Otra txapela para Erik Jaka

Tras un comienzo lleno de dudas -ha tenido la derecha entre algodones esta semana tras acabar con la mano golpeada el lunes en Etxebarri-, un esforzado Martija ha mejorado con el paso de los minutos, como si se sintiera obligado a acompañar el trabajo y la inspiración de su delantero. No podía fallarle. No lo ha hecho.

Sin un dominio real de su compañero y sin que le fabricara apenas oportunidades de remate, Jaka ha dado un paso al frente desde el primer segundo. Había que ingeniárselas para arrebatar a Rezusta el dominio en el peloteo, crear ventajas en los cuatro primeros cuadros y culminarlas. El de Lizartza ha cumplido los tres requisitos durante 62 minutos en un partido precioso con ingredientes deliciosos, ante una pareja rocosa que no ha perdido la cara.

Si alguien piensa que Jaka ha terminado con dieciséis tantos de jugada porque ha flaqueado la defensa de Aimar Olaizola, se equivoca de pleno. El de Goizueta ha recurrido a movimientos rápidos y en ocasiones a lo inverosímil para devolver remates espléndidos del delantero rival. Como en aquel gancho del 12-14, cuando ha chocado con el muslo derecho contra el altillo que separa la contracancha de la primera fila. Olaizola II ha seguido como si nada.

Ha dibujado Jaka ganchos, paradas al txoko, cortadas de zurda, voleas... Todas a una velocidad superior. Aimar, tan intuitivo siempre, no podía elegir un solo lugar al que ir porque la pelota viajaba a cualquier esquina.

El dominio de un Rezusta que ha confirmado su mejoría de la jornada anterior y el buen hacer de Olaizola II les han mantenido por delante durante muchos minutos. No bastaba la exhibición de Jaka. Sin embargo, guardaba lo mejor para el final.

Tras verse a remolque 18-19, cuando más difícil es acertar, un derechazo de Martija sin respuesta ha puesto el 19-19. Jaka ha resuelto los dos siguientes tantos de machetazo, increíble el del 20-19, y ha cerrado el partido con un saque.

Recuerden. Estos mismos acabaron 2-22 en la primera vuelta.