Zurutuza, cada vez más cerca de los mejores en el Mundial de Moto3

El legazpiarra acabó segundo en los entrenamientos libres de Motorland, «en una jornada difícil para todos», y finalizó octavo en ese mismo Gran Premio de Aragón celebrado el domingo después de adelantar a catorce pilotos. Zurutuza partió en la vigesimoprimera posición, quiso ser conservador en la primera curva donde fue superado por dos pilotos y a partir de ahí fue rebasando rivales uno detrás de otro, con tiempos por vuelta próximos a la cabeza de carrera.

Es su mejor resultado esta temporada después de participar en diez citas del Mundial. Ese octavo lugar le sitúa en el puesto vigesimoprimero de la general con 11 puntos –los del GP de América en Austin, 3 puntos, y los de Motorland en el Aragón GP, 8 puntos–. «Fue una carrera loca, con adelantamientos constantes, en la que disfruté mucho. El objetivo después de lograr mi mejor resultado es seguir en esa línea», resume el piloto de 18 años.

Pero más allá de la general, lo que hace ese octavo lugar es insuflar aire a Zurutuza para lo que queda de temporada. Ocho grandes premios: los dos de Italia, Indonesia, Japón, Australia, Tailandia, Malasia y Valencia. Todos nuevos para él salvo el de Valencia.

Zurutuza sigue puliendo detalles en su moto, tratando de entenderla cada vez mejor, algo nada fácil cuando cada fin de semana supone aterrizar en un nuevo trazado con características muy distintas unos de otros que alteran la dureza de los muelles, la altura de la moto...

Este próximo fin de semana el Mundial recalará en el circuito Marco Simoncelli y el siguiente gran premio también será allí para llenar la suspensión del que se iba a celebrar en India. Es un trazado, el italiano, especial para Zurutuza porque el número que lleva en el carenado, el 85, se lo puso en homenaje a malogrado Simoncelli, al que admiraba. El piloto que da nombre al circuito llevaba el 58, y al morir en accidente, como homenaje quiso llevarlo él. No fue posible porque ya había un 58 en la parrilla así que y le dio la vuelta, quedándose con el 85. «Todos vamos a 'full'. No hay mucho tiempo para distracciones. Sé que me espera un año ilusionante pero que también puede ser duro. Hay grandes pilotos a los que les ha costado mucho adaptarse y por eso tengo asumido que no me puedo despistar», confiesa Zurutuza.

Y en esas está el piloto guipuzcoano, testigo directo de la euforia desatada en Motorland Aragón tras la victoria de Marc Márquez en Moto GP, poniendo fin a una sequía de casi tres años sin ganar. «El valor de esta victoria es diferente y pesa. Por ella he renunciado a muchas cosas. Entre ellas al equipo de mi vida y los amigos que tenía», confesaba el piloto de Gresini Racing.

A otra escala el octavo puesto de Zurutuza también fue celebrado como una victoria. Atrás quedan los sinsabores de las derrotas, de la caída que le provocó la fractura del húmero derecho y el omoplato el Mugello, en la séptima prueba del calendario. Aquello es pasado. Zurutuza ya se lo cree.