Gas Natural exigirá más de 475 millones de euros a Colombia tras liquidar su filial

La intervención de Electrocaribe, la filial que tenía Gas Natural en Colombia, ha culminado de la peor manera posible para los intereses del grupo energético español, después de que el Gobierno de ese país decidiera ayer anunciar «la liquidación» de la empresa, de la que había tomado las riendas en noviembre del año pasado.

Después de cuatro meses de negociaciones al más alto nivel entre la corporación presidida por Isidro Fainé y el Ejecutivo de Juan Manuel Santos, Colombia ha optado por acabar con la sociedad que había intervenido por deficiencias en la prestación del servicio eléctrico ante el problema de impago que sufría. «Es una decisión responsable», afirmó ayer Santos tras conocerse la decisión de su autoridad energética. A partir de ahora, inicia la búsqueda de otro operador.

Ante esta inesperada actuación, Gas Natural prevé ahora acudir al tribunal de arbitraje dependiente del Banco Mundial (Ciadi) para que resuelva este conflicto internacional. La compañía exige el reembolso de, al menos, los 475 millones de euros que tiene reconocidos en sus cuentas. Se trata de una participación que ya se vio obligada a desconsolidar de sus resultados por exigencias de la normativa contable. Pero el grupo anticipa que «la reclamación se hará por la totalidad de su justo valor de mercado, que es muy superior» a esa cantidad apuntada en sus libros.

En cualquier caso, Gas Natural ha insistido en que seguirá negociando para alcanzar un acuerdo «que permita continuar operando a Electrocaribe», aunque fuentes de la empresa reconocen que ésta no ha sido la «mejor decisión» que podrían haber tomado las autoridades.

Una «situación crónica»

Se trata de un proceso que puede extenderse en el tiempo, más aún tras el enfrentamiento de ambas partes. Cuando Colombia intervino Electrocaribe -una firma que dota de red eléctrica a 2,5 millones de clientes en siete departamentos del norte-, por los problemas de suministro, la compañía acumulaba una «situación crónica», según Gas Natural, derivada del fraude masivo y de los impagos de sus usuarios.

El grupo energético calcula que el impacto de esta coyuntura asciende a 1.300 millones de euros. De esa cifra, sólo 200 millones se han generado durante 2016. Además, la deuda de los clientes vulnerables a los que no se les puede cortar el suministro por ley superaba los 350 millones. Ante esta situación, la compañía sostiene que «no existe un marco regulatorio que proteja suficientemente los intereses de la compañía». Y añade que el contexto por el que pasaba su filial se debía a la «inseguridad normativa».

El grupo adquirió Electrocaribe -lo hizo Unión Fenosa- en el año 2000. Durante más de 15 años, la compañía ha realizado inversiones por 800 millones. Desde 2009, Gas Natural posee el 85 % de Electrocaribe mientras que el 15 % restante se encontraba en manos del Gobierno colombiano. En la actualidad, la compañía es el primer distribuidor de gas de Latinoamérica y el cuarto de electricidad.