Porfirio Fisac: «Yo no entiendo otra cosa que no sea jugar en la ACB»
El técnico, tras el ascenso y el título, confía en aprovechar el momento para que el proyecto del club apunte a la élite
RAÚL MELERO
Miércoles, 26 de abril 2017, 07:50
Tras estar un par de días alejado de las celebraciones, Porfirio Fisac ha vuelto con las pilas cargadas. El segoviano considera que «no se debe desaprovechar este momento» y apunta a que la siguiente estación para el GBC debe ser la ACB. Dice tener ideado «un proyecto» para mejorar a los jugadores guipuzcoanos y que estando en la máxima categoría se puede ir paliando la deuda de forma más regular que compitiendo en la LEB.
- Se ha alejado de los focos de la celebración. ¿Lo necesitaba?
- Tenía una necesidad familiar y personal. Apenas he visto a la familia este último año y medio y tenía necesidad de desconectar un par de días. Quiero agradecer al club porque yo no sabía que mi esposa iba a estar en el Gasca el viernes, le vi justo tres minutos antes de empezar, así que desde el inicio fue un partido de grandes emociones.
- Echa la vista atrás y ¿qué le viene a la cabeza?
- Entre todos nos marcamos dos objetivos: hacer un equipo que no nos haga estar apurados y que fuera competitivo, y que la gente que vaya al Gasca se ilusione. Pedí que se nos pagara al día y no se nos debe un euro. Creo que el club se ha hecho mayor. Me gustaría destacar a Nekane, al consejo y sobre todo a Miguel Santos, por su ayuda y su trabajo. Por la cercanía que han tenido todos con jugadores y cuerpo técnico.
- El aspecto del Gasca fue espectacular.
- Estos días he pensado que el primer ascenso fue increíble y fue un cuento de hadas con la canasta de Esteban y la prórroga. Pero este ascenso tiene mucho mérito colectivo. Estoy feliz porque se ha hecho una apuesta muy arriesgada. La primera, decidir bajar de la ACB. Esto no lo ha hecho nadie en la historia. Y aquella decisión se hizo con el objetivo de reflotar la afición, el club y sobretodo la identidad de los jugadores con los seguidores. Y solo en un año.
- ¿Teme perder el Gasca?
- Illunbe, en las condiciones que hemos jugado hasta ahora, no nos sirve. O se ajusta o se adapta a una serie de condiciones o no vale. Tiene un gasto increíble. Ahorrándonos eso, se hace media plantilla de ACB. Y luego está que el Gasca se queda pequeño.
- ¿Entonces?
- Habría que ampliarlo un poco o meterle graderíos, lo ideal sería eso. Un Gasca con cuatro mil personas. Hay que buscar dónde cuatro mil guipuzcoanos se sientan a gusto. Me da igual el sitio.
- Ya que se mete en harina, ¿cree que existen posibilidades reales de jugar en la ACB?
- Yo no soy de aquí y probablemente el año que viene no entrene aquí pero Gipuzkoa no puede perder esta oportunidad de ser ACB. La institución y el tejido empresarial tienen que apoyar. Venía a esta entrevista y me han parado varias personas dándome ánimos. Eso no se puede perder.
- Siga.
- Hay un proyecto desarrollado con la Diputación que tiene una parte social y otra de programación para que el jugador guipuzcoano pueda llegar a la élite. Yo no os voy a volver a mentir, el jugador guipuzcoano tendrá que estar preparado para jugar en la ACB, pero el seguidor guipuzcoano sí esta preparado para estar en la ACB. Yo no entiendo otra cosa que no sea jugar en ACB. Ahora, nos tenemos y os tenéis que mojar. Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y ahora toca a Gipuzkoa.
- Sí, pero existe una gran deuda reconocida por el club de 2,9 millones de euros...
- Sé que hay una rémora importante económica que está ahí, pero el proyecto esta identificado con lo que se ha hecho este año. Un consejo estable que no se va a gastar más de lo que tenga. Creo que vamos a liberar más fácilmente esa deuda estando en ACB que desapareciendo, porque yo no veo otro camino. Me cuesta identificar otro año de este equipo en LEB.
- ¿Lo vivido en el pasado puede lastrar un nuevo proyecto?
- El pasado lo he vivido desde fuera. Hay que entenderlo, falta un dinero de un sponsor (Bruesa) y otro prometido por las instituciones que no se da. Y a partir de ahí, todo hacia abajo. Como en toda sangría, hay un momento en el que hay que cerrar el grifo para ver dónde está el agujero de nuestra cuba. Hemos tapado este agujero y ahora mismo hay un proyecto preparado y programado.
