Erik Jaka: «La pericarditis se cura del todo y eso me da seguridad»

–¿Recuperado de la pericarditis?

–Estoy bien. Las últimas pruebas han salido positivas y ahora me encuentro en esa transición de entrenarme suave a estar en condiciones de jugar un torneo tan importante. Quieres salir, tienes ganas, pero necesitas un nivel bueno de forma. En eso estamos. He notado mejores sensaciones las últimas semanas, pero no quiero salir y no poder dar mi nivel.

–El susto inicial fue grande.

–De primeras sí. Pasé horas malas de incertidumbre y miedo hasta que los médicos detectaron la pericarditis. Desde el principio sabíamos que era un tema del corazón, el doctor Íñigo Simón lo vio enseguida. En el momento que llegó la ambulancia al frontón, los médicos sabían que era algo cardíaco. Por eso me llevaron al hospital. Una vez allí, las pruebas confirmaron que estaba relacionado con el corazón y los días siguientes se supo con exactitud en qué consistía la dolencia.

–¿Cómo reaccionó ante el diagnóstico?

–Lo primero fue informarme, a veces hasta demasiado. Le das muchas vueltas. Quieras o no, era importante. Pensé en la mala suerte. Mi primer partido con Baiko, venía el Manomanista, tenía que defender la txapela... y tocaba estar en casa. Al final, lo más importante es la salud y había que darle prioridad a eso, hacer caso a los cardiólogos. Pasé las dos o tres primeras semanas prácticamente en el sofá, quieto parado. Luego empecé con paseos cortos y tranquilos, además de seguir con las pruebas médicas correspondientes: analíticas, ecografías y demás. Vimos que mejoraba poco a poco. Y una vez desaparecida la pericarditis, empecé a entrenarme suave, suave. Cuando en las segundas o terceras pruebas se comprobó que se había curado, que los valores de las analíticas eran normales, subí progresivamente la intensidad de la preparación. Sin forzar demasiado y sin dar pasos que no correspondían. Creo que hemos hecho y estamos haciendo un buen trabajo. Por eso estoy tan cerca de volver.

–¿Los médicos le dan plenas garantías de que podrá competir al máximo?

–Sí. Por suerte es una afección que se cura del todo. Hay casos en los que ha vuelto a aparecer, pero normalmente no guardan relación con la práctica del deporte. Entonces, eso te da seguridad. He hecho todo lo que debía. Los médicos, la empresa y yo estamos convencidos de que cuando vuelva será para competir a tope.

–No juega este viernes.

–Volví a los entrenamientos hace dos o tres semanas. Los primeros días solo hice manos. Las sesiones consistían en volver a coger posturas. La última ya me he entrenado con normalidad, sin restricciones. Pero voy a esperar. No quiero salir por salir, no rendir a mi nivel y fastidiar al compañero.

–¿Ha tenido que realizar una especie de pretemporada?

–Tampoco empiezas de cero. La base sigue ahí. Aunque pares mes o mes y medio, no pierdes todo. Las primeras semanas acumulas agujetas y algo de fatiga, pero vas cogiendo tono.

–¿Se ha comido mucho la cabeza durante la convalecencia?

–No. Te haces a la idea, te planteas cómo puede ser y luego ves el día a día. Cuentan las sensaciones, no sentir dolor, que todo salga bien.

–El Masters que está a punto de comenzar supone un acicate.

–Es de agradecer que la empresa cuente conmigo después de una situación como esta. Todo el proceso ha sido bueno. En ningún momento me he sentido presionado por parte de Baiko, ni mucho menos. Todo lo contrario. Han estado ahí para todo lo que he querido, me han ayudado en lo que he necesitado. No tengo más que palabras de agradecimiento para la empresa y para los médicos.

–¿Se ha puesto algún reto a largo plazo?

–No me hago ese tipo de planteamientos. Quiero volver, quiero jugar, pero a buen nivel. No quiero rendir peor por precipitarme. Para eso prefiero seguir con los entrenamientos dos semanas más y esperar. En eso estamos. Ojalá pueda regresar esta semana.

–¿Cómo ve este Masters?

–Bonito. Más corto que el año pasado, el margen para fallar es menor. El playoff hace que las últimas posiciones se aprieten, como sucedió en el último Campeonato de Parejas.

–Juega con Xabi Tolosa.

–Es ilusionante. Nos conocemos desde chavales y hemos coincidido mucho jugando juntos. Creo que hasta ahora hemos sido una pareja compensada. Está difícil porque los zagueros punteros marcan muchísimas diferencias en estos partidos. No tenemos nada que perder y saldremos sin ninguna presión, a disfrutar.