Ander Goenaga se encamina hacia la orilla para surfear con el apoyo de su entrenador Iñaki Beloki y de un guía que le ayudará a coger velocidad para alcanzar la pared de la ola. Sara Santos
Surf

«El mar es vida para mí, en el agua soy siempre feliz»

Ander Goenaga se ha proclamado campeón de Europa de surf adaptado superando sus propios límites para dar su mejor versión sobre la tabla

Martes, 18 de julio 2023, 06:57

Cada septiembre, fotógrafos y cámaras reciben a las estrellas que llegan al Festival de Cine en la recta de La Zurriola, en el Kursaal. En ... esta ocasión, a pocos metros pero en la misma avenida, los flashes van dirigidos a Ander Goenaga a su llegada al local de Pukas. Mientras baja de la furgoneta que conduce su ama siempre, amigos, compañeros y entrenadores se cuelan entre las cámaras. No quieren esperar más para felicitarle. El abrazo más especial es el de Iñaki Beloki, su entrenador y guía en el mar, que orgulloso al reencontrarse con su pupilo insiste en que «el protagonista tiene que ser Ander, él es el campeón».

Publicidad

El surfista de Errenteria acaba de ganar el Campeonato de Europa de surf adaptado disputado en Valdoviño (Ferrol), en la modalidad en la que el surfista va tumbado al no poder hacerlo de pie por su discapacidad. Horas después, en la misma playa, se impuso también en una prueba del circuito mundial. Doble alegría.

«Estoy muy, muy contento. Ha sido una experiencia increíble», confiesa sonriente a este periódico. No duda en reconocer que iba con la intención de ganar, pero es consciente de que no todo está en sus manos, «depende mucho también de las olas que haya. Nos cuadró todo y estoy feliz de haber ganado». Una ola de nueve puntos le otorgó el título de campeón europeo. Consiguió el sobresaliente al hacer un tubo, la maniobra más preciada. «Hace dos años que no se daban esas condiciones en esa playa y nos encontramos con olas increíbles. Cuando tienes olas buenas, todo es más fácil», dice.

«Se nota que el surf adaptado está cogiendo el peso que hasta ahora no ha tenido. Se está poniendo potente, cada vez es más difícil destacar»

A la hora de hacer balance del campeonato, considera que el nivel deportivo de los participantes ha crecido respecto a pasadas ediciones. «Se nota que el surf adaptado está cogiendo el peso que hasta ahora no ha tenido. Había más gente de fuera, a los que no conocía de anteriores citas. Se está poniendo potente, cada vez es más difícil destacar, pero yo voy a seguir trabajando para estar en el top», subraya.

Publicidad

La parálisis no le frena

Goenaga, de 19 años, nació con parálisis cerebral tipo tetraparesia, lo que le supone una disminución de la movilidad en brazos y piernas y le obliga a estar siempre respaldado por alguien cuando entra al agua.

Fue con 13 años cuando Alvin Bayona –un deportista con paraplejía– le animó a subirse a la tabla por primera vez. «Empecé con Beloki (su guía y entrenador) en la orilla pillando espumillas. Recuerdo cómo me echaba la bronca... Bueno, me la sigue echando», cuenta entre risas. Hoy es el día que ha encontrado en La Zurriola y en la escuela de Pukas su «segundo hogar. La sede es como otra casa más para mí. Se han portado conmigo siempre increíble». Los locales de Gros le adoran.

Publicidad

Goenaga solo necesita ayuda para que alguien le lleve la tabla desde el local hasta el agua porque él se maneja a la perfección apoyado en dos muletas. «Siempre intento que haya alguien en la orilla grabando mis sesiones. Suele ser mi madre la que lo hace. Ella sí que tiene paciencia. Solo le puedo estar agradecido porque para mejorar mi surf es muy importante ver luego en vídeo cómo sigo la línea en la ola».

«Siempre me ha gustado esa adrenalina. Cuando vi que se me abría una puerta para hacer surf adaptado no me lo pensé»

Recuerda Goenaga que fue «en octubre de 2017 cuando me lancé. Al principio el mar da respeto. Pasas de olas tobilleras a que te cubra hasta la cintura. Eso sí, cuando empiezas a disfrutar del surf, ya no puedes parar, te engancha», detalla. «Siempre me ha gustado esa adrenalina. Cuando vi que se me abría una puerta para hacer surf adaptado, no me lo pensé».

Publicidad

Estudiará Sonido

Acaba de terminar el Bachillerato y quiere empezar estudios de Sonido siempre que lo pueda compaginar con el surf. «El mar es vida para mí, en el agua soy siempre feliz. Estoy contento, siempre estoy bien», afirma sonriente. «Para los que tenemos alguna discapacidad, el deporte es nuestra vida. Ahora mismo el deporte para mí es vital. No importan las condiciones del mar o tener que levantarme un día a las seis para entrenar... ¡Vengo encantado al agua!»

Goenaga ya tiene la vista puesta en el mundial que se celebrará en noviembre, aunque antes tomará parte en diferentes campeonatos. Y es que según confiesa, lo que más le motiva es la competición y el subidón de adrenalina que genera. «Me pico mucho con los rivales. Fuera del agua luego todos somos colegas, pero dentro hay que ir a ganar siempre».

Publicidad

Cuenta que el ambiente entre competidores fuera del agua es «increíble». «No importa de donde vengas o qué discapacidad tengas, somos una familia, compartimos esa energía», proclama.

Sara Santos

Su sonrisa transmite lo que supone para él el surf y el mar. Dicen los que mejor le conocen que el cambio de ánimo (a mejor) que ha tenido desde que comenzó a surfear ha sido espectacular. Las barreras que encuentra a diario cuando necesita ayuda para ponerse el neopreno, para subirse la cremallera o para moverse con muletas por la arena, desaparecen al entrar al mar. Cuando coge una ola, su sonrisa lo dice todo. El surf es su impulso diario.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad