Kutxabank eleva al 5,8% su desinversión en acciones de CAF e ingresa unos 62 millones

Empujado por la regulación (sobre todo, la presión del Banco Central Europeo y de las normas internacionales de solvencia de Basilea III) que penaliza al banco por sus participadas, pues son activos que le consumen una inmensa cantidad de capital, Kutxabank ha iniciado el proceso para desinflar su cartera industrial.

Si el martes Fundación Kutxa anunciaba la compra al banco del que es copropietaria de un 2% de Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), ayer se conocía que la entidad surgida de la fusión de las tres cajas vascas ha vendido el 3,8% de las acciones de la emblemática firma de de Beasain al empresario malagueño Rafael Domínguez de Gor, propietario de la cadena de moda infantil Mayoral.

Con el cierre de ambas operaciones, Kutxabank reduce su peso en el accionariado del fabricante ferroviario hasta el 14,56%, desde el 19,05% que controlaba hasta ahora. Las cuentas de la entidad deberán además anotar un ingreso de en torno a 62 millones de euros, según el precio actual de mercado.

El nuevo accionista significativo de CAF, Indumenta Pueri SL, la sociedad instrumental que canaliza las inversiones de Domínguez de Gor, se ha hecho con 3% del capital de forma directa y con otro 0,843% de forma indirecta. El empresario textil cuenta ya con una importante cartera de cotizadas, entre ellas Adolfo Domínguez (5,4%), Laboratorios Rovi (5%), Azkoyen (5,3%), la bodega Barón de Ley (5,19%) o la papelera Mikel & Costas (5,4%).

La estrategia de desinversiones empresariales de Kutxabank no ha hecho más que comenzar. El plan contempla reducir en tres años su cartera de participadas a 1.500 millones de euros, lo que supondría dejar en la mitad su actual presencia en empresas.

Los últimos datos conocidos, recogidos en el informe anual de 2015, valoran las participaciones del banco vasco en 2.894 millones de euros, que alcanza los 3.150 al sumar las plusvalías latentes en compañías cotizadas. En la cartera, además de CAF, figuran Euskaltel, Iberdrola, Deoleo, Ingeteam, Petronor, e Ibermática. La cifra citada incluye el negocio inmobiliario, valorado en 834,5 millones tras la venta a Lone Star de los activos agrupados en Neinor por 930 millones.

Para completar el plan de desinversiones, Kutxabank y sus tres propietarias contemplan dar prioridad a la transmisión de buena parte de las participadas a las fundaciones bancarias que en la fusión las aportaron al banco, en especial BBK y Kutxa.

Aquí se enmarca paso al frente que ha dado la Fundación guipuzcoana esta semana con la compra al banco del 2% de CAF. Una operación, con una evidente y notable carga simbólica, con la que la entidad sucesora de Kutxa inicia la construcción de su propia cartera industrial para, al mismo tiempo, diversificar sus fuentes de ingresos, ahora dependiente en su integridad del dividendo que reparte Kutxabank, y apoyar a las empresas guipuzcoanas.

Para ello la Fundación va a contar vía dividendo con una lluvia de dinero, 140 millones, que invertirá «de forma responsable».