- Así que, ¿ve viable el poder entrar en la ACB?.
- Aquí hay una cosa clara, Gipuzkoa ha puesto tres millones de euros (canon). Si no juegas en la ACB, ¿los estás regalando?. Gipuzkoa es igual de competitiva que Bizkaia y Araba. Ellos tienen equipos, ¿porqué nosotros no? Ellos tienen apoyo institucional y de la empresa, y también de la afición. Nosotros también tenemos todo esto y tenemos que estar los tres iguales.
- Ha dicho antes que no se ve entrenando en Donostia.
- Yo quiero entrenar aquí, me encantaría. Pero me cuesta verme aquí en LEB. En ACB claro que sí.
- ¿Haría falta una mayor estructura para la ACB?
- No tenemos que ser mayores para hacer un equipo en la ACB. Ahí ya estoy yo y no tengo ningún miedo. Lo he hecho en Valladolid muchos años y jugamos Copa del Rey. Si el club tiene dinero y quiere incorporar a alguien más, cojonudo.
- ¿Qué es eso del proyecto conjunto con Diputación y Ayuntamiento?
- Es un proyecto deportivo que he trabajado y diseñado con 'Bully', que tenemos claro por dónde tiene que ir y ese proyecto solo tiene cabida en la ACB.
- ¿De qué se trata?
- Es un proyecto guipuzcoano a todos los niveles. Con entrenadores guipuzcoanos bien preparados y un tejido de gente que vaya a mejorar a jugadores por zonas. He visto varios chicos del Easo de EBA que creo pueden jugar en la ACB. Lo mismo que los chavales del Tolosa, de Zarautz o del Askatuak.
- Rebobinemos la cinta. Vamos a recrearnos en el último partido.
- Me sorprendieron los chicos mucho. Quitando un par de jugadores, todos los demás fueron fichados como hombres y a lo largo de la liga me alucinaron y se convirtieron en hombres con nombre. Han pasado a la historia del GBC sin duda.
- ¿La clave el viernes pasado?
- El descanso. 'Bully' y yo nos reunimos, cambiamos un par de cosas, y dimos un mensaje directo. Salieron a la pista y lo hicieron perfecto. Miraba a la pista y veía a la gente jugando con nosotros. Se sentían tan cómodos que vibraban con todas las acciones. Una canasta, el tapón de Ndoye, un pase de Ricardo o un rebote de Slezas... Ya lo he dicho; no podemos perder esto.
- ¿De qué se siente orgulloso?
- Me ha gustado todo. El año de Úriz que me ha sorprendido, el salto hacia arriba de Carlson, Pino y Pardina. Es que este es el segundo año de Joan en la LEB. Los guipuzcoanos que estuvieron increíbles en el último partido, la ayuda que nos ha dado Capel o cómo ha terminado Simeonov. Pero quizá con el que más he trabajado es con Ndoye.
- Explíquese.
- No sabía ni inglés, ni español, solo algo de francés. Y hacer los partidos que ha hecho, es para estar muy satisfecho. Me siento un poco más padre de él, que de todos. ¿Te digo otro que también se ha dejado la piel?
- Adelante.
- Xabi Oroz. Todos los días a las ocho y media de la mañana tirando con 'Bully'. No es nada fácil pasar de jugar de escolta, toda la vida en el mismo puesto, a hacerlo de base con todo lo que implica. Me he alegrado mucho por él.
- ¿Cuándo vislumbró que podían quedar primeros?
- Tenía mucho miedo a dos partidos como Prat y Castellón. Es donde lo veía como el momento importante para nosotros. Al perder en Prat, parecía que alrededor nuestro el entorno de la liga pensó que habíamos 'petado'.
- ¿Cómo le dio la vuelta?
- Le dije a los jugadores que íbamos a tener otra oportunidad porque no veía a ningún equipo autoritario en la liga: después vino lo que denominé un play-off. Y no perdimos.
- Da la impresión de que ha vuelto a conseguir gran unión en el equipo.
- Hemos tenido suerte con las lesiones, quitando el tema de Andrés Rico, y no ha sido sencillo porque parte del equipo era para él. Hemos hecho familias dentro del equipo. Si haces esto, cuando viene un momento malo, pelean. Han sabido solucionar todos los problemas que en una convivencia tan larga aparecen.
- Y después, ¿rumbo a Senegal?
- Sí. Están muy contentos con el Afrobasket. Es realmente complicado trabajar allí y por eso quiero empezar cuanto antes. Cuando acabe la liga me pondré manos a la obra.