Oihan Etxeberria, el primo de Aldabe

Oihan Etxeberria (Oiartzun, 18 años) tiene razones para creer que a la tercera es la vencida. Al menos en el Torneo Abanca Bankoa-DV. El sábado a partir de las 11.00 horas disputará en Zumarraga su primera final después de dos intentos infructuosos. Llegó a cuartos de final en 2022 junto a Eneko Beloki y cayó en semifinales en 2023 al lado de Ugaitz Apeztegia. Ahora, de nuevo en la categoría promesas, no se conforma con estar en la final en compañía de Oier Elorz para medirse a Unax Ramirez y Endika Santesteban. Quiere la txapela.

Las dos victorias precedentes fortalecen su candidatura a las txapelas. «Tanto el de Zestoa como el del Atano III no han sido partidos de remates, sino de trabajar», confiesa Oihan Etxeberria, quien une por primera vez su suerte a la del vizcaíno Elorz. «Nunca antes habíamos sido compañeros de pareja. En cambio, nos habíamos enfrentado en las finales de los torneos de El Antiguo y de Arrigorriaga».

Entiende el oiartzuarra que la condición de zurdo del zaguero apenas ha influido en su juego. «No he notado diferencia. Me gusta trabajar el tanto a bote y trato de cambiar el ritmo con la volea. A veces peco de querer acabar el tanto demasiado rápido. Debo aprender a jugar más tranquilo. Aimar Olaizola y Unai Apeztegia me insisten en ello».

Oihan Etxeberria participa asiduamente en los entrenamientos de Baiko. «Empecé con ellos hace tres años, en cuanto firmé el precontrato, que termina en mayo. Voy al frontón de Beasain un día a la semana, el martes. Si no tengo partidos, pueden ser dos. Normalmente dirigen las sesiones Olaizola y Apeztegia, aunque a veces también viene Gorostiza. Hago físico en Hernani los lunes y miércoles a las órdenes de Unai Legarreta, encargado de este apartado con los jóvenes de Baiko».

Ramirez y Santesteban son el último obstáculo que separa a Oihan Etxeberria de inscribir su nombre por primera vez en el palmarés del Torneo Abanca Bankoa-DV. «Preveo una final dura. Ya sabemos lo peligroso que es Ramirez cerca del frontis. Santesteban atraviesa un buen momento. Tendremos que hacer bien nuestro trabajo. La clave puede ser imponer un ritmo alto y quitar pelota mala a Elorz para que esté cómodo. También será importante mi juego de aire. Nos conviene endurecer la final».

Conoce bien el frontón de Zumarraga, donde ha jugado «el Memorial Goñi y el Interpueblos de Euskal Herria. Me gusta».

Tres días después de la cita de Zumarraga, en Nochevieja, le espera otra final. «La del Olazar de Zaldibar, esta dentro del cuatro y medio y contra Rekalde».

Oihan Etxeberria ha cosechado buenos resultados en 2024. «Ganamos el Interpueblos de Gipuzkoa, en mi caso por tercera vez, la primera como cadete y dos en la pareja sénior. Me he impuesto en el cuatro y medio de Lezo, así como en el GRABNI juvenil por parejas. Y con Oiarpe hemos recuperado la categoría de Primera tras descender la anterior temporada».

También ha hecho frente a lesiones. «Tuve que parar por el hombro izquierdo y estuve de baja mes y medio debido a una fisura de peroné que me afectó los ligamentos del tobillo. Por esa razón, durante el verano jugué menos partidos que otros años».

Residente en la actualidad en el barrio oiartzuarra de Ergoien, Oihan Etxeberria dio sus primeros pasos como pelotari «en Lesaka a los cinco años. Gané mi primera txapela con seis. Luego pasé por Goizueta, donde formé pareja con Beñat Apezetxea -finalista del presente Torneo Abanca Bankoa-DV pero en categoría sénior-. Aunque siempre he sido delantero, en aquella época nos alternábamos en la posición de zaguero. Después recalé en Errenteria y llegué a Oiartzun en edad cadete».

No es el único pelotari de la familia. «Soy primo de Joseba Aldabe, el zaguero de Aspe natural de Igantzi. Su madre y mi padre son hermanos». Aunque la diferencia de edad entre ambos es notable -Oihan tiene 18 y Aldabe, 28-, han tenido oportunidad de jugar juntos en un torneo. «Fue en Idiazabal, el año pasado. Además me lastimé el hombro izquierdo en el partido contra Senar y Oliden al chocar contra la pared». Aquel golpe estuvo a punto de dejarle fuera de la final del Interpueblos, programada a los pocos días. Por fortuna, pudo saltar a la cancha... y vencer.

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