Fachada del polideportivo José Antonio Gasca, inaugurado el 30 de enero de 1971. DV
Polideportivo José Antonio Gasca

El paso del tiempo no perdona

En su más de medio siglo de vida apenas se ha renovado, pasando de ser una instalación de primer nivel a un recinto caduco que genera insatisfacción en los abonados y multitud de inconvenientes a los clubes

Bruno Parcero

San Sebastián

Domingo, 9 de junio 2024, 06:52

Inaugurado el 30 de enero de 1971, el polideportivo José Antonio Gasca, anteriormente polideportivo Anoeta, ha visto pasar ante sus ojos 53 años en los ... que no ha sabido adaptarse a los tiempos. Alguna pequeña operación de maquillaje no oculta su edad y mucho menos los achaques propios de quien ha vivido más de medio siglo sin renovarse.

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Son cientos los usuarios que cada día utilizan una instalación que «se ha quedado algo vieja» y «es una pena», comenta uno de los abonados. «El gimnasio no es gran cosa y los vestuarios... Si lo comparas con otros polideportivos, deja mucho que desear».

A favor

Su ubicación en la ciudad, las múltiples conexiones que ofrece el transporte público y el aparcamiento si no juega la Real

En contra

La falta de mantenimiento y renovación de muchos de sus elementos, así como las medidas de la pista y un aforo algo escaso

El IDK Euskotren y el Super Amara Bera Bera son dos de los clubes que tienen en el Gasca su hogar. Ambos son dos entidades en crecimiento pero entre sus necesidades y las exigencias de las competiciones se encuentran con numerosos inconvenientes.

«Empezando por el estado de la pista. Ahí se juegan otros deportes como balonmano o hockey patines que hacen que sufra un desgaste importante tanto por los patines como por la pega que utilizan en el balonmano. Y suma a eso que el mantenimiento no es el que debería», explica Carmen Muguruza, presidenta del IDK que enumera más problemas. «El marcador y la megafonía están obsoletos y se estropean». Además, «los vestuarios están bastante viejitos», «la cubierta tiene un déficit de aislamiento» y «no tenemos una sala acondicionada para ruedas de prensa o una sala para vídeo».

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Tati Garmendia, responsable del Bera Bera, lamenta que «no hay un sitio para recibir a los sponsors. No puedes hacer un catering. El palco no es adecuado. De hecho, en el último partido no entraban todos», comenta.

El frío genera más incomodidades: «La calefacción se estropea varias veces a lo largo del año o no funciona correctamente», apunta la presidenta del IDK. «En Europa, en fase de grupos, exigen una temperatura determinada, pero la calefacción del Gasca, cuando llega a 19 grados, echa aire frío», desvela la responsable del Bera Bera. El frío afecta también a la taquilla donde los días más gélidos «no puede estar una persona por la corriente que hay».

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Pero hay problemas más graves como la accesibilidad: «Directamente no existe y las personas con dificultades no pueden subir a la grada», señala Muguruza.

En el caso del Bera Bera, «legalmente las medidas del Gasca no dan para poder disputar allí una competición europea, pero afortunadamente nadie viene con un metro».

Todos estos condicionantes, además de incomodidades, limitan el crecimiento de los clubes: «Tenemos que generar un producto atractivo y el Gasca, con todos sus problemas, no lo permite», asevera Garmendia. «Ahora mismo no estamos en condiciones, por ejemplo, de solicitar la organización de una Copa de la Reina», dice Muguruza. «Y las bases de competición de la Liga Femenina cada vez tienen requisitos más exigentes porque quieren un producto atractivo». Para Garmendia, «la instalación, sí o sí, requiere de una súper renovación».

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Una instalación ideal por su ubicación y por las conexiones

No cabe duda de que hay muchas cosas por mejorar para hacer del Gasca una instalación adecuada a los tiempos. Desde luego, por ubicación y por las conexiones, el polideportivo es una instalación envidiable. En eso coincide todo el mundo. «Dimos el paso de venir desde Bidebieta al Gasca con mucho miedo porque era un pabellón más grande, pero el cambio ha sido para mejor», confirma Tati Garmendia. «El transporte público y las comunicaciones son mejores. Ahí ganamos mucho. Hay topo, más líneas de autobús cuando en Bidebieta solo estaba el 14. Hay aparcamiento para venir con vehículo propio y, si no juega la Real, no es difícil aparcar».«Tiene una ubicación muy buena tanto para nosotras como para el espectador», coincide Muguruza. «Cuando no hay problemas de aparcamiento es cómodo, pero cuando juega la Real o hay algún otro evento es un problema, aunque no sería un problema principal. Y ahora mismo para nosotras sí tiene un tamaño adecuado. Un Gasca remodelado con las condiciones de un pabellón moderno sería una instalación estupenda», reconoce.

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