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Los padres de Oyarzabal, Ernesto y Dorleta, y su hermana Elene, en el centro, con amigos animaron desde Jaca. DV
Juegos Olímpicos

Nervios a 10.400 km de distancia

real sociedad ·

Las familias de Mikel Oyarzabal y Mikel Merino, así como la cuadrilla de Gros de Martin Zubimendi, vibraron con la final de los realistas

Beñat barreto / j. a. rementeria

San Sebastián

Domingo, 8 de agosto 2021

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Mikel Oyarzabal: padres, familiares y amigos

«Estamos orgullosos del papel que ha tenido»

El entorno de Mikel Oyarzabal, pese a que no pudo alzarse con el oro, pero, no obstante, sí, con una medalla de plata, se mostraba ... orgulloso. Oyarzabal es el segundo deportista eibarrés que se cuelga una medalla olímpica, antes lo hizo en los Juegos de Atlanta en 1996, el balonmanista Aitor Echaburu con un bronce. La familia de Mikel siguió con emoción la final desde Jaca, sus padres Ernesto y Dorleta y su hermana Elene, acompañados de familiares y amigos, no se perdieron un solo minuto. El gol de Mikel en el minuto 61 hizo fue un inmenso golpe de alegría. Si desde la localidad oscense, los Oyarzabal seguían la evolución de su hijo, no menos una representación de su cuadrilla que se encontraba en Palencia. Vibraron, y no era para menos, viéndole jugar y recogiendo la medalla de plata, «estamos muy orgullosos de los Juegos Olímpicos que ha hecho, del buen papel que ha tenido en el equipo. Ha sido una pena que se haya quedado sin el oro, pero esto no empaña para nada su excelente Olimpiada. Estamos muy orgullosos», señalaba Gorka Amutxastegi que, además de ser amigo, ha jugado desde pequeño con el 10 realista, y ahora milita en el Lagun Onak. Eibar como otras muchas localidades del interior de la provincia es la viva imagen del éxodo vacacional. En algunos bares podía verse a aficionados que no perdían ojo al partido, tal y como sucedía en la Gastroteka Bossa en la que María Barrenetxea, Elena Agirre, Julián y Eki Gonzalo, mientras compartían unas viandas celebraban el gol de Oyarzabal y hacían sus valoraciones. «Es un orgullo para todos los eibarreses que un vecino, con la cabeza tan centrada como tiene Mikel, esté en una final Olímpica, al margen de saque o no la medalla de oro, es todo un ejemplo. El hecho que haya metido el gol es ya es grande. Me alegro mucho por él», decía Julián.

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Las familias de Mikel Oyarzabal y Mikel Merino y amigos de Martin Zubimendi vibraron con la final olímpica