Aimar Olaizola está vacunado contra todo (22-10)
Acompañado de un Aranguren con hechuras de titular, el de Goizueta brilla en la clara victoria ante Laso y Albisu, que dieron facilidades
Aimar Olaizola es inmune. Aquella grave rotura en el dorsal derecho sufrida en el Manomanista de 2003 apenas afectó a su entonces incipiente carrera. Ni ... la rotura del ligamento cruzado de la rodilla que le apartó de otro Manomanista, el de 2010, cortó su brillante trayectoria. Tampoco la lesión de tendón en el cuádriceps padecida en la pasada edición del Campeonato de Parejas, ya con 39 años, ha tumbado al de Goizueta. Aunque le ha costado meses recuperar un nivel acorde a su categoría, Olaizola II ha vuelto.
Quizá en la cartilla de salud de Aimar Olaizola no aparezca que tal día le inocularon una sustancia milagrosa. Pero está vacunado contra todo. Estoy convencido de que ni el coronavirus podría con él.
Dio un paso al frente hace mes y medio. No ha reculado. Sigue en sus trece. Con Mikel Urrutikoetxea, por supuesto. Y también con su recambio, Aitor Aranguren. Su recuperación es tal que está a punto de recuperar por completo la confianza que los apostantes perdieron en él hace unos meses. De hecho, los corredores cantaron en el Bizkaia de Bilbao momios favorables a Laso y Albisu: 100 a 80, aumentados a sesentas a cienes por abajo. Respondió Aimar: 22-10, punto para el zurrón con el zaguero suplente y liderato en la liguilla de semifinales.
Brindó Aimar Olaizola otra actuación superlativa. Su instinto rematador continúa intacto. Nadie dudaba de ello. La incertidumbre recaía en su capacidad para tomar la iniciativa en el peloteo y cambiar el sentido de los tantos, déficit acentuado en el verano y con pocos visos de correción durante la primera vuelta del presente Campeonato de Parejas.
Craso error. Vuelve a ser una gozada verle entrar de sotamano para apretar al zaguero contrario, aunque se llame Jon Ander Albisu, ejecutar cortadas de derecha bien dirigidas a la pared izquierda para obligar a recular a un pelotari como Laso, forzarle incluso con ganchos largos similares a los de sus mejores tiempos, entrar de aire con la zurda desde el cuatro para arropar al compañero. Ahora toca la pelota.
Clase a borbotones
El físico le acompaña pese a sus 40 años y reluce una personalidad de campeón que le acompañará hasta la conclusión de su carrera y el final de sus días. Ni le inmutó el 0-4 con el que se adelantaron de salida Laso y Albisu. Castigaba atrás el de Bizkarreta y dominaba el ataundarra. Aranguren había fallado un par de pelotas y Olaizola II, otra por ayudarle desde lejos.
Sin embargo, el panorama cambió en el quinto tanto del partido. Aranguren confirmó su habilidad para devolver pelotas imposibles. Llevó dos desde el rebote, una arrimada de zurda y otra de botivolea. El tanto cayó de su lado, cambió Aimar de pelota y empezó el festival.
Nueve tantos consecutivos voltearon el marcador y el ánimo de unos y otros. Unos se vinieron arriba y otros se hundieron ante el oleaje. Aranguren parecía un titular con años de bagaje en lugar de un neófito con solo tres partidos en el Parejas de Primera. Olaizola II se veía dominador después de jornadas y jornadas sometido en el peloteo. «He jugado de otra manera», confesó. «Cuando juego con Urrutikoetxea me coloco más adelante. Con Aranguren he retrasado mi posición y hemos hecho daño».
Su saque merece capítulo aparte. ¡Vaya manera de acercarlo a la raya del siete! «Hay frontones a los que tengo cogida la medida. Prefiero arriesgarme a cometer alguna falta porque he hecho bastante daño». Ni que lo diga.
Clasificación:
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1. Olaizola II-Urrutikoetxea, 1 punto.
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2. Ezkurdia-Martija, 1 p.
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3. Jaka-Zabaleta, 0 p.
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4. Laso-Albisu, 0 p.
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