Olazabal no se ve con opciones de pasar el corte en Augusta: «El campo se me hace eterno»

José María Olazabal, ganador del Masters en 1994 y 1999, no se ve con posibilidades de superar el corte en la presente edición porque arrastra problemas físicos desde hace tiempo que le impiden rendir al cien por cien y porque Augusta, muy exigente física y mentalmente, se le hace ya «muy largo». «Lo digo de corazón», ha declarado el veterano campeón de Hondarribia de 56 años poco después de completar una vuelta de prácticas para reconocer un recorrido que casi se conoce de memoria. De hecho, ha dudado hasta el último momento si emprender o no el viaje a Georgia. Lo decidió la semana pasada después de probarse varios días tirando bolas y confirmar que su lesión no le duele demasiado.

Se nota que el jugador guipuzcoano habla de todo y sin reparos con la tranquilidad de quien ya no tiene que demostrar nada. Pero aún conserva ese punto de competitividad y ambición que le permiten sobreponerse al dolor para sacar a relucir su inmensa calidad. «Está siendo un año bastante duro. Tengo problemas en el codo derecho que no me impiden golpear a la pelota pero que noto en determinados giros y movimientos. Es una tendinitis con una bursitis añadida. Pero bueno, no lo voy a utilizar como excusa. Lo voy a achacar a la edad y ya está», ha manifestado a preguntas de los medios de comunicación en el club en el que se enfundó dos chaquetas verdes en la década de los 90.

Olazabal también ha hablado del regreso de Tiger Woods, la noticia que lo ha eclipsado todo en vísperas del inicio del primer Major de la temporada. Está convencido de que si el californiano ha dado el paso de volver poco más de un año después de sufrir una accidente de coche que le dejó graves heridas en las piernas es porque ha encontrado su juego. El problema, ha añadido, es que Augusta es un campo duro de caminar y las dificultades de movilidad pueden pasarle factura al pentacampeón del Masters durante cuatro días de competición a un ritmo muy elevado.