En la pelota la rueda siempre gira

El último partido de mano profesional es el 22-5 de Altuna III a Laso, pero este mismo sábado los corredores volverán a cantar en el frontón Ibaeta de Ibarrangelu. Seis días de descanso es lo máximo posible en un calendario cada vez más comprimido. No hay hueco para más festivales. Altuna III, campeón manomanista, reflexiona acerca de la cantidad de partidos que se juegan a lo largo de la temporada. «Estoy feliz por ganar, pero ahora afronto con ganas estas dos semanas de vacaciones». No es del todo cierta la afirmación del amezketarra puesto que desde el pasado domingo al próximo viernes, día en el que estrenará la camiseta colorada de campeón en Zeanuri, solo pasarán once días. «Necesito cargar pilas. Si pudiese descansaría y desconectaría mucho más. No sólo el cuerpo te pide frenar, también mentalmente. Todo sucede muy rápido e incluso no saboreas las victorias. Saltas de una competición a otra, cambias de objetivo y sin darte cuenta pasa otra temporada más», cuenta Altuna III.

Lleva dese el lunes en Conil y el martes está citado en una reunión con el resto de pelotaris de Aspe. «No puedes irte de vacaciones, volver el día 13, ponerte los tacos y jugar. Me encantaría tener más días, pero soy consciente de cómo es el calendario de la pelota. Sé cuál es el peaje. La pelota siempre ha sido así». Que se lo digan a Titín III, que terminó 2007 con 111 partidos a sus espaldas después de recorrerse todos los frontones de Euskadi y Navarra. En ese verano el delantero de Tricio jugó nada más y nada menos que 46 partidos; 14 en julio, 19 en agosto y 13 en septiembre. Altuna III no llegará a esos números, pero el amezketarra, uno de los más solicitados por los pueblos que organizan festivales en sus fiestas, no se queda tan lejos.

«Juego por lo menos diez partidos en cada mes de verano y eso cansa mucho. También digo que me encantan esos festivales, son muy bonitos. Pero aquí no hay pachangas y todo el mundo te quiere ganar», es consciente Altuna III, que al igual que hizo él en sus primeros años otros pelotaris buscan ganar puestos en sus empresas. «Yo tengo mi sitio bien defendido dentro de la empresa, pero hay compañeros que te quieren ganar. Cuando empecé a jugar en Primera salía a morder en todos estos tipos de partidos porque así es como te haces grande». Los pelotaris abandonan el Labrit, el Bizkaia, el Astelena o el Beotibar para acudir a otro tipo de recintos que durante el resto del año no frecuentan. «Disfruto yendo a este tipo de frontones, no hay nada como sentir el cariño de la gente. Sientes la pasión que ellos tienen y eso te llena mucho», afirma.

Altuna III se siente «un privilegiado» al poder «dedicarme a la pelota, mi hobbie. Es una suerte que tú pasión sea tú trabajo. Está claro que tengo pocas vacaciones, pero a saber qué dirán mis amigos que de 365 días se pasan 300 en una fábrica trabajando más horas que ni sé», defiende.

El amezketarra no es el único que disfruta de sus vacaciones. Otros pelotaris también apuran los días de descanso. Peio Etxeberria y Ezkurdia están en México, Laso cura la herida de la derrota del Manomanista en Tenerife mientras que varios pelotaris de Baiko como Ander Imaz y Elizegi disfrutan en Costa Rica. Jaka agradece el sol en Cerdeña y Urrutikoetxea tira de Port Aventura para pasar unos días en grande. En nada están de vuelta.