Gorka Sedano: «Los empresarios guipuzcoanos saben que deben seguir mejorando»

80 horas comerciales, 150 llamadas, 110 visitas y recorrer 1.100 kilómetros. Son los números que entre enero y marzo necesitó invertir el Grupo Gisma para captar 100 horas de trabajo. Para llegar a ello, su gerente, el urretxuarra Gorka Sedano, coge el coche muchos días para recorrerse Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. «La necesidad manda». Se presenta como una persona cercana, sencilla, con ilusión y que cree en lo que hace. No se considera jefe de nadie, sino un compañero más. Su misión reside principalmente en vender un producto que permita a sus clientes dar un salto de calidad en sus negocios.

-¿Qué le diría a un empresario que piensa que su negocio no puede mejorar?

-Que ojalá sea verdad y no lo necesite. Únicamente tiene que fijarse en qué le ha pasado a los vecinos que no lo han hecho. No obstante, creo que todos los empresarios guipuzcoanos tienen claro que deben mejorar.

- ¿Se preocupan las empresas por obtener los certificados de calidad que oferta Gisma?

- Su interés generalmente se produce cuando uno de sus clientes se lo pide o cuando uno de sus competidores obtiene ese certificado y entonces él no quiere ser menos. Parte de nuestro trabajo consiste en explicarles a las empresas a qué nos dedicamos e indicarles qué puertas abren el cumplimiento de normas como la ISO 9001 para la gestión de calidad, UNE-EN 1090 para las compañías dedicadas a la fabricación de estructuras de acero y aluminio, o la FSC/PEFC para aquellas centradas en la comercialización de productos de origen forestal.

- Y, ¿para qué sirven estas normas?

- Estas normas las elaboran comités internacionales y europeos, o en menor medida organismos españoles. Algunas de ellas son obligatorias y otras voluntarias. Sus objetivos pasan porque las empresas cumplan unos criterios de calidad o se dé una competencia en igualdad de condiciones entre todas aquellas que se dediquen a un sector. También sirven para que si un trabajador de aquí se traslada por motivos de trabajo a Alemania, por poner un ejemplo de destino, encuentre unos criterios básicos comunes a la hora de llevar a cabo sus funciones.

- ¿Cuál es el camino que se traza en Gisma para que una empresa cumpla esas normas?

- Primero hacemos un diagnóstico para ver sus necesidades, luego un análisis para recomendar la mejor solución. Si acepta la propuesta llevamos a cabo la implantación y finalmente hacemos un seguimiento para comprobar que se cumple lo indicado. Este proceso suele tardar de media entre seis y diez meses.

- A la hora de hacer la evaluación, ¿en qué apartados suelen necesitar mejorar las empresas?

- En la organización. Nuestros clientes son, sobre todo, pymes y micropymes (menos de 10 trabajadores) que cuentan con una estrategia bien definida, pero les falta llevarla a cabo, ejecutarla.

- ¿Les cuesta asumir a los trabajadores de sus clientes el hecho de que venga alguien externo y les diga cómo mejorar?

- Por lo general no hay problemas, aunque en alguna ocasión sí hemos encontrado a personal reacio o que no nos conoce. Por eso, nosotros en la segunda cita que nos presentamos en una empresa les explicamos nuestra función. Todo lo que haces y no se transmite no existe. De esta manera damos valor a nuestro trabajo.

- Una de sus tareas es la de conseguir subvenciones para los clientes. ¿Se han reducido con la crisis?

- No puedo decir que se den pocas. A nivel de Gipuzkoa y País Vasco se ha hecho un esfuerzo para no disminuir las subvenciones. Hay una concepción clara de que se debe ayudar a las empresas.

- ¿Ha cambiado la crisis la mentalidad de las empresas?

- Sin ningún tipo de dudas. Ahora, todas tienen dos cosas claras: los recursos son más limitados y saben más concretamente lo que quieren. En nuestro caso, ahora tenemos que explicar mejor la importancia de nuestro trabajo.

- Entonces, a Gisma también le ha afectado...

- Lo ha hecho. Nos ha llevado a diversificar el producto. Antes, el 90% de nuestro negocio estaba en la implantación de las normas ISO 9001 e ISO 14001 (dedicada al Medio Ambiente) y 2008 fue el mejor de nuestra historia en cuanto a volumen. Este apartado de venta de normas de calidad se ha reducido y una tercera parte de la empresa está dedicada a las aplicaciones informáticas para soluciones concretas, en su mayoría aplicaciones para móviles para facilitar la gestión. Y también estamos expandiéndonos en el apartado de marketing e internacionalización.

- ¿Qué es lo que más le gusta de este trabajo?

- Destacaría el hecho de conocer a personas y luego las experiencias obtenidas. Soy un hombre de pueblo, jamás imaginé que llegaría a conocer todo esto. He podido hacer cosas que no pensaba que iba a poder llegar a hacer. Además, en Gisma contamos con un excelente clima de trabajo.

- ¿Qué valora de sus trabajadores?

- El compromiso que tienen con la empresa. De todas formas, no me considero su jefe, sino un compañero de trabajo. También destacaría la diversidad en los dos centros que tiene Gisma: uno en Donostia y otro en Urretxu.

- ¿Por qué se interesó por este sector?

- Por inquietud personal. Me encontraba con la necesidad de dar un paso más. Antes de empezar en este negocio conducía una ambulancia. Comencé los estudios de Medio Ambiente porque era un apartado que me gustaba. Mi mujer me pasaba los apuntes y yo aprovechaba los tiempos libres que tenía en la ambulancia para repasarlos. Cuando conseguí el título decidí crear Gisma.

- No todo es trabajo, ¿cómo desconecta?

- Con la familia. Me escapo y paso un rato con mi mujer y mis hijos a última hora, pero luego vuelvo a venir al trabajo, hay que dejarlo todo preparado para el día siguiente. Toca hacer lo que haga falta para que esto funcione.

- ¿Alguna afición?

- Tengo un hobby. He creado junto con dos compañeros un grupo en el que nos dedicamos a ayudar a otras personas a crear empresas. Les asesoramos de manera gratuita, de forma voluntaria.