Los impuestos quitan el sueño a los empresarios
La elevada carga fiscal se convierte en el principal lastre para las empresas que operan en España y en el tercer factor que más influye en su crecimiento
a. botija
Viernes, 10 de marzo 2017, 12:36
Si tuviéramos que hacer una radiografía sobre lo que piensan los empresarios que hacen negocios en España deberíamos poner a los impuestos como el factor que más les quita el sueño. Y no es una mera presunción a la vista de la contienda que hace meses mantienen el Ministerio de Hacienda y aquellos, sobre todo los ejecutivos de las grandes empresas, a cuenta del severo aumento de la carga fiscal que soporta el tejido societario, aprobada el pasado 2 de diciembre como medio para recaudar 4.650 millones de euros más y ayudar con ello a cumplir con el objetivo de déficit pactado para 2017 con la Comisión Europea: el 3,1% equivalente del PIB.
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Pero es que, además, ellos mismos lo manifiestan así en las distintas consultas y estudios donde participan. La última que se ha conocido es obra del propio Instituto Nacional de Estadística (INE) y refleja que la fiscalidad, y con ello obviamente las últimas medidas tributarias del Gobierno -por ejemplo, la limitación de la compensación de las bases negativas, todo un golpe en la línea de flotación de muchas compañías, hasta el punto de que en 2016 entraron en perdidas por ellas-, es ya el componente del entorno empresarial con mayor impacto desfavorable. Así lo considera, al menos, prácticamente el 31% de los gestores empresariales encuestados, casi cuatro puntos más que hace un año (26,7%).
La carga fiscal es, asimismo, el componente empresarial de mayor importancia sobre la capacidad de crecimiento para uno de cada tres responsables de empresas (en concreto el 35%), solo superado por el entorno macroeconómico (38,6%) y, sobre todo, la demanda de sus productos, que resulta el mayor elemento decisorio para más de la mitad de los consultados (el 53,5%). En cualquier caso, lo cierto es que no está precisamente claro cuánto paga una empresa por el impuesto de sociedades (el mayor que soportan), sobre todo aquellas de gran tamaño. Para la Agencia Tributaria el tipo medio aplicado en sus resultados contables sería del 10,3%, mientras que los asesores fiscales (Aedaf) lo elevan al 26,8% y la gran patronal, la CEOE, lo sitúa en el 19,2%.
Por territorios, en ninguno los gestores empresariales ponen a la fiscalidad como el factor que más les importa en su desempeño aunque algunas sí lo sitúan como el segundo de mayor peso. Así ocurre en Andalucía, Baleares, Canarias, Castilla y León y La Rioja, esto es, casi un tercio de las comunidades autónomas
Sin embargo, en 2015 el principal problema que desvelaba a los empresarios era la morosidad, que suponía el componente de mayor impacto negativo en sus negocios para tres de cada diez (el 30,7%), si bien 12 meses atrás era la gran preocupación para el 42,1%. Precisamente el retraso en los pagos de sus facturas ha bajado varios enteros entre sus problemas, de modo que el año pasado solo el 27% lo colocaban como la principal pesadilla para sus negocios. A su vez, en entorno macroeconómico se mantiene como otro elemento a considerar, pues es el segundo gran factor desfavorable en sus consideraciones tras ser votado por el 27,2%.
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El exceso de normas, otra preocupación
La regulación económica -otra queja recurrente de los empresarios por el prolijo, y a juicio de los empresarios, excesivo marco normativo que producen las 17 comunidades autónomas, unido a su vez al ámbito estatal y sin olvidar el plano local- aparece en el cuarto lugar, por importancia, de esos elementos negativos para la actividad económica de las compañías. Así lo piensa el 25,7% de los consultados por el INE, casi los mismos (25,5%) que se preocupan más por un posible descenso en la demanda de sus productos.
Curiosamente, los problemas de financiación parecen haber pasado a un segundo plano bastante discreto, pues solo sería la primera preocupación para el 18,3% de los altos directivos e incluso se habría convertido -a base de dar la vuelta a la situación y lograr acceso al crédito- en un componen de impacto favorable para una de cada 10 compañías (el 10,3%) aunque casi el doble (18,3%) aún lo ven negativo; para la mayoría (71,3%), eso sí, durante 2016 no varió el efecto sobre su actividad.
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Por sectores, todos sitúan a la demanda de sus productos y el entorno macroeconómico como los componentes de mayor importancia para su negocio. Tan solo se distingue algo la construcción, donde las empresas colocan a la disponibilidad de financiación como el segundo elemento a tener en cuenta (así lo estima casi el 42%) y a la morosidad como el tercero (con el 41% de las respuestas), por encima de la fiscalidad y la regulación, factores más tenidos en cuenta en la industria, el comercio, el transporte y la hostelería y, en general, otros servicios.
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