Confebask alerta de que la pirámide poblacional pone en riesgo el futuro de Euskadi
La patronal reclama situar en primera línea de la agenda política el reto de la falta de trabajadores en los próximos años y su formación
Confebask, que hoy ha celebrado su habitual Consejo General anual, ha lanzado un apremiante mensaje. Simple y directo: Euskadi se va a quedar sin trabajadores ... con los que sostener el estado del bienestar y la competitividad vasca frente a nuestros competidores. La demografía no da para mantener el pulso actual. Además, las nuevas megatendencias (las grandes transiciones mundiales aceleradas en esta ya consolidada salida de la crisis) van a requerir un esfuerzo ímprobo en formación, tanto para los jóvenes como para la actual fuerza laboral. Ese ha sido el mensaje planteado por el presidente de la patronal, Eduardo Zubiaurre, quien ha reclamado añadir estos desafíos a la agenda política e institucional con la mayor urgencia «igual que se ha hecho con la transformación digital o el desafío climático».
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«Hoy en día, Euskadi tiene un índice de envejecimiento muy por encima de la media del estado y una de las tasas de natalidad más bajas de Europa. Pero, además, en las dos primeras décadas de este siglo XXI, Euskadi ha perdido una buena parte de su fuerza laboral», ha explicado. «Si en el año 2000 la población en edad laboral representaba casi el 70% del total, en 2020 ese porcentaje descendía hasta el 62%, lo que supone una reducción de 92.000 personas, así que en las próximas décadas, hasta 2050, la previsión es que la población laboral se reduzca en otras 220.000 personas más», ha apuntado.
«Por el contrario –ha añadido– en los últimos veinte años, la población dependiente, esto es, menores dependientes y personas ya jubiladas, ha aumentado en casi 200.000 personas. Y, de aquí a treinta años, la previsión es que la población dependiente en Euskadi suponga prácticamente la mitad del total».
Zubiaurre ha evitado paños calientes: «No tendremos personas suficientes para afrontar el relevo generacional, esto conllevará crecimientos económicos y de renta muy por debajo de los obtenidos hasta ahora, Euskadi seguirá perdiendo peso relativo en la economía y población del Estado y, por último, supondría contar con menos contribuyentes, con lo que el mantenimiento de nuestro estado del bienestar quedaría comprometido».
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Cualificación
A la demografía, ha explicado, se añade la necesidad de «cualificar y recualificar» a las personas con empleo y a aquellas que lo busquen. «Llevamos tiempo insistiendo en nuestro mensaje sobre las crecientes dificultades que tenemos las empresas vascas para encontrar personas con las cualificaciones necesarias para atender las necesidades de empleo y su creciente competitividad», ha subrayado.
Así que, de una parte, y para poder abordar con éxito el remplazo generacional de las 675.000 personas que se van a jubilar en las próximas décadas, ha dicho, «la orientación educativa y profesional de la juventud hacia lo que demandan las empresas resultará imprescindible si queremos garantizar las actividades clave de nuestra economía».
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«Va a ser necesario recualificar a gran parte de las cerca de 1 millón de personas hoy empleadas, así como también de las desempleadas, si queremos abordar con éxito las transformaciones competitivas de nuestro tejido empresarial en los ámbitos marcados por Europa para esta próxima década. Para ello, necesitamos un modelo propio de formación para el empleo, cuya configuración y puesta en marcha debe ser una tarea común de empresas, instituciones educativas y agentes sociales si no queremos quedarnos atrás en la competitividad del país», ha añadido.
Recuperación
Sobre la evolución de la economía en Euskadi, el presidente de Confebask ha considerado que «tras la superación de un primer trimestre 'renqueante', se puede decir que afrontamos con esperanza este segundo semestre del año». «Con los datos que manejamos, la confianza económica de empresas y consumidores sigue mejorando de manera clara, la producción industrial en Euskadi es ya casi la misma que antes del covid, y los indicadores de actividad de todos los sectores apuntan a una segunda mitad de año de clara mejoría. Todavía queda camino por recuperar, aunque lo peor de la crisis parece haber pasado ya», ha afirmado.
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En todo caso, ha advertido, la incertidumbre sigue siendo muy elevada y las empresas transmiten varias preocupaciones. Entre ellas, ha subrayado la debilidad de las economías española e internacional o «el descenso en la rentabilidad de las ventas, así como los elevados costes laborales».
Junto a eso, ha señalado, también preocupa a la empresa vasca «el rápido y elevado encarecimiento de los costes de la energía y de las materias primas y de la logística, así como, los problemas de abastecimiento de ciertos productos para sectores clave de nuestra economía, como el automóvil».
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Europa
Otra cuestión que se sigue con interés y «preocupación», ha dicho Zubiaurre, es lo relativo a los fondos europeos 'Next Generation'. «Euskadi tiene proyectos tractores muy bien posicionados en esas áreas. Y que la red de pymes está muy alineada también con esos proyectos. Pero, a partir de ahí, todavía desconocemos a quién, cuándo y cómo se va a materializar», ha lamentado.
Por último, el presidente de Confebask, ha resaltado «el compromiso de la empresa vasca por un futuro de prosperidad económica y social para el País». Un futuro, ha añadido, que también pasa por «una necesaria transformación cultural de las empresas». «El 'desembarco digital' acelerado al que asistimos, impone nuevos liderazgos y modelos organizativos dentro de las compañías, inevitable si queremos adaptar su competitividad a los nuevos tiempos», ha concluido.
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