Ezpeleta se corona en el Beotibar

Hodei Ezpeleta de 22 años mostró una forma física envidiable y tardó 44 minutos y 40 segundos en cortar cuatro kanaerdikos, cuatro troncos de 60 pulgadas y cuatro oinbikos. Una gran marca que demuestra que el nivel del campeonato de Euskadi no defraudó, al contrario, los seis aizkolaris estuvieron de primera. El zumarragarra Xabier Zaldua terminó segundo a un minuto y 37 segundos. Fue el aizkolari que más apretó al campeón y durante gran parte de la final estuvo pegado al campeón.

Algo más alejado terminó el aizkolari de Ziga Joxan Etxeberria; cuarto acabó el también navarro Oier Kañamares; el quinto puesto fue a parar para Iban Resano y el zestoarra de Aizarna Luis Txapartegi cerró la clasificación. Todos los finalistas bajaron de los 55 minutos y el ganador realizó casi el mismo tiempo que Aitzol Atutxa la semana pasada en Bilabo, solo ocho segundos más. No se pueden comparar diferentes campeonatos cuando la madera es diferente a pesar de que el trabajo sea el mismo, pero nadie duda de que ayer Ezpeleta y los seis finalistas exhibieron un gran nivel de aizkora.

El campeonato tuvo los mejores ingredientes para una gran final; emoción y nivel. Los seis aizkolaris demostraron llegar a la final más que preparados.

Ezpeleta y Zaldua se escaparon en los tres primeros troncos con el eibartarra aventajando en alrededor de 20 segundos al zumarragarra. La ventaja se estabilizó entre el cuarto y séptimo tronco, pero el octavo, el último oinbiko, y el tercero de 60 pulgadas o noveno resultaron claves en el devenir del campeonato.

Zaldua tuvo algún que otro problema para terminar el último oinbiko, mientras Ezpeleta acertaba con todos los cortes. Los 23 segundos de ventaja del séptimo tronco, aumentaron hasta los 46 segundos y, en el noveno, la renta era ya de un minuto y 14 segundos. De ahí hasta el final, el ganador disfrutó de una buena madera que puso Patxi Larretxea.

Por detrás, los puestos estaban ya definidos, pero hay que resaltar que Etxeberria e incluso Kañamares nunca perdieron la cara al campeonato y se movieron en desventajas relativamente cortas. Al final del campeonato Zaldua felicitaba a un Ezpeleta emocionado y satisfecho, que reconocía que llegaba al campeonato muy bien preparado.