Elordi y la maldición del campeón

Aitor Elordi tenía en su mano meterse entre los cuatro mejores del Manomanista y quedarse a tan solo dos partidos de revalidar título. Dependía de sí mismo. Si vencía a un Ezkurdia prácticamente eliminado quedaba segundo de grupo para verse las caras en semifinales con Laso. Solo pudo hacer doce tantos después de que el arbizuarra jugase su mejor partido de la liguilla ante Elordi, superado «por la presión, que es el peor rival posible. No he disfrutado y he estado atado desde el primer tanto», verbalizó en vestuarios el domingo.

La camiseta colorada, y también el logo del pecho que acredita al campeón manomanista, pesa y mucho en la mente de los campeones. Desde que Olaizola II consiguiera dos títulos consecutivos en los años 2012 y 2013 nadie ha sido capaz de ganar dos veces seguidas el Manomanista. Tampoco Elordi, que se suma a una ilustre lista de candidatos incapaces de tocar el cielo en dos temporadas consecutivas. Los factores son varios. «El Manomanista es la competición más complicada de todas porque influyen muchas cosas. Te das golpes, las manos sufren, hay veces que no terminas de preparar los partidos como te gustaría... Será por algo que nadie sea capaz de ganar dos veces seguidas desde hace más de diez años», añadió el mallabiarra, claramente a un ritmo competitivo menor que en la temporada anterior. «El cuerpo tiene que estar a punto y listo para todos los partidos porque se juega a un ritmo altísimo, y yo en este Manomanista no he sido capaz de igualar la energía y la forma mostrada el año pasado. Me ha faltado punch y eso se ha notado en la cancha», se lamentó.

Pasa página rápido el vizcaíno, con la mente puesta en un verano siempre largo y exigente. «Si gané el año pasado por qué no lo voy a volver a poder hacer en el Manomanista de 2025. Hay que creérselo, aunque lo primero es recuperar mi juego».

Atano III, Gallastegi, Arriarran II, Ogueta, Azkarate, Retegi I, Retegi II, Bengoetxea III, Galarza III... El Manomanista, que disputó su primera edición en 1940, es tan antiguo que todos estos pelotaris consiguieron la hazaña, si bien los campeonatos muchas veces eran más cortos y con menos rivales a batir. En la era de la pelota moderna, o al menos en el siglo XXI, solo Irujo y Olaizola II han sido capaces de tirar por tierra la maldición del campeón. El delantero de Ibero venció en los años 2009 y 2010 mientras que el de Goizueta hizo lo propio en 2012 y 2013. Desde entonces, el campeón sucumbe al año siguiente. Durante la última década nueve han sido los pelotaris que han intentado ganar sin éxito el Manomanista durante dos años consecutivos.

Los dos que más cerca han estado han sido Urrutikoetxea e Irribarria. Después de calarse la txapela más preciada, en la temporada siguiente fueron subcampeones. Se quedaron a un paso. Olaizola II cayó en cuartos en 2014, Irujo en semifinales en 2015 mientras que Bengoetxea VI, Altuna III e Irribarria mordieron el polvo en tres ediciones consecutivas perdiendo en cuartos de final. Jaka tuvo su mejor temporada en 2020, pero la pericarditis sufrida le hizo ser baja en 2021. Altuna III perdió con Laso en las semifinales de 2022 mientras que el propio Laso y Elordi fueron eliminados en cuartos. Todos quieren ganar el Manomanista.