«Estoy cabreada pero sé que terminaremos ganando»

«¡Ya está! ... ¡Espera! ... ¡Vaya! Ya esperábamos algo así, una de cal y otra de arena...», fueron sus primeras palabras, cariacontecida, al leer el fallo. Minutos después, y mientras hablaba con su abogada, Maite Ortiz, quien regresaba de una vista celebrada en Oviedo, Urtizberea no pudo evitar emocionarse. «La verdad es que estoy cabreada, veo que el sistema judicial español no deja de proteger a la banca, pero confío en mis abogados y en la justicia europea; sé que, al final, ganaremos», apuntó entre lágrimas.

Ya más repuesta, y tras hablar con Ortiz, que le animó y le prometió «toda la pelea del mundo», Urtizberea relató que su conflicto con el banco de las kutxas vascas viene de lejos; de hecho, ya le ha ganado un juicio sobre comisiones y gastos que -de nuevo, gracias a las aclaraciones llegadas desde el TJUE- le permitieron recuperar no poco dinero de manos de la entidad.

Su hipoteca, que sirvió para comprar su vivienda habitual, fue referenciada al IRPH Cajas «sin que nadie nos explicara nada». «Te lo ponen ahí delante,no tienes ni idea, te dicen que te sale esto al mes, que la tasación te da, que primero te ofrecen tres años a un tipo fijo del 5,65% porque es mejor, y firmas», asegura. «Pero allá por 2013, cuando empecé a leer cosas en internet de IRPH Stop Gipuzkoa, busqué la escritura, la leí y le dije a mi marido: Nos la han clavado», añade.

Urtizberea no reclamó inmediatamente, pues, rememora, «era mucho dinero y no estaba nada claro». Por eso esperó a que el TJUE se pronunciara el pasado mes de marzo -gracias al trabajo de los abogados de Res- para acudir entonces al juzgado.

«Ahora me acuerdo mucho de toda esa gente que demandó antes que nosotros, que perdió y que ya no puede echar marcha atrás pues su caso ya está juzgado. Hay que agradecerles su esfuerzo y el camino que abrieron, pues gracias a ellos estamos aquí, en Gipuzkoa creo que son unos cuarenta», concluye.

Maite Urtizberea es una de tantos guipuzcoanos y vascos que cuando estaba 'vivo' el índice IRPH (desapareció en 2013, después de ser muy utilizado por algunas entidades como Kutxa) buscan en los tribunales una compensación ante lo que entienden como una maniobra artera por parte de los bancos.

Kutxabank -recuerda IRPH Stop Gipuzkoa- informó en 2019 de que su exposición se limitaba a un saldo vivo de 727 millones de euros de préstamos referidos a IRPH. Pero la plataforma cree que esa cifra no es real.

«Una reciente sentencia demuestra que no sólo los préstamos actualmente referidos a IRPH pueden ser objeto de reclamación, sino que todos los préstamos que en algún momento hayan sido ligados a ese índice pueden ser impugnados. Según datos de la propia Kutxa, su saldo vivo de hipotecas referidas a IRPH, antes de la sustitución forzada al euribor más un 1% era 6 veces superior, superando los 4.500 millones de euros», explica el despacho liderado por Maite Ortiz y José María Erauskin.

Ayer, tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) como Facua-consumidores en Acción o Adicae mostraron su decepción respecto a la sentencia del Tribunal Supremo.