Ahora Acunsa, ahora, es la hora de ganar

El Coosur Real Betis, vecino de los guipuzcoanos en el descenso, visita a partir de las 18.00 horas Illunbe (Movistar Deportes, dial 53) y una derrota local dejaría las aspiraciones de la permanencia muy tocadas. Los de Marcelo Nicola están con seis victorias y los andaluces, con una más en la clasificación, tienen la opción de alejarse a dos partidos y averaje a tan solo ocho jornadas del final de la liga regular. Un drama a evitar a toda costa.

El Betis comenzó mal la temporada (2-9) y destituyó a Curro Segura para fichar a Joan Plaza. El experimentado entrenador es el encargado de gestionar las piezas que tiene a su disposición y sacar el mayor provecho de ellas. Los dos equipos que se citan hoy ocupan las últimas dos posiciones de la ACB y –seguramente no sea una casualidad– cuentan con los presupuestos más bajos de la competición. Son plantillas muy justas de talento, muy parecidas, y los detalles marcan este tipo de enfrentamientos.

El técnico barcelonés, que fue durante catorce años funcionario de prisiones antes de dedicarse profesionalmente al baloncesto, ha regresado esta temporada a la ACB tras su experiencia en el Zenit de San Petersburgo y, además de ser uno de los mejores entrenadores de la competición, también es uno de los personajes más atractivos fuera de la cancha: ha escrito y publicado dos novelas e incluso una de ellas fue traducida al lituano y tuvo muy buenos números de venta mientras estaba al mando del Zalgiris Kaunas.

Pero volviendo al partido, las principales bazas del Acunsa GBC son principalmente dos. La primera, el control del rebote. Al Betis, al igual que a los guipuzcoanos, les cuesta mucho jugar en estático en el cinco contra cinco y no permitir segundas opciones evitará recibir canastas fáciles y controlar el partido al ritmo que el Gipuzkoa Basket quiere. Y la segunda, la defensa sobre James Feldeine. El escolta dominicano, que también puede actuar de alero, será el jugador con más calidad sobre la pista y el que más papeletas tiene de ser el encargado de desequilibrar el encuentro.

Los béticos tienen la pareja de bases más baja de la liga (Jerome Randle y TJ Campbell miden 1,75 metros), y esta circunstancia puede tener sus ventajas y desventajas. Obligan a estar atentos en ataque ante su rapidez de manos y al balance defensivo antes de que se lancen a canasta. Pero, al mismo tiempo, los desajustes defensivos se pueden castigar de mejor manera si, por ejemplo, se emparejan con Tomàs o Radoncic. Cada jugada contará para no desengancharse del objetivo.