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El Inveready Gipuzkoa Basket afronta dos viernes consecutivos de competición. Mañana visitará la complicada cancha del Tizona de Burgos y siete días después cerrará la primera vuelta con uno de los encuentros más atractivos del año: el Estudiantes visitará el Amenabar Arena.
Dos encuentros complicados ... que no le llegan al conjunto de Mikel Odriozola en su mejor momento tras alcanzar solo un triunfo (Cantabria) en sus cinco últimas comparecencias. Además esas derrotas (Alicante, Zamora, Cartagena y Oviedo) no han sido contra ninguno de los equipos de más caché de la Primera FEB. «Estamos intentando trabajar para que no pasen las cosas del otro día. Esas cuestiones nos fastidian», argumenta el técnico donostiarra. «Hay que enfocarse en lo que viene, aunque no nos quedamos contentos con lo que hicimos. Somos totalmente conscientes y tenemos que trabajar para que dar en Burgos una imagen diferente y ser capaces de competir el partido».
Las palabras de Odriozola reflejan preocupación y responsabilidad porque el nivel de la liga está aumentando y cada encuentro que se pierde es muy complicado recuperarlo.
La expedición guipuzcoana parte a mediodía, después de una sesión de tiro en Illunbe. Llevan chándal, calcetines, camiseta de juego, zapatillas y lo más importante: defensa. «El otro día fuimos débiles. Es lo que tenemos que trabajar. Tenemos que insistir en eso», dice Odriozola sobre los parciales recibidos ante el Oviedo. Las pérdidas de balón, el control de rebote y sobre todo «que no nos metan canastas fáciles, casi sin oposición. Eso no puede ser». El técnico del Inveready habla de dar un paso adelante en defensa y lo hace con un punto de autocrítica. «Al final soy el responsable y tengo que intentar que no ocurra. El otro día, el Oviedo nos hizo un 62% de acierto en el tiro de dos. Así es muy complicado ganar».
El Tizona fue el rival de la pasada temporada en un playoff previo a la final a cuatro donde el Gipuzkoa Basket cayó en el quinto partido tras una plaga de lesiones. Conoce bien la pista y lo que se va a encontrar, con Lance Jones, máximo anotador de la Primera FEB, como referente ofensivo del cuadro castellano. «Ellos tienen mucha capacidad anotadora. Y se basan en ello. Juegan a un ritmo muy alto con muchas situaciones de contraataque y de transición. Son muy agresivos al aro».
El entrenador del GBC apunta que «ha cambiado algo respecto al año pasado porque tienen un entrenador nuevo (Salva Camps sustituyó a Diego Ocampo), pero mantienen mucho del bloque», comenta. El Tizona llegará tocado al choque tras perder por casi 30 puntos ante el Fuenlabrada. «Ellos están con dudas pero aquí el riesgo que hay es el mismo que contra el Oviedo, que venía de hacer una primera parte muy mala en Zamora. Ahora mismo los dos venimos de un partido donde no nos ha gustado lo que hemos hecho. Ahí veremos cómo reaccionamos».
La pócima para intentar asaltar El Plantío es «que seamos agresivos en ataque y seamos capaces de entender dónde tienen ellos sus puntos débiles en defensa para intentar rentabilizarlos al máximo posible».
Si las sensaciones de Xavier Johnson, lesionado en diciembre pasado, son buenas, se vestirá de corto aunque «no vamos a arriesgar con él», apunta el entrenador del Gipuzkoa Basket.
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