El acorazado Pugolovkin rompe el hielo

Si el ruso promete emociones fuertes, el cartel del partido acompaña. Duelo de la máxima trascendencia. El Txuri recibe al Majadahonda en un cruce clave para acercarse a los playoffs. El equipo madrileño no lo pondrá fácil a un Txuri Urdin que se encuentra en un buen momento tras ganar al Milenio Panther la semana pasada. A tan solo dos puntos pero con dos partidos menos jugados, el Majadahonda es un rival directo, con un juego duro e intenso. Además de Pugolovkin, el equipo donostiarra contará con el importante refuerzo de Juan Muñoz, que regresa al club.

Pugolovkin acaba de llegar a Donostia procedente de la Liga de Letonia, una de las punteras de Europa, donde ha compartido equipo y se ha enfrentado a jugadores que pasaron por la NHL. Ficha como jugador de referencia para un Txuri con aspiraciones. Apenas ha realizado un entrenamiento con el grupo, en el que su forma de patinar asombró a todos. Se desliza muy bajo, con gran técnica, y el equipo deberá acoplarse a su liderazgo. Pese a no conocer a todos sus compañeros, hoy jugará.

Ejerce de traductor su compañero, también ruso, Danill Stavitskiy, clave en su fichaje. «Quería probar algo nuevo, una nueva cultura, por eso he venido. No ficho para un año sino porque me gusta el proyecto del club a varios años vista. He competido con jugadores de la NHL y vengo a compartir esa experiencia, a ayudar a mis compañeros a mejorar. Si no es este año, el que viene ganaremos la Liga».

«Ganador», como se define a sí mismo, Pugolovkin viene a devolver al Txuri a la cumbre. Un acorazado para romper el hielo, aunque su fuerza no reside en la fuerza física sino en la calidad. El ruso no es grande, no llega al 1,80, pero su potencia se desata cuando se pone los patines. «Empecé en el hockey con 7 años. Me llevó mi padre, que también jugaba aunque no llegó a profesional. Me formé en el Spartak de Moscú, el mayor club de Rusia, donde pasé casi toda mi vida hasta los 22 años». Ahora tiene 30 y ya ha sido campeón de Liga en Ucrania, Kazajistán, Bielorrusia y la Segunda División rusa.

Se decidió a fichar por el Txuri por el consejo de Stavitskiy y de los jugadores rusos del Puigcerdá. En su primer entrenamiento ya dio unos cuantos gritos a sus compañeros, en perfecto ruso que todo el mundo entendió. El Txuri aspira a dar un salto de calidad con la llegada de Pugolovkin, que no quiso comentar cómo le está afectando la guerra de Ucrania. «No hablo de política», dijo.

Además de liderar al primer equipo, el jugador ruso se encargará de la preparación de conjuntos de categorías inferiores del club.