El GBC necesita bordar la coreografía

Después de cuatro enfrentamientos directos en dos semanas, las cartas están sobre la mesa. El GBC ha conseguido ir reduciendo durante la serie los puntos anotados por su rival: 108, 90, 87 y 79. «No me planteo que no nos tienen que meter menos de equis puntos para ganar» apunta el donostiarra, pero a su vez reconoce que «si hay más puntos, lo normal es que ganen ellos, si hay menos, nosotros tenemos más oportunidades».

El club ha llenado dos autobuses y podían haber sido más. La no disponibilidad de más entradas impide que vaya más gente. Más de doscientas personas acompañarán a los de Odriozola en su desplazamiento y eso «para nosotros y para el club también es muy importante. La Final Four sería muy ilusionante para todos».

El factor cancha en contra no preocupa demasiado. Prevé Odriozola que «será un ambiente chulo de baloncesto en el que sabemos que nos van a apretar. Jugar como local tiene su lado positivo y su lado negativo. A nivel de comunicación o concentración o de estar tranquilo es mas difícil pero también es mas bonito».

Ese ambiente adverso tampoco preocupa en exceso a Ander Martínez. «Curiosamente en estos partidos ayuda mucho que el público esté haciendo ruido, ayuda a no desconcentrarte, no puedes pensar en nada más» explicó. «Creemos que podemos ganar, sin ir demasiado subidos ni demasiado abajo, creo que estamos en un buen punto de cara al partido», valoró el encargado de transmitir cómo está el vestuario de cara al partido final.

La teoría para plantar cara al conjunto burgalés está clara. «Sabemos que ellos en defensa intentan destruir todo lo que hace el otro equipo, así es como funcionan, aprietan mucho y presionan durante todo el partido, hacen eso muy muy bien» destacó. Sobre si se ven obligados a renunciar al juego fluido que han demostrado durante el año, reconoce que contra Tizona «sí que es más difícil jugar tan alegre como hemos jugado durante la temporada, pero bueno, seguimos intentando mover el balón y compartirlo, yo creo que es nuestra seña de identidad, la forma en la que involucramos a todo el mundo en ataque».

Se muestra dubitativo sobre la presión extra que el Tizona pueda tener por jugar en casa. «Es un equipo diferente, un grupo muy joven que en esta liga es raro de ver haciéndolo tan bien. No sé la presión que se ponen, lo que tengo claro es que nosotros nos pueden las ganas a la presión».