en Bizkaia y Araba la central nacionalista ha ido por separado.
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LAB también adelantó el pasado 30 de noviembre los aspectos fundamentales de su plataforma, que entregó ese día a la patronal al tiempo que realizaba una concentración ante Adegi. La misma incluye la necesidad de preservar el poder adquisitivo de los trabajadores con subidas salariales que garanticen el IPC y una reducción de jornada que la fije en 1.592 horas. También reclamará completar las incapacidades temporales, mejorar la prevención en materia de siniestralidad laboral, así como los permisos y licencias, acotar la disponibilidad de horas, establecer un protocolo contra el acoso sexual, y realizar un diagnóstico específico para aumentar la presencia de las mujeres.
«Diferir el impacto del IPC»
Adegi no suele mostrar sus cartas hasta que plantea una propuesta concreta en la mesa negociadora, aunque últimamente, y a raíz de la elevada inflación, ha abogado por repercutir ese IPC tan alto de forma diferida en los ejercicios siguientes. Un ejemplo de ello es el reciente acuerdo del convenio del Textil de Gipuzkoa, alcanzado el pasado miércoles día 11.
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El mismo contempla la recuperación del IPC entre 2010 y 2021 (14,1%), ya que el convenio anterior estaba impugnado y algunos trabajadores no habían tenido subidas salariales. Además, desde 2022 y hasta 2025 se garantiza un incremento salarial del IPC. Así, en 2022 será del 4,5%, y este ejercicio del 5%, mientras en 2024 y 2025 será del IPC más el 1,4% en cada uno de los ejercicios, con el objetivo de recuperar la diferencia entre la inflación de los dos años anteriores y la subida pactada.
Además del convenio del Metal de Gipuzkoa, la negociación sectorial tendrá que abordar también este año los pactos de Industria y Comercio de Alimentación, que cuenta con 6.344 empleados; el de Artes Gráficas (1.194); el de Limpieza pública viaria y recogida de Residuos Sólidos Urbanos (1.329) y el de Intervención Social (997). En total afecta a 40.097 trabajadores.
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A ellos se suma la negociación de los acuerdos de empresa. Si tomamos como referencia aquellas firmas del territorio que tienen más de cien trabajadores, son 25 las que tendrán que actualizarlo con una afección de 9.720 empleados. Entre ellas, corresponde renovar los acuerdos en algunas tan significativas como Ingeteam, Michelin, Cie Legazpi, Alcorta Forging, Gamesa Energy Transmision, Jaso, Voith Paper, Distribuidora Farmacéutica o Pasaban.
El de Bizkaia, en proceso de mediación tras doce días de huelga
El convenio del Metal de Bizkaia ha seguido un recorrido muy diferente al último de Gipuzkoa ya que el desencuentro entre patronal y sindicatos ha derivado en una docena de jornadas de huelga y en un enquistamiento, que ha obligado a LAB, CC OO y UGT a solicitar la mediación del Gobierno Vasco, que también aceptó ELA pese a ir en este conflicto por separado. El primer encuentro de esa mediación tuvo lugar el pasado lunes y se han citado de nuevo para el lunes con el objetivo de tratar de acercar posturas. Con todo, ELA sigue insistiendo en que «solo las movilizaciones y las huelgas harán moverse» a la Federación Vizcaína del Metal (FVEM). El convenio afecta a unos 50.000 trabajadores. Por su parte, el de Araba se acordó en noviembre del año pasado tras cuatro años de negociaciones y cuatro días de huelga, sin que lo rubricara ELA.
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