El 'boom' del autoconsumo demora en hasta un año la instalación de placas solares en Gipuzkoa
La escasez de instaladores y componentes se suman ahora al farragoso proceso burocrático tras cuadruplicarse su interés en los dos últimos años
La transición verde y la apuesta por fuentes de suministro alternativas llevan tiempo en el radar del Gobierno Vasco. De hecho, según los últimos ... datos disponibles del Ente Vasco de la Energía (EVE), el autoconsumo en Euskadi se ha multiplicado por cuatro en los dos últimos años, generando un 'boom' en la instalación de placas fotovoltaicas. Pero, ¿cuánto puede demorarse el proceso de instalación de unas placas solares en una vivienda unifamiliar, en una comunidad vecinal o en una empresa? Fuentes especializadas del sector consultadas por este periódico sostienen que puede alargarse hasta un año. La razón se encuentra en los diferentes «cuellos de botella» que se producen en todo el proceso, desde la concesión de la licencia hasta la propia instalación.
Desde la empresa instaladora Ekilor, aseguran que el proceso se está demorando en muchos casos hasta un año por «los problemas de suministro de baterías y otros componentes, así como por la escasez de inversores». Desde esta empresa donostiarra confirman que «hay una demanda muy alta, falta material y pocas empresas instaladoras».
PASO A PASO
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Permiso de la comunidad de vecinos En primer lugar hay que conseguir el permiso de la comunidad. Se debe convocar una junta, y la Ley de Propiedad Horizontal exige que un tercio de los vecinos estén de acuerdo. Si se trata de una vivienda unifamiliar, el trámite es más sencillo.
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Licencia de obra y tramitación de subvenciones El siguiente paso es acudir a una empresa instaladora, que realizará un estudio previo y contactará con el Ayuntamiento del municipio para solicitar la licencia de obra, así como con el EVE para tramitar las subvenciones pertinentes.
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Formalizar el contrato con la instaladora Tras saber a cuánto ascienden las subvenciones solicitadas, la empresa instaladora detallará al cliente la viabilidad de la obra.
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Ejecución de la obra Normalmente la instalación se realiza en menos de una semana, pero la falta de componentes e instaladores puede demorar este proceso muchos días más tras el 'boom' del autoconsumo energético.
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1.500 euros es la inversión que debe acometer una persona de una comunidad de vecinos.
La generación fotovoltaica cuenta con todos los parabienes y el impulso de las administraciones, traducidas en ayudas y subvenciones directas y, como en el caso guipuzcoano, hasta desgravaciones fiscales en la declaración del IRPF que se sitúan en el 15% de la inversión realizada, con un máximo de 3.000 euros.
La instalación de placas solares conlleva en la mayoría de los casos un arduo proceso burocrático y repleto de permisos y papeleo. Siempre y cuando no viva en una casa unifamiliar, en primer lugar hay que conseguir el permiso de la comunidad de vecinos. Después, se debe solicitar la licencia municipal de obra, y contactar con el EVE para tramitar las subvenciones correspondientes. Por último, hay que formalizar el contrato con la empresa instaladora y ejecutar finalmente la instalación. «La resolución de cada una de estas etapas condiciona la siguiente. Es un proceso en el que se encadenan muchos pasos y va mucho más lento de lo que nos gustaría», confirman desde Ekilor.
Se agilizan los trámites
El Parlamento Vasco aprobó en octubre una propuesta de EH Bildu para modificar un artículo de la Ley del Suelo y Urbanismo con el objetivo de eliminar la obligatoriedad de solicitar la licencia municipal de obras para poder instalar en los edificios placas solares. De esta forma se busca facilitar el autoconsumo con la instalación de paneles fotovoltaicos en domicilios. El secretario de transición ecológica de EH Bildu, Mikel Otero, confirma la tesis de los cuellos de botella y asegura que durante este último año «se ha producido un avalancha de peticiones» que se une a la «escasez de instaladores», unos contratiempos que pueden demorar la instalación de placas fotovoltaicas «hasta un año».
En el territorio existen desgravaciones fiscales en la declaración del IRPF que se sitúan en el 15% de la inversión realizada
El coste se duplica si tan solo son placas o también llevan incorporadas baterías modulares
Respecto al gasto que conlleva la instalación, el coste varía en función de los perfiles y niveles: desde las más sencillas, solo con placas, a las más sofisticadas, con baterías. En una vivienda unifamiliar el coste sería de entre 5.000 y 8.000 euros. En caso de instalar baterías modulares, las que permiten almacenar energía, «el precio se duplicaría», según el delegado en Euskadi de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) y gerente de la compañía Ekisolar. En edificios, la inversión por vecino puede oscilar entre los 1.000 o 1.500 euros.
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