Erik Jaka se le atraganta a otro zurdo

Ya había sacado bien Jaka cinco días antes frente a Irribarria. Esta vez varió sus primeros disparos para incomodar los restos de Rezusta. Al ancho, al centro, a la pared izquierda, más cortos, más cruzados... El pelotari local trató de contrarrestar ese arma a base de intercalar las devoluciones de aire y a bote. No acabó de funcionarle la estrategia.

El Jaka de ayer demostró más que acierto con el saque y finura en el remate. Encontró altura en el frontis con las dos manos, sobre todo de sotamano, lo que castigó mucho a un Rezusta incapaz de imponer su estilo a bote, de pelotear un rato para poner en marcha su zurda, de mandar sobre la cancha como cabe esperar de un pegador.

Hasta el 10-5 el tanto más largo fue el 1-5, de solo seis pelotazos. Llegaron al 19-6 jugando como planteó el de Lizartza después de recomponerse de un inicio desconcertante. Tras fallar el intento de saque-remate del 0-1, hubo que esperar hasta el 1-5 para ver su segundo pelotazo a buena. En ese intervalo recibió dejó sin devolver cuatro saques, dos de ellos por exceso de vista.

El panorama cambió en cuanto volvió a tener el saque en su poder. Y Rezusta se vino abajo. Desaprovechó un par de oportunidades de hacer el tanto y entró en una espiral negativa de errores y equivocaciones. Perdió por el camino la paciencia. Se movió a su antojo Jaka.

Solo a partir del 19-8 ofreció Rezusta una versión más acorde al buen manomanista que lleva dentro y no demuestra con la continuidad de otros. Fio su reacción a una pelota puesta en juego por el contrario y a la dejada. Redujo la desventaja de los once tantos del 19-8 a los cinco del 19-14.

Sin embargo, no era su noche. Lo confirmó una falta de saque al mandar la pelota por detrás de la raya del seis y medio. Respiró Jaka, que ya luce un punto en su casillero de victorias. El cielo se le ha despejado en cinco días.