Las ayudas directas del Estado se repartirán en Euskadi como pronto a mediados de junio

Ayer, tras las críticas recibidas en primera instancia, pues el Real Decreto Ley que da sostén al programa de auxilio a pymes y autónomos dejó fuera a algunos sectores muy afectados por la pandemia, como las peluquerías, el Ejecutivo de Pedro Sánchez cambió el paso. El Consejo de Ministros aprobó una serie de modificaciones para poder extender ese oxígeno a otras actividades.

Así, serán ahora las comunidades autónomas las que, si quieren, amplíen el espectro inicial de beneficiarios e, incluso, atiendan con ese dinero del Estado a empresas que sean viables pero que como consecuencia de alguna circunstancia excepcional hubieran registrado pérdidas en el ejercicio 2019. Lo primero no sucederá en Euskadi, al menos de momento. Lo segundo, quizás.

«El Gobierno Vasco va a intentar que los 218 millones que llegan aseguren una cobertura adecuada para todos esos sectores y, luego, se decidirá si se amplía o no a otros sectores; pero siempre tendría que ser con cargo a recursos propios y no a los facilitados por la Administración central», aseguró ayer el portavoz del gabinete vasco, Bingen Zupiria, tras la reunión del Consejo de Gobierno.

Desde el departamento de Economía y Hacienda explicaron a DV que «la prioridad del Gobierno es optimizar el uso de los 218 millones de euros y atender a los sectores más afectados por la pandemia». El plan vasco -añadieron las mismas fuentes- pasa por dar salida a los fondos estatales según el esquema original. Esto es, solo a los 95 sectores de actividad incluidos en el Real Decreto Ley original del plan.

«Si una vez puesta en marcha la convocatoria de ayudas que tenemos que lanzar, vemos que sobra dinero de esos 218 millones previstos, entonces sí nos podríamos plantear ampliar las ayudas a otros sectores», explicaron. «Habría que estudiar a cuáles y con qué criterios», puntualizaron.

«Cabe otra posibilidad, que es que se agoten esas ayudas; entonces, y como llevamos haciendo todo este año de pandemia, veríamos la mejor manera de atender a quien lo necesite mediante ayudas directas que salieran de nuestro presupuesto», añadieron desde el equipo de Pedro Azpiazu. «Tenemos un fondo Covid de 542 millones», recordaron.

Entre las novedades aprobadas ayer por el Consejo de Ministros está también la posibilidad de conceder las ayudas directas a empresas viables pero que en 2019 también sufrieron pérdidas por «circunstancias especiales». La ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, puso como ejemplo el impacto derivado en el turismo español por la quiebra del gigante británico Thomas Cook. Sin dar más detalles, el Gobierno Vasco se mostró dispuesto a aplicar también en Euskadi esa excepción que «habría que definir».

La puesta en marcha del plan de ayudas estatal está sometida a un largo y complicado camino burocrático y de 'papeleo', que va a demorar la llegada del dinero a las empresas y autónomos que optan al mismo. Tanto como tres meses desde la aprobación del programa.

En primer lugar, el Ministerio de Hacienda y la consejería de Azpiazu siguen negociando el pertinente convenio. La propuesta de texto se recibió en la noche del lunes y aún hay algunos flecos por concretar; más que del ámbito fiscal, que estarían casi resueltos, relativos al intercambio de información entre las dos administraciones y la dación de cuentas desde Vitoria a Madrid. Y es que Euskadi requiere que la letra pequeña contemple la «especificidad fiscal vasca».

Una vez esté cerrado el texto del convenio -así sucede siempre-, entrarían en funcionamiento los trámites internos del Gobierno Vasco. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha de elaborar tres informes al respecto: el de los servicios centrales, el del departamento jurídico y el económico-financiero. Esos tres documentos han de enviarse para su aprobación al Consejo de Gobierno, tras lo que se podría proceder a la firma y envío al Ministerio de Hacienda, que lo haría oficial publicándolo en el Boletín Oficial del Estado. Sería entonces cuando se podría librar el dinero.

Pero aún quedaría otro paso por dar; el de la convocatoria de ayudas en sí misma. Será solo una y para todos los sectores y tipo de beneficiarios, pero su elaboración lleva también su tiempo. En cualquier caso, el Gobierno Vasco ya está trabajando en ello, sin esperar a tener el dinero en el bolsillo.

Esa convocatoria no será efectiva antes de mediados de junio, con lo que a fin de cuentas, y según estimaciones del propio Ejecutivo vasco, el dinero no podrá circular antes de esa fecha, como pronto. Esto es, tres meses después de aprobarse el programa por el Gobierno central.