Mikel Unanue: «El que no llega a las finales no las pierde»

-Jugó dos finales del Cuatro y Medio. Cayó ante Nagore 22-18 en 1995 y batió a Eugi en la de 1999.

-Los primeros años de la segunda etapa de este campeonato las empresas empezaron con un formato reducido de cuatro pelotaris. Ampliaron después la participación. Cuando alcancé las finales el sistema era más abierto, con bastantes eliminatorias e incluso liguillas.

-Sus finales se disputaron en el Ogueta de Vitoria.

-Lo habitual era que la final del Manomanista tuviera lugar en el frontón Anoeta de Donostia -actual Atano III- y la del Cuatro y Medio, en Gasteiz. La última de la jaula en el Ogueta fue la que de Bengoetxea VI y Altuna III, hace cuatro años. Todavía es reciente.

-La primera ante Nagore fue peleada.

-Creo que estuvimos 18-18. Fue la primera para ambos. Salió favorito Jorge, un gran sacador, el que mayor velocidad le daba al saque.

-Cuatro años después dio la sorpresa ante Eugi para llevarse la txapela.

-Me había ganado 22-7 en el partido de la liguilla que disputamos en el Astelena de Eibar. El precedente más cercano era ese. Aquel día acerté y pude llevarme la txapela.

-¿Cómo lo celebraron?

-Nora, mi mujer, estaba embarazada. Regresamos de Gasteiz y cenamos en Donostia, al lado de las instalaciones de EL DIARIO VASCO. Formábamos el grupo la familia, amigos... El pueblo de Añorga se volcaba con mis finales, tanto en las del Cuatro y Medio como en las del Parejas. Aquel día acudieron muchos seguidores al Ogueta.

-¿Jugó contra algún guipuzcoanos en la edición del título?

-En mi grupo de cuartos de final estaba Martin Alustiza. Lo compartimos con Patxi Eugi y Oskar Goñi. En el otro figuraban Jorge Nagore, Jokin Etxaniz, Inaxio Errandonea y un cuarto pelotari que ahora mismo no me viene a la cabeza.

-¿Tan distinto al actual era aquel cuatro y medio?

-Jugábamos mucho más a bote. Primero intentabas dominar el peloteo, sacar hacia atrás al contrario. Y si lo conseguías, ibas en busca del remate. Aquel material daba más tiempo para ponerte a bote. Fue famoso un partido muy largo en Bera entre Errandonea y Etxaniz. No sé si dieron 600 pelotazos a buena, cifra impensable hoy en día. Ningún encuentro de la presente edición habrá llegado a la mitad de esa cifra.

-Ni siquiera hay pasas del cuatro y medio.

-Se juega todo a los pies. Si alguien da un pelotazo hacia el cuatro para tomarse un respiro, el contrario se adelanta y entra de aire en el tres. Todos buscan que la pelota bote en el dos y medio a los pies del contrario para que vaya al cuatro. Otra de las cosas que ha cambiado es el saque. En aquella época disponíamos de dos, por lo que con el primero intentabas ajustar lo más posible al cinco. En caso de pasa, había una segunda oportunidad. Tener un solo saque obligar a ir con cuidado para no cometer falta. Irujo empezó a adelantarse para restar de aire y ahora esa jugada forma parte del decorado.

-¿Dónde guarda la txapela?

-En casa, en una vitrina, al lado de la del Parejas.

-¿Le ha sorprendido el nivel de Jaka?

-Sí. Más en el Manomanista. No esperaba que llegara a ser campeón. Viendo lo que jugó entonces, ahora ya no me sorprende. Entiendo que el cuatro y medio es más fácil para Erik. Está sacando bien. Y si se mete al aire, es el mejor rematador de la actualidad.

-Posee un estilo de juego agresivo.

-Maneja muy bien el gancho-volea. El rival no sabe cuál de los dos va a utilizar cuando va en busca del remate de aire con la zurda. Dominar las dos posturas le permite elegir una u otra según salga la pelota del frontis. Lo mismo ganchea que pega de machete al txoko. Y da mucha velocidad tanto a una como a otra.

-¿En qué ha progresado Jaka?

-Resta bien los saques y ha mejorado en los desplazamientos. Coge altura en defensa y se da tiempo para colocarse. Además, le veo fresco de ideas. Ataca con velocidad.

-Hable de Jokin Altuna.

-Me encanta como pelotari. Es justo eso: pelotari. Quizá esté pagando aún la derrota en la final del Manomanista. Sin embargo, ha demostrado capacidad de reacción. Frente a Elezkano II supo tranquilizarse y dar la vuelta al marcador. No le vi frente a Bengoetxea VI, pero me dicen que maduró bien la semifinal. Cuando coge la pelota, sabe qué hacer en cada momento.

-Cinco finales consecutivas en el Cuatro y Medio.

-No era fácil en mi época y tampoco es fácil ahora. Muy completo, hace todo bien. Es inteligente sobre la cancha, analiza todo y extrae conclusiones.

-Ha perdido tres de las cuatro finales anteriores. Las txapelas se le resisten.

-Hay que dar valor a los contrarios. Ha perdido las dos anteriores frente a un Ezkurdia que juega mucho a pelota. Jaka está haciendo bien las cosas. Tampoco hay que volverse loco con los resultados. El que no llega a las finales no las pierde. Si no estás en ellas, no hay riesgo de perderlas.

-¿Qué le gusta de Altuna III?

-Saca bien, resta bien... Es el pelotari que mejor lee el juego. Y también destacaría que se agarra a los partidos. En los partidos de parejas, por ejemplo, ayuda al zaguero, defiende, aprovecha sus oportunidades de remate y, aunque parece que los contrarios dominan y son superiores, lo tienes siempre encima, con opciones de victoria.

-¿Cómo ve la final de mañana?

-Muy nivelada. Me llamó la atención lo bien que Jaka y Ezkurdia sacaron en el Astelena en la segunda semifinal. Quien haga daño con el saque tendrá buena parte del trabajo adelantado. Es como coger la T en el squash. Si ganas el centro de la cancha, obligas a que el contrario se mueva de un lado a otro. Saque y resto va a ser fundamentales. Porque está claro que los dos van a ir al ataque.

-Beneficia el frontón Bizkaia a alguno de los dos.

-No conozco demasiado aquella cancha porque no he jugado nunca allí. Seguramente no se hará tanto daño como en el Astelena con el saque. Me da la impresión de que el Navarra Arena también es más rápido que el Bizkaia. Si de verdad es más lento, le viene mejor a Altuna III.

-Además de pelotari ha sido botillero. ¿Qué consejos daría a Jaka y a Altuna III?

-El botillero debe aconsejar sobre la marcha, en función de lo que esté viendo en el partido. Vale para los dos la consigna de apretar con el saque. Si lo consiguen, encontrarán mejores opciones de ir en busca del aire. Será clave para ambos.