Aitor Francesena.

«Me veo con opciones de ganar dos mundiales más»

a la contra ·

Aitor Francesena, doble campeón del mundo de surf adaptado y exentrenador de Aritz Aranburu

Eneko P. Carrasco

San Sebastián

Lunes, 15 de marzo 2021, 08:28

Si te quitan uno de los sentidos, estás obligado a potenciar todos los demás para sobrevivir. Y eso es lo que hizo Aitor Francesena (Zarautz, ... 1970) para, siendo ciego, convertirse en uno de los personajes más carismáticos del deporte guipuzcoano. Su talento cabalgando olas con la tabla de surf trasciende nuestras fronteras, ya que tiene aún puesta la corona del mejor del mundo, conseguida en marzo del año pasado. Y es entrenador, emprendedor, padre, da charlas... A su edad muy pocas personas en el mundo siguen compitiendo al más alto nivel, pero está claro que el 'Gallo' está hecho de otra pasta.

Publicidad

- Le operaron hace un par de meses del menisco interno. ¿Qué tal le va?

- Bueno, de la rodilla estoy bien. Es la cadera la que me está dando un poco la lata. Cuando quiero hacer una buena sesión en el agua me meto un Ibuprofeno y ya, también está la opción de la infiltración, que sé que me puede funcionar.

- Tiene 50 años... ¿está pensando en seguir compitiendo?

- Por supuesto. Fíjese, que con esto de la cadera el doctor me ha dicho que si me opera él tengo que dejar de competir, y yo quiero estar dando guerra hasta los 60 años. Me veo con posibilidades de ganar dos mundiales más.

- Desde luego que en forma se le ve.

- Es que no paro quieto. Entreno muchísimo: bicicleta, montaña, surf, gimnasio... No paro porque mi cabeza puede con más de lo que puede mi cuerpo. Admito que ahora el cuerpo me está empezando a cobrar las facturas de tantas caídas y golpes en el pasado patinando, andando en moto, en la nieve... No me he privado de nada en la vida.

Publicidad

- Fue uno de los primeros vascos en contraer el Covid-19, tras ganar el Mundial, ayer hace un año, en Estados Unidos.

- Sí... es una historia larga y muy loca, con muchos giros de guión. Lo pasé muy mal, y hubo días muy complicados. Eran las primeras semanas de la pandemia y había mucha confusión, pero lo superé. Quiero dar mi agradecimiento desde aquí a la Policlínica por el trato que me dieron.

«Veo más probable que el surf llegue a los Juegos Paralímpicos en 2028, y me encantaría estar ahí»

- Además de seguir surfeando, ¿en qué anda metido ahora?

- ¡En mil embajadas! (risas) Ahora estoy trabajando para productoras audiovisuales, doy conferencias también, entreno a otros surfistas... Me siento muy activo y tengo la mente enfocada en muchas cosas, de esa manera evito pensar en mi situación derivada de la ceguera.

Publicidad

- A la mayoría de la gente le abruma hablar en público... A usted no, por lo que veo.

- No se crea. Hay veces en las que me siento minúsculo delante del público, como una hormiga ante un oso. Los días previos estoy muy nervioso, pero luego cuando empiezo ya me calmo algo.

- ¿Y de qué les habla?

- Bueno, eso depende de quién me haya contratado. Lo que sí hago siempre es dirigirme a los oyentes desde el corazón. Yo soy así, no tengo filtros. El argumento es mi vida y les explico a mi manera cómo he llegado hasta donde estoy ahora. De todas formas, me parece impresionante que yo hable delante de gente que tiene carreras universitarias, que son ingenieros, banqueros... Yo no he estudiado nada, solo soy un casero ilustrado que se ha movido mucho en la vida.

Publicidad

«De crío tenía prohibido el surf, era caro y solo lo hacían los hippies y lo peorcito del pueblo»

- Hay gente que opina que es usted algo más que un surfista.

- No lo sé... va a conseguir que me emocione y todo. No lo sé, la verdad. Yo soy quien soy, y punto, y cuento las cosas como me salen de dentro. Puedo decir que todo lo que me he propuesto en la vida lo he conseguido. He peleado contra un tren de carga que venía hacia mí desde hace muchos años, el tren de 'te vas a quedar ciego Aitor'. Por eso me esforcé tanto en ver tantas cosas, porque un día ya no podría ver nada.

- Esas palabras sí que son emocionantes.

- Siempre he sido muy 'anarca', haciendo todo lo que mis padres me prohibían. Rompí todos los moldes. ¿El surf? En los años 70 y 80 solo lo practicaban los hippies y lo peor del pueblo, y además era muy caro. Estaba vetado para mí porque era peligroso, pero me las ingenié para ir a practicar a escondidas. He tenido siempre mucha ilusión por hacer cosas.

Publicidad

«De crío tenía prohibido el surf, era caro y solo lo hacían los hippies y lo peorcito del pueblo»

- Este año vamos a disfrutar por primera vez del surf en los Juegos Olímpicos, y podría estar en Tokio Aritz Aranburu.

- Ojalá. En el mundial de mayo, en El Salvador, se verá si Aritz logra o no el billete. Está complicado, pero también era jodido de narices ganar a una leyenda como Kelly Slater y él lo consiguió. Estoy seguro de que se va a dejar el alma por estar en los Juegos, porque sé además que se lo ha tomado muy en serio. Creo en él, siempre lo he hecho. No es imposible.

- ¿Y a usted lo veremos en los Juegos Paralímpicos de 2024, en París?

- A ver. Me encantaría estar, eso que quede claro, pero lo veo difícil. Veo más probable que se puedan celebrar para los de 2028, ahora mismo hay mucho por hacer en el surf adaptado, está muy verde.

Noticia Patrocinada

- Para acabar, ¿qué es el surf para usted?

- Es algo que me ha dado mucho en mi vida y me ha quitado muy poco. Cuando me quedé ciego, fue de lo más importante para afrontar mucho mejor esta situación. En el agua me olvido de las cosas, disfruto del mar y de la naturaleza, de la velocidad de las olas, de la adrenalina...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad