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Liga Endesa

Ni estaba muerto, ni de parranda

Acunsa GBC se abona al sufrimiento, pero también a la victoria, al vencer al Estudiantes y sumar el tercer triunfo en los últimos cuatro partidos

Beñat Arnaiz

San Sebastián

Miércoles, 10 de febrero 2021

Golpe no, puñetazo sobre la mesa del Acunsa GBC, que sigue su escalada y anoche venció al Movistar Estudiantes 81-79 en un ... partido en el que pocos peros se pueden poner al cuadro de Marcelo Nicola. El equipo ha estado diecisiete días sin competir y estará otros tantos hasta la visita del Bilbao Basket el 27. Lejos de los focos y de la luz, en el búnker del Josean Gasca, se está fraguando una remontada que, por ahora, deja al equipo con cinco victorias en la clasificación, las mismas que Betis y Estudiantes, después de salir sonriente en tres de las últimas cuatro citas.

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El paso adelante mostrado en enero tuvo continuidad ayer en un duelo con ritmo, competido y sufrido hasta el final. Este último factor estará acompañando al Gipuzkoa Basket de aquí a final de temporada, pero con finales felices como los de ayer, todos encantados.

Desde el salto inicial se vieron cuáles eran las ideas de cada equipo. Acunsa GBC quería dar velocidad al juego y que se jugara poco en estático. El Estudiantes, en cambio, quiso aprovechar su superioridad en la pintura y castigar a un GBC corto de centímetros y músculo en las posiciones interiores. Pronto se vio que Arteaga quería imponer su ley. Inauguró el marcador tras un rebote ofensivo y evitó la primera canasta local con un tapón a Radoncic.

Acunsa GBC

81

-

79

Estudiantes

  • 1 cuarto 24-21

  • 2 cuarto 23-18 (47-39)

  • 3 cuarto 18-20 (65-58)

  • 4 cuarto 16-21 (81-79)

  • árbitros Miguel Ángel Pérez Pérez, Javier Torres y Andrés Fernández Carretero. Sin eliminados.

  • incidecias Partido correspondiente a la vigesimosegunda jornada de la ACB disputado en Illunbe a puerta cerrada.

Tras un intercambio de canastas con ataques más elaborados y largos, hubo un cambio en el guion cuando Magarity entró al partido sustituyendo a Okouo. La presencia del sueco obligaba a que la defensa rival se abriera, y al Estudiantes le costó unas jugadas entenderlo. Suficiente para que el recién entrado en pista metiera una canasta de media distancia y un triple (14-13, min. 6).

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Para que el quinteto pequeño funcione es imprescindible que el acierto acompañe, y así sucedió. Dee metió dos triples marca de la casa para romper la igualdad y firmar un 4 de 6 desde el perímetro en el primer cuarto. El ritmo de juego fue alto y el factor que hizo que la diferencia fuese poco a poco ampliándose a favor de los guipuzcoanos fue la fuerza que Okouo dio al equipo en la zona. El pívot, después de una primera rotación discreta en la que fue inferior a Arteaga, salió del banquillo rabioso y ni el mencionado conquense ni Delgado pudieron con él. Completó unos excelentes minutos con 8 puntos y 4 rebotes en ese tramo, todos ofensivos, que dieron al Acunsa GBC alas. Poderoso dentro y acertado fuera, volvió ese GBC de marcador alto (47-39, min.20).

LAS CLAVES

  • 1. La lucha en los tableros El de Okouo contra Arteaga fue el duelo más destacado. Hicieron números parecidos, pero la incidencia del congoleño fue mayor.

  • 2. Acierto en el triple GBC anotó cuatro de seis en el primer cuarto y eso fue importante en la tendencia del partido. Estudiantes completó un pobre 22%.

  • 3. Resiliencia La palabra de moda. Al GBC, una vez más, no le tembló el pulso cuando vio cómo el rival se ponía por delante, y fue capaz de sacar otra victoria.

Hubo dudas en la reanudación, con el Estudiantes mejor plantado en defensa y sin dejar que el GBC cogiera ritmo. El 9-0 encajado por los colegiales en minuto y medio fue un verdadero alivio, porque no era lo que se estaba reflejando en el juego. Una canasta de Faggiano, otra de Okouo, una entrada acrobática de Oroz y un triple del argentino, sin embargo, puso la máxima diferencia (55-43, min.24) en el luminoso de Illunbe. Fue, repito, una sensación falsa, porque el Estudiantes transmitía cada vez más peligro. Y así fue. Un triple de Roberson sobre la bocina al término del tercer cuarto metió el miedo en el cuerpo (65-58).

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Los madrileños recuperaron el liderato a falta de seis minutos (70-71), pero hubo reacción para encaminar el encuentro a un final de infarto. La calidad NBA de Barea relució con un quiebro que dejó quieto a Oroz a 35 segundos del final (76-77). En la siguiente jugada, Radoncic palmeó un tiro errado por Faggiano. Barea respondió, pero el GBC estuvo rápido y encontró la espalda de la defensa tras saque de fondo para que Tomàs hiciera el 80-79 con un 2+1.

Lo lógico, con dos segundos por jugarse, era que el alero tirase a fallar. Así lo hizo, pero entró. Su «joder» fue elocuente. La canasta menos celebrada de su carrera. El Estudiantes pidió tiempo muerto y la jugada le salió perfecta, con Alec Brown tirando solo y centrado en el triple, pero no acertó y la alegría inundó Illunbe por segunda cita consecutiva.

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