«¡Vaya zurdazo! Ya he visto suficiente»

Un pelotazale amigo de Zumarraga llegó con el tiempo justo para ver el partido de juveniles de la final del Interpueblos de Euskal Herria. La rapidez con la que acabó el primero, en 27 minutos raspados, había trastocado sus cálculos. «He oído hablar bien de Unax Landa. Me han dicho que es más alto que Mariezkurrena II». Sí, unos centímetros. El zaguero oiartzuarra de 17 años mide 1,98.

«¿Te han hablado de su zurda?», le pregunté durante el primer tanto. Bastaron unos segundos para disipar dudas. Landa encontró un bombón a medio cancha, se lanzó en carrera, armó un brazo izquierdo tan interminable como el derecho, cazó la pelota y la puso en el rebote tras botar en el siete y tres cuartos: 0-2.

«¡Vaya zurdazo! Ya he visto suficiente», amagó Joxean con irse a casa. Sin embargo, le picaba la curiosidad. No quería marcharse sin ver funcionar la otra mano, la que ha impedido a Landa jugar con regularidad los seis primeros meses del año. Tuvo que esperar hasta el 1-14. Extendió el derechazo, lo arrimó y la pelota murió en la pared izquierda a la altura del nueve y medio. Sonrió. No el pelotari, sino el pelotazale.

Xabier Euzkitze, en una tertulia previa a la final, se refirió así a Landa. «La primera vez que le vi en acción, en Getaria, me pasó algo curioso. Jugó mal y me gustó». No pasa eso todos los días.

Ayer no jugó ni mal, ni bien. En realidad, no jugó. No pegó ni veinte pelotazos porque su delantero, Oier Zabaleta, cortó el bacalao en la victoria por 4-22 que sentenció una final desigual y con tres resultados abultados. Hay que ver a Landa en mayores aprietos, en dificultades, ante pelotaris que le exijan de verdad. Sin embargo, la naturalidad que posee de zurda es algo fuera de lo común, una virtud singular.

El tiempo dirá hasta dónde llega. Necesita que le acompañen unas manos blandas pendientes de endurecer, como un cuerpo verde todavía aunque le haya metido unos kilos. Materia prima hay. No ha pasado desapercibida para Baiko, que ya le tiene en cartera. Toca pulir el diamante.

Los juveniles de Oiartzun remataron la faena iniciada por los cadetes, Oihan Etxebarria y Mikel Leonet, que arrollaron 3-22 a Álvarez e Ibarloza. El teórico duelo entre los campeones de Gipuzkoa y de Bizkaia en esa categoría había quedado en agua de borrajas debido a una fractura por estrés en el brazo de Egurrola, sustento de la pareja de Markina.

Etxeberria, también en la agenda de Baiko, mostró una volea interesante y facilidad para acabar el tanto tras elevar la velocidad del juego con los dos brazos. Leonet aportó seguridad atrás.

Con la victoria asegurada, el intrascendente choque de categoría sénior sirvió a Markina para salvar el honor gracias a otro resultado contundente, 22-3, a cargo de Agirreamalloa e Ibarloza, muy superiores. Hermano de Andoni Ugalde, exprofesional de Aspe, Imanol dejó al menos su impronta en dos saques: perfecto el corto al ancho y falta el ejecutado en dos paredes al estilo Darío.

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