Confebask prevé que hasta 2022 Euskadi no recuperará todo lo perdido durante el Covid
El nivel de actividad prepandemia se alcanzará al mismo tiempo que en la zona euro y un año antes que en España
La recuperación va para rato. La patronal vasca presentó ayer en Bilbao el Informe de Coyuntura Económica de diciembre, estudio que tiene el interés añadido ... de dar a conocer las previsiones para el próximo año. Confebask estima que, tras una recesión sin precedentes provocada por la pandemia, la economía vasca crecerá en 2021 un 7,2%. No obstante, pese a que el acelerón será relevante, no servirá para recuperar todo lo perdido en este aciago 2020. Para volver al punto de partida habrá que esperar hasta 2022, en consonancia con lo que sucederá en los países de la zona euro, pero un año antes que lo previsto para la economía española.
En todo caso, Confebask se cura en salud y resalta que hay que tener en cuenta que la alta incertidumbre sobre el futuro de la pandemia condiciona ese escenario de crecimiento. Por tanto, en función de cuál sea su evolución definitiva, la horquilla para 2021 oscilará entre el 5% y el 8'5%. Cabe recordar que el Gobierno Vasco prevé un incremento del PIB del 8,9% —frente a una caída del 10,1% este año– en tanto que Laboral Kutxa lo rebaja el 7%.
Por sectores, todos experimentarán una clara mejoría, encabezado por los servicios, aunque las actividades ligadas al ocio y al turismo lo harán más tarde. También crecerán con intensidad la construcción y la industria. En este último caso, para algunas ramas de actividad, como el oil&gas o el aeronáutico, la recuperación llegará con más retraso.
En cuanto al empleo, la previsión es que en 2021 las empresas empiecen a recuperar parte del que se ha perdido hasta ahora, aunque todavía a ritmos bajos. Tal y como indicó el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, buena parte de las necesidades se cubrirán con la vuelta al trabajo de las personas que siguen en ERTE, todavía unas 30.000 en Euskadi. «Lo que explica –indicó Zubiaurre– que la variación prevista de nuevos afiliados sea muy contenida, apenas unos 5.000 más. Y que la tasa de paro apenas se modifique y se quede en ese entorno del 11% previsto para el cierre de este año». El presidente de Confebask resaltó que los ERTE han evitado una destrucción todavía mayor del empleo.
Confebask prevé un alza del PIB en 2021 del 7,2%, frente al 8,9% estimado por el Gobierno Vasco
crecimiento
No obstante, pese la crudeza de estos datos, Zubiaurre recordó que en la crisis anterior el paro aumentó en Euskadi entre un 30% y un 35%, «el doble que en esta ocasión. Y, por lo que se refiere al número de empresas, hoy tenemos 1.500 menos que en febrero. Se trata de una cifra similar a la registrada en 2009 o 2012, pero ahora con una recesión mucho mayor que entonces».
Ligera mejoría
En cuanto a lo que esperan las compañías para el próximo año, apuntan a una ligera mejoría, con un nivel de actividad superior al de 2020, si bien todavía inferior a los de la prepandemia. Según las conclusiones de las encuestas realizadas por Adegi, Cebek y Sea, durante el próximo semestre seis de cada diez empresas ven su mercado en situación estable o en reactivación. Además, siete de cada diez, prevé mantener el empleo, y una de cada diez, incluso aumentarlo.
Sus mayores preocupaciones pasan por la debilidad de la economía española e internacional y el descenso de la rentabilidad de las ventas. Entre sus principales demandas se sitúan la flexibilidad laboral interna, la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social, el mantenimiento de los ERTE, así como de las líneas de avales y préstamos para su liquidez.
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En resumen, tal y como recordaron el director general de Confebask, Eduardo Aretxaga, y el responsable de economía de la entidad, Pablo Martín, 2021 será todavía un año complicado, «en el que sobresalen factores como la aparición de posibles nuevas olas con sus consiguientes restricciones a la actividad, la orientación de la nueva administración en EE UU, el desenlace del Brexit o el impacto de los fondos europeos Next Generation».
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empleo
Respecto a estos últimos, Aretxaga deseó que lleguen a la economía real «porque lo relevante es que no se queden en un gasto público corriente que no genera actividad». Subrayó que las pymes deben formar parte de esos fondos, «bien sea con la participación en proyectos de sus empresas tractoras, como beneficiarias de programas de ayudas de carácter horizontal o como receptoras de contrataciones y licitaciones públicas».
Aretxaga concluyó que, de cara al próximo año «proponemos una mirada realista, pero sin caer en el pesimismo ni el desánimo. Tenemos la experiencia y los instrumentos necesarios para salir de esta crisis, para lo que estamos seguros será necesario compromiso, responsabilidad y esfuerzo individual y colectivo».
Subida del SMI
El presidente de Confebask, a preguntas de los medios sobre su opinión acerca de una hipotética subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), respondió que no cree que «este sea el momento adecuado para aprobar un incremento importante, cuando la prioridad es salir de la crisis con la menor destrucción de empresas y empleo posible». Zubiaurre reclamó que en caso de que se diera este paso, «sea de forma gradual y acorde a la productividad y no por decretos ley ni de forma precipitada, sino mediante el acuerdo entre los agentes sociales».
No obstante, precisó que la subida no afectaría «mucho» en Euskadi, ya que «en la mayor parte de las actividades y sectores de la economía vasca, las retribuciones están por encima del salario mínimo».
La patronal ve al País Vasco a salvo de la armonización fiscal gracias al Concierto
En los recién aprobados Presupuestos Generales del Estado para 2021, el gran logro del Ejecutivo de Pedro Sánchez, se incluyen una serie de subidas de impuestos –en IRPF, Sociedades con actividad exterior y Patrimonio– que no afectan al País Vasco porque Euskadi tiene competencias propias en la regulación de la imposición directa gracias al Concierto Económico.
Esta circunstancia –las competencias fiscales vascas en los tributos directos– es lo que, según Confebask, hace que Euskadi esté a salvo de la armonización fiscal autonómica que quiere poner en marcha el gabinete de Pedro Sánchez. El Gobierno PSOE-Unidas Podemos, junto con ERC, pretende evitar así que la Comunidad de Madrid continúe atrayendo a los grandes capitales por su menor exigencia tributaria.
Eduardo Zubiaurre estima que «esos elementos armonizadores que se están dando en el Estado afectan a zonas o a territorios que tienen una fiscalidad muy inferior a la nuestra, con lo cual en principio eso no nos va a afectar, afortunadamente».
Sin embargo, Zubiaurre criticó sin citarlo explícitamente la persistencia del Impuesto sobre Patrimonio, uno de los que está exento de tributación en Madrid pero que sí se cobra en el País Vasco. «Siempre decimos que hay una figura un poco anacrónica que aún se mantiene por estos lares y que, más que aportar y conseguir recaudar, lo que hace es dificultar la actividad económica, la inversión y el ahorro. Y sería bueno también que hubiera una evolución».
Por lo que se refiere a la revisión fiscal que Gobierno Vasco y diputaciones tienen previsto acometer en 2021, Confebask vuelve a reclamar una fiscalidad en línea con la europea, lo que supone abogar por una orientación a la baja en la tributación empresarial. C.L.
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