La Real Sociedad podría clasificarse para Europa en la próxima jornada

La importancia de la victoria ante el Las Palmas se vio incrementada por el tropiezo del Valencia en Mestalla, que perdió de forma inesperada ante el Alavés en una acción de estrategia, y la derrota en Balaídos de un Villarreal que venía enrachado. En las cuentas por ir a Europa, que pasa por acabar entre los siete primeros, la clave es finalizar por delante de Valencia y Villarreal, que han quedado siete y nueve puntos por detrás a falta de cuatro jornadas.

El conjunto che es el rival más cercano, aunque tiene que visitar el Reale Arena dentro de dos jornadas el jueves 16 y con ganarle ya quedaría matemáticamente por detrás. En principio tiene un calendario más fácil que la Real, a la que le resta visitar a Barcelona y Betis y medirse al Atlético en Anoeta. Los de Baraja deben recibir a Rayo y Girona y cerrar la Liga en Balaídos. Su principal escollo es que el duelo directo contra el cuadro txuri-urdin es en San Sebastián y que tiene complicado el averaje particular después de perder en Mestalla en la primera vuelta por 0-1 con aquel gol de Carlos Fernández.

El Villarreal era una amenaza bastante seria hasta el fin de semana porque venía siendo uno de los equipos más en forma del campeonato, pero la expulsión de Comesaña al cuarto de hora cuando ganaba por 0-1 en Vigo lastró sus posibilidades y le condenó a una derrota que complica sus opciones europeas.

Para superar a la Real Sociedad tiene que remontarle diez puntos de los doce que quedan en juego, lo que es prácticamente imposible porque a mínimo que los de Imanol sumen tres ya estarían fuera de su alcance al ser el golaveraje blanquiazul. Incluso sin conseguir ninguno tendría difícil adelantarle. En La Cerámica se dio un triunfo realista por 0-3 y en Anoeta, aunque ganó el submarino amarillo, lo hizo por 1-3. El gol de Merino en el tramo final, que pareció intrascendente en aquel momento, tendría su importancia en caso de empate final a puntos.

El calendario del conjunto de Marcelino tampoco es ningún paseo. Para empezar, recibe a un Sevilla revitalizado desde la llegada de Quique Sánchez que viene de sumar trece puntos de quince. Luego visita a un Girona que pelea por el subcampeonato y recibe al Real Madrid, que por mucho que haya ganado la Liga no se va a dejar ir, sobre todo si se planta en la final de la Champions. El conjunto castellonense sí que tiene un final más cómodo de campeonato en la última jornada en casa contra un Osasuna a la baja.

Al llevar siete puntos al conjunto che y nueve al Villarreal cabría suponer que con ganar al Valencia la séptima plaza sería un hecho porque dejaría a los dos rivales sin margen para recuperar esa desventaja en los tres partidos restantes, ya que el golaveraje con los amarillos es favorable. Y aunque es muy probable que así sea, hay una mínima posibilidad que dejaría a la Real fuera incluso superando en ese duelo directo a los valencianistas en Anoeta.

Ésta es que se produzca un triple empate con Villarreal y Betis, en cuyo caso la Real cerraría este trío y caería a la octava posición. Hay que recordar que cuando sucede un empate entre tres o más equipos, se resuelve contando los resultados entre ellos como si de una fase de grupos se tratase. Y en este caso, siempre considerando que se pierde en Sevilla, el Betis sumaría siete puntos, el Villarreal seis y la Real se quedaría con cuatro: el triunfo en La Cerámica y el empate contra los verdiblancos en Anoeta. Así que, a día de hoy, ganar al Valencia no certifica por sí solo al 100% la plaza de Conference. Es verdad, eso sí, que obligaría al Villarreal a sumar todos los puntos, pero la clasificación no sería matemática.

Con todo, el verdadero objetivo es la sexta posición de Europa League, una competición de más renombre y con mayores réditos económicos. Especialmente cuando se viene de disputar la Champions en la presente campaña y se han vivido noches inolvidables en el Reale Arena contra el Inter de Milán, Benfica y Paris Saint Germain. El gran rival en esta lucha es el Betis, que marcha dos puntos por detrás y con el que queda pendiente de resolver el averaje en el Villamarín después del 0-0 en Anoeta. Existía confianza en que pudiera dejarse algún punto el domingo en su visita a Pamplona pero una polémica expulsión de Moncayola a manos de García Verdura dejó expedito el camino a los andaluces.

La Real tiene un calendario más complicado, sobre todo porque los de Pellegrini afrontan ahora dos compromisos bastante sencillos ante Almería y Las Palmas, los dos peores equipos de Primera División en los tres últimos meses de competición. Sin embargo, el cuadro canario juega en casa y no se puede permitir seguir perdiendo delante de sus aficionados, que no están nada contentos con la trayectoria de los suyos a pesar de haber conseguido la permanencia, el gran reto en el año del regreso a la máxima categoría. Y el Almería, ya descendido, viene de ganar en Vallecas, lo hizo en el Estadio Gran Canaria hace mes y medio y sorprendió a la propia Real en Anoeta con un empate que privó a los de Imanol de dos puntos que ahora les vendría de perlas.

El partido de la penúltima jornada que se jugará el domingo 19 entre verdiblancos y blanquiazules se antoja determinante para conocer el ganador de esa pelea por la sexta plaza que da acceso a jugar la Europa League.