Confebask insiste en pedir flexibilidad a los sindicatos para evitar despidos

«Tenemos que preservar las empresas para preservar el empleo», señaló ayer Zubiaurre en un acto convocado por la asociación APD en el Palacio Euskalduna de Bilbao para analizar la coyuntura y las perspectivas económicas en el País Vasco, al que también asistieron el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, y relevantes líderes empresariales como los presidentes de Ingeteam -Teresa Madariaga- y Eroski -Agustín Markaide- y el director de Mercedes, Emilio Titos.

Zubiaurre alabó el papel que juega la Mesa de Diálogo Social -un foro en el que además del Gobierno y los empresarios sólo se sientan CC OO y UGT-, pero reconoció que cuando se desciende al terreno de una empresa concreta, con problemas estructurales, «nos encontramos con un muro por respuesta que bloquea toda posibilidad de acuerdo acerca de una mayor flexibilidad o determinados ajustes necesarios». Se refería con ello a propuestas como la realizada hace ya algunos meses por Tubacex, cuando la dirección de la compañía apostó por una reducción de costes laborales como alternativa a la eliminación de 150 empleos en sus plantas de Llodio y Amurrio

«No se puede cerrar los ojos a la realidad -añadió el presidente de Confebask-, porque cuando una empresa está en situación grave hay que llegar a acuerdos internos para ser más flexible y poder realizar ajustes sin tener que recurrir a medidas más traumáticas». En ese mismo contexto, apeló a una negociación «pacífica» en un momento en el que se reproducen las escenas de enfrentamientos entre trabajadores de empresas en crisis y efectivos de la Ertzaintza.

El acto contó en la clausura con el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, quien elevó el tono de la crítica al Gobierno central en relación con la aplicación de los fondos europeos de recuperación. Si hasta ahora los mensajes estaban dirigidos a reclamar una «gestión compartida», que permita al Ejecutivo autonómico jugar algún papel en su adjudicación, ayer criticó el fondo de algunas decisiones adoptadas por el Gabinete de Pedro Sánchez.

Azpiazu se refirió a los anticipos de esos fondos que han sido consignados en el Presupuesto General del Estado para este año y, en especial, a la pobre atención que tendrán las ayudas a la industria, la ciencia y la educación. En concreto citó los 1.708 millones presupuestados por el ministerio de Industria, Comercio y Turismo, de los cuales sólo 110 se dirigen a la industria. La crítica encaja en el temor del Gobierno Vasco ante la posibilidad de que buena parte de las ayudas se destinen a sectores y empresas con poca incidencia en Euskadi.

Con el ejemplo que puso ayer el consejero, existe la creencia de que el sector turístico va a tener un apoyo proporcionalmente superior. Así, Azpiazu apuntó que algunas decisiones ya adoptadas le generan dudas de que estemos ante acciones que «tengan un objetivo transformador», como el que ha inspirado la aprobación de estas ayudas por la UE.

Por otra parte, la presidenta de Ingeteam, Teresa Madariaga, se mostró optimista en torno a las posibilidades de su empresa de aprovechar la ola de inversiones que va a generar la transición energética y la expansión de la movilidad eléctrica, claves en los 'Next Generation'. Y el presidente de Eroski, Agustín Markaide, reconoció que la pandemia había tenido un efecto positivo sobre las compañías que, como la suya, se dedican a la alimentación.