Atano X desgrana un siglo de Manomanista

«No esperaba la final entre Altuna III y Jaka», reconoce Atanillo. «Quien no veía a Urrutikoetxea y a Irribarria en semifinales es porque está ciego. Ha sido un campeonato muy sorprendente. Altuna III ganó contra Darío a base de pegar a bote cuando sus condiciones son otras. Estoy extrañado».

Seguramente, en la actualidad no hay nadie tan apropiado como Atano X, el campeón más liviano ya que se caló la txapela con solo 61,800 kilos, para hablar de la historia del Manomanista. Ha conocido a todos los campeones y a los aspirantes. Conserva detalles de todos los antiguos porque los ha visto en primera persona o posee referencias cercanas recogidas de otros pelotaris.

También es la persona indicada para hablar de los quince guipuzcoanos que han alcanzado por lo menos una final del Manomanista. El último en sumarse a esa lista es Erik Jaka, el rival de Jokin Altuna en el partido que otorgará la txapela el domingo en el Bizkaia de Bilbao. Hacemos el recorrido en sentido inverso, desde la actualidad hasta los inicios de la competición.

Jokin Altuna nació el 27 de marzo de 1996 en Amezketa. Tiene 24 años. Campeón manomanista en 2018 y finalista en 2020.

«Pensábamos que era un pelotari hecho para el cuatro y medio y resulta que gana la semifinal de la presente edición a base de golpe, como un pegador. En un principio me parecía del estilo de Oinatz Bengoetxea, alguien con numerosos recursos capaz de poner en problemas e incluso ganar a pelotaris de mayor poderío. Jokin Altuna asusta por lo listo que es. Ha evolucionado».

Erik Jaka nació el 13 de marzo de 1994 en Lizartza. Tiene 26 años. Finalista en 2020 por primera vez en su carrera profesional.

«Novedad en la final. No entraba como favorito en mis pronósticos. Me sorprendió incluso su clasificación para semifinales. Ha ganado a un pelotari de otro grado como Urrutikoetxea, que ya tiene una txapela y ha demostrado condiciones para la disciplina. Jaka domina el aire con las dos manos, sabe rematar y acaba bien el tanto de zurda. Llegar a la final tiene mérito».

Iker Irribarria nació el 4 de julio de 1996 en Arama. Tiene 24 años. Doble campeón manomanista en 2016 y 2019, y subcampeón en 2017.

«Mira, con jugar un poco menos que aquel día en el que arrolló a Aimar Olaizola en el Labrit de Pamplona en 2016, el año de su primera txapela, habría conseguido varias seguidas. Habría sido campeón diez veces. Tuvo al de Goizueta con los pies en el siete y medio. No digo que necesitara jugar lo mismo que entonces. Basta con menos. Sin embargo, cayó en cuartos. Me llaman la atención esos comentarios de hoy en día sobre que ayer estaba con chispa y hoy sin chispa. No acabo de entender lo que significa eso. Un pelotari, como es normal, tiene altibajos, pero tan grandes...».

Aitor Elkoro nació en Elgeta el 7 de agosto de 1967. Tiene 53 años. Doble subcampeón en 1997 y 1999, en este caso dentro de la competición de Aspe, dado que Asegarce organizó la suya.

«Estamos en otra época del Manomanista, distinta a la actual. Elkoro era zaguero y gracias a que poseía dos buenas manos se desenvolvía bien en esta competición. Porque sigo sin compartir la afirmación de que los zagueros no tienen nada que hacer mano a mano. ¡Cómo no va a poder brillar Zabaleta con esa pegada! O Rezusta. Llegará uno y romperá estos esquemas actuales que parecen inamovibles».

Joxan Tolosa nació en Amezketa el 27 de octubre de 1955. Tiene 65 años. Campeón manomanista en 1989 y triple subcampeón en 1986, 1987 y 1990.

«Lo mismo que Altuna III y Bengoetxea VI vinieron a este mundo para jugar a pelota, Tolosa tenía facultades físicas para practicar cualquier deporte a altísimo nivel. Eligió la pelota porque le apasiona y le fue bien. No nos olvidemos de que ganó la final a Retegi II, además con el callo de la mano derecha reventado. Jugó tres finales más en una época en la que estaba también Galarza III, detalles que no hay que pasar por alto».

Fernando Tapia nació en Azkoitia en 1940 y falleció en 2007 a los 66 años. Subcampeón manomanista en 1973.

«Magnífico pelotari, sabía qué hacer en cada momento. Cuando oigo que tal o cual pelotari se entrena para cambiar de posturas me acuerdo de Fernando. Zaguero, pegaba la dos paredes de derecha desde el siete, tocando la pared izquierda a la altura del seis y medio. Era algo natural. Nunca encontré la postura para ejecutar ese golpe tan característico y único de Tapia I. También me gustaban mucho sus cortadas a ras de chapa. No mandaba a botar la pelota tras la raya del siete. Cada pelotari posee su estilo y explota sus cualidades. Creo que es la manera idónea para progresar».

Luciano Juaristi nació en Azkoitia el 19 de diciembre de 1932 y tiene 87 años. Cinco finales consecutivas. Campeón en 1966 y 1968, y subcampeón en 1965, 1967 y 1969.

«No soy el más apropiado para hablar sobre mí. Voy a contar una anécdota sobre una de aquellas finales. Era un año en el que me sentía muy tranquilo. Confiaba en mi juego. La semana de la final comunicaron que Televisión Española iba a dar en directo el partido, lo que supuso una alegría general. Sin embargo, tres días antes de la final me avisaron de que me entrevistarían en la tele. No volví a pegar ojo. Los nervios llegaron por el hecho de tener que responder en castellano a las preguntas del locutor, no por el partido en sí».

José Mari Etxabe nació en Zumaia en 1927 y falleció en 2001 a los 73 años. Subcampeón manomanista en 1961.

«Creo que eliminó a Arcaya, Soroa y Ogueta en aquella edición. Sorprendió. Éramos buenos amigos. Le gustaba la caza y jugamos juntos a menudo por parejas. Excelente zaguero, poseía dos buenas manos. Recuerdo que le dejaba muchas pelotas en la pared izquierda a la altura del tres por su facilidad para cruzar la pelota de zurda al ancho. Acababa muchos tantos de esa manera. Tras casarse fijó su residencia en Elgoibar, donde regentaba una tienda».

Miguel Soroa nació en Elduain el 11 de enero de 1926 y falleció en 2008 a los 82 años. Campeón en 1954 y subcampeón en 1955.

«En primer lugar, un hombre recto y de categoría. En segundo lugar, un pelotari y una zurda extraordinarias. Al contrario de Etxabe X, que cruzaba la pelota con la mano izquierda, Miguel pegaba recto atrás. Su zurda era elegante. Tenía fama de nervioso. Prefiero a los pelotaris que ante una final notan que los pantalones le tiemblan. Señal de que lo sienten y de que lo viven. Una vez terminada su carrera como pelotari, ejerció como empresario de Eskulari».

Joxe Arriaran nació en Arrasate el 13 de agosto de 1926 y murió en 2015 a los 88 años. Doble campeón en 1955 y 1956, y doble subcampeón en 1957 y 1958.

«Pelotari. La palabra que mejor lo define. Seguro y constante, se desplazaba con facilidad y rapidez sobre la cancha. Era completo. Los nervios le atenazaban de tal manera que en cada partido vomitaba en el vestuario antes de saltar a la cancha. Era su manera de liberarse. Contrajo matrimonio con una azkoitiarra, Encarna. Vivi buenos momentos con Joxe. Por cierto, su hermano Pako era quien más sabía de material. Si yo me hubiera puesto enfermo antes de una final, le habría enviado en mi lugar con la certeza absoluta de que escogería las pelotas perfectas para mí. Era un sabio en ese apartado».

Miguel Gallastegi nació en Eibar el 25 de febrero de 1918 y falleció en 2019 a los 100 años. Triple campeón manomanista en 1948, 1950 y 1951, renunció a jugar la final en 1953 por desavenencias con la empresa.

«Uno de los grandes de la pelota. Basta con mirar las combinaciones que jugaba, tanto en solitario contra parejas como junto a un compañero frente a tríos. Fuerte, potente, pocos se preparaban físicamente como Miguel. Jugaba mucho de costado. Sus cortadas de zurda eran letales. En lugar de buscar el rebote gracias a su pegada, imprimía velocidad a la pelota. Le pondría a la altura de Retegi II, otro manista de leyenda con una zurda prodigiosa».

Mariano Juaristi nació el 21 de febrero de 1904 y falleció en 2001 a los 96 años. Campeón manomanista desde 1926, año en el que despojó del título a Mondragonés en un desafío, hasta 1948. Ganó las txapelas de 1940, 1942, 1944 y 1946.

«Pelotari de los pies a la cabeza. Su palmarés habla por sí solo. Está en lo más alto de la historia de esta competición. Poseedor de un golpe eléctrico de derecha, no destacaba con la zurda. Manejaba de maravilla el saque. Era la época del saque libre y lo ajustaba tanto que acababa con los pantalones rasgados con la chapa baja del frontis. Pesaba 74 kilos, era más bien ligero, lo que no le impedía codearse y superar a rivales de mayor poderío físico. También fue mi botillero. Para mí, el mejor».

José Aramendi 'Felipe' nació en Getaria el 20 de marzo de 1914 y falleció en 1987 a los 73 años. Disputó la final de 1944, rocambolesca en su formato desde los parámetros actuales.

«Felipe era un artista al que no llegué a ver jugar. He escuchado historias suyas. Disputaron la final de 1942 Atano III y Atano VII. Como eran hermanos, lo hicieron bajo el juramento de que no harían tongo. La siguiente edición, dos años después, se adoptó otra fórmula para designar al campeón. Atano VII batió 22-15 a Felipe en una especie de semifinal y fue el getariarra el designado para enfrentarse al campeón Atano III, quien necesitaba dejarle en menos tantos que su hermano para retener el título. Venció 22-8. Tengo entendido que Felipe ganó una vez a Gallastegi mano a mano».

José Mari Juaristi nació el 7 de mayo de 1912 y falleció en 1996 a los 85 años. Subcampeón manomanista en 1942 y 1944, en este caso pese a no disputar la final.

«Excepcional voleísta, tuvo el mérito de aprender a jugar muy bien de aire con la zurda tras rompérsele el tendón del hombro derecho. Gallastegi le puso el nombre de 'Iberduero' por su fortaleza. No se cuidaba tanto como su hermano Mariano, Atano III. Cazador empedernido, había días de partido en los que por la mañana iba a por liebres».

Paco Larrañaga 'Txikito de Iraeta' nació en Zestoa el 14 de septiembre de 1913 y murió en los años 80. Subcampeón en 1940.

«Pegador. Duro y curtido, no suspendía nunca por mal de manos. Un mes de agosto jugó 32 partidos en 31 días. Contaban que durante la preparación de la final manomanista, para hacer frente a Atano III, se entrenaba con palistas. Los sparrings le daban con la pala y Txikito, con la mano